Capitulo veintitres

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JIMIN

Tres semanas habían pasado desde que el FBI me atrapó y torturó. Los días pasaban lentamente y me estaba acostumbrando a la rutina de la cárcel.

Levantarme, bañarme, salir a dar unas vueltas para recibir el sol porque ya estábamos en verano y luego ayudaba unas horas en la enfermería.

No estaba tan mal, nadie me molestaba, tenía una celda privada y siempre estaba vigilado por la gente de Jongin.

La comida era mala, olía asquerosamente pero nunca faltaba.

Taemin estaba siempre cerca de mí, al igual que SungWoon  y otros policías más. Debido a eso pocas internos se me acercaban. Además el rumor de que era el chico de Min se propagó entre los reclusos y sólo me miraban con curiosidad. Me atrevería a decir que con respeto.

Cuando podía obtener un periódico, mis manos temblaban.

No había indicio de YoonGi desde hacía dos semanas. Cuando atacó a JiHo. Según el FBI lo hirieron de muerte. Pero los diarios eran más positivos y le enviaban sus buenos deseos. Era gracioso leer algunas columnas de los diarios. "Nuestro León justiciero" le llamaban algunos. "El enemigo público número uno de este sistema podrido" decían otros. Ningún diario le llamaba criminal, asaltante o proscrito. Para toda la gente de la ciudad era la policía y el FBI los malos de este cuento.

Me preguntaba que estaría haciendo ahora. ¿En dónde se escondería? ¿Ya habría contactado a Jenks? ¿Ya estaría preparando su último asalto?

Quizás le resultaba más fácil moverse sin mí. Yo sólo le estorbaría.

—Buenos días JiMin. Qué te parece si me ayudas hoy a hacer torundas...son bolitas de algodón— dijo Charlotte la enfermera a la que ayudaba. Era más joven que yo y muy buena. Me había tomado cariño.

—Sí, claro, te ayudo.

Toda la mañana me entretuve en hacer esas bolitas de algodón. Almorcé muy poco porque el brócoli parecía podrido.

En la tarde tuve visita. Mis dos amigos. Venían a verme una vez por semana.

—JiMinie, estás pálido ¿comes bien?— preguntó Seokjin.

—Sí. Pero la comida es muy fea— me quejé. Taehyung me miraba desde lejos. Últimamente lo veía muy callado. – ¿Te sucede algo Taetae?— pregunté.

—Si te digo te vas a deprimir JiMin— respiró profundamente.

—Habla por favor— le pedí.

—Estoy saliendo con alguien— me dijo, no le veía lo malo.

—Me parece bien Tae. A menos que estés saliendo con mi YoonGi no creo que me deprima que tengas pareja— le dije bromeando.

Pero el en lugar de sonreír por mi broma agachó la cabeza. ¿Acaso el...? No.

—No es eso Minnie ¿Cómo crees? Está bien te lo contaré— respiró profundamente.

Me dio la sensación que iba a decirme algo que me lastimaría, me senté por las dudas.

—Te oigo.

— Conocí a un chico divino, hace un par de meses, en el club. Me invitó a cenar varias veces, se portó como todo un caballero, nada de propasarse ni de propuestas indecentes. Pero ayer por primera vez acepté ir con él. Tú sabes, me llevó a su casa a pasar la noche. Y pues, hoy por la mañana, cuando salía de allí. Me encontré a YoonGi.

— ¿Qué? ¿Lo viste? ¿Hablaste con él? ¿Cómo esta? ¿Te dijo algo? ¡Habla Tae!— estaba eufórico.

—Estaba con Hyuna— dijo el.

ENEMIGOS PÚBLICOS. [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora