No siento culpa alguna. El haber entregado mi virginidad a Yoongi, es algo de lo que jamás me arrepentiré. Estoy seguro de querer amarlo... aunque lo conozco hace poco, es como si supiera lo que él siente. No necesita palabras para decirme las cosas.
Tenía los ojos cerrados recordando detalles de lo que pasó anoche, sentía aún nuestras piernas entrelazadas y los latidos de su corazón. De pronto me dio un beso en la frente.
—Te quiero— susurró. Me estremecí, vagamente recordaba haberle confesado que lo quería y él me había dicho lo mismo. Pero verlo a los ojos iba a ser difícil.
–Sé que estás despierto, podría pasarme así el día entero, sabes— sentí su risa y sus besos en mi cabeza. Decidí hacerle frente.
—Buenos días— le sonreí.
—Muy buenos— me besó en la punta de la nariz.
— ¿Qué hora es?— pregunté.
—Nueve de la mañana señorito perezoso— sonrió.
— ¡Rayos! Tengo que ir a casa por mis apuntes, repasarlos y estar listo para la práctica de hoy...— le solté.
— ¿Qué práctica?
—Derecho penal, estamos haciendo una práctica sobre... ti— esto era embarazoso, hace una semana no tenía importancia hacer de fiscal en un supuesto juicio a un asaltante de bancos. Ahora parecía tan difícil.
— ¿Me estudian en tu facultad? Entonces no necesitas repasar— soltó una carcajada.
—Es que yo... se supone que... debo... acusar...soy el fiscal— confesé. Él se rió de buena gana.
—Pues es fácil. "El acusado ha violentado el sistema, ha trasgredido las normas y las leyes de esta sociedad, es una amenaza y un enemigo público. Señores del jurado exijo que sea encarcelado de inmediato. Estas son la pruebas que demuestran sus delitos"— dijo totalmente divertido imitando la voz de un auténtico fiscal. No podía creer que se estuviera burlando de sí mismo.
— ¿Cuales pruebas?— pregunté muy intrigado olvidando su discurso.
—Pues les muestras una cinta de video, han puesto cámaras de seguridad en los bancos— no sabía ese detalle, lo tendría en cuenta.
—Yoongi... eso es muy peligroso, podrían reconocerte, acusarte...— casi rompí a llorar.
—Tranquilo, las películas tomadas con tanto movimiento son borrosas, además nunca me quito el sombrero. Y no tardamos mas de 2 minutos dentro de ningún banco— dijo muy orgulloso.
—Pero... pero... la policía, van a doblar la vigilancia... Kai...
—Otra vez ese...— murmuró entre dientes. –Pues que tu sabueso venga tras de mi si quiere, tendría que estar en cada banco de Chicago, a todas horas, ese es el factor que tengo a mi favor, la sorpresa. No le tengo miedo al perro de la policía— dijo algo molesto.
—Tengo miedo por ti— confesé.
—Sólo un asalto más y desapareceré por un tiempo— acarició mi rostro. ¿Se iría lejos? Pareció entender mi preocupación.
—No me iré, no sin ti. Esperaré a que termines de estudiar y haremos un viaje ¿Quieres venir conmigo a Miami?— abrí la boca como un tonto, lo más lejos que había llegado era Ohio. –Tomaré eso como un sí. Ahora te llevaré a tu casa, por tus cosas. Quiero que esta misma noche te mudes conmigo. Te ayudaré a estudiar, prometo que me portaré bien. ¿Sí?— No podía creer que este portento de hombre me estuviera pidiendo de forma tan linda que me mudara con él.
—Pero... mis amigos... yo vivo con Tae y Jin— me quejé.
— ¿No quieres estar conmigo?— me miraba serio.
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ENEMIGOS PÚBLICOS. [YOONMIN]
Fiksi PenggemarCHICAGO, 1933. Min Yoongi es un asaltante de bancos. Odia el sistema, a las autoridades y la corrupción. Es apodado "León Agust D" por la gente común y visto como un héroe pues ayuda siempre a los más necesitados. Junto a su grupo delictivo compues...