Capítulo 18. SAKURA

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No lo podía creer. Mi corazón casi salto de mi pecho cuando lo escuche llamarme en el mercado, lucía cansado, aun así, no podía permitir que nos cruzáramos de nuevo, no podría con ellos, iba a ceder a todo lo que me pidiera si él lograba acercarse a mí, así que hui, hui por calles que ni siquiera conocía, como si pudiera huir de un shinobi como Kakashi. Como su alumna conocía su potencial a la perfección, no había necesidad de que me lo mostrará.

Su fortaleza se impuso a mi deseo de huir, sin dificultad logró acorralarme, estaba lista para enfrentarlo, pero él alzo los brazos, acercándose a mí lentamente. Su estatura cubrió la mía, obligándome a alzar la mirada para ver sus ojos; lo veía borroso a causa de las lágrimas, el beso que dejo en mi cabello, la dulzura en sus palabras... mi corazón desbocando, arrojando fuera de mi cabeza cualquier deseo de huir. El kunai con el que pretendía atacarlo cayó al suelo. Mis manos se aferraron a su ropa y mi rostro se hundió en su pecho, no parecía molestarle que mis lágrimas terminarán en su camisa, me sostuvo contra su pecho hasta que pude calmarme y encararlo de nuevo.

Con el dedo índice se deshizo de la máscara que cubría su rostro, aquel rostro que siempre tuve curiosidad de conocer, aprovecho mis labios entreabiertos, por la sorpresa, para fundir su boca con la mía, en un beso que estaba cargado de emociones. Fue salvaje al inicio, dejándome sin aliento, y fue tornándose cada vez más gentil, amable, cálido... con su mano derecha ceñida a mi cintura, como si temiera que fuera a desaparecer...

-No vuelvas a irte...- susurro contra mis labios, volviendo a besarlos por un segundo más antes de cubrir su rostro.

Era demasiado para procesar, mi cabeza estaba totalmente en blanco. Él me miro con una sonrisa y enredo sus dedos en mi cabello, haciéndome caer en cuenta de lo largo que estaba en ese momento. Levante la mano izquierda y acaricie su mejilla, necesitaba más pruebas de que era real.

-Kakashi...- gemí con la voz apenas audible-, viniste... por mí...

-Por supuesto, Sakura...- respondió, girando su rostro para besar el dorso de mi mano a través de la tela de la máscara-, perdóname por tardar tanto...

-No, yo... yo lo lamento- insistí mientras luchaba contra las lágrimas que seguían pugnando por salir-, no debí irme... debí buscarte, Kakashi... lo siento tanto.

Me abrazó nuevamente, con más fuerza. Nos habíamos tardado demasiado en darnos cuenta de nuestros sentimientos; ahora yo no podía volverá Konoha, estaba sucia, había asesinado a un miembro del Consejo, ¿Cómo podía seguir queriéndome luego de eso?, no tenía sentido. Me tomó por los hombros y me miro a los ojos con esa serenidad que lo caracterizaba.

-Sakura... el bebé que estaba en la guardia de Orochimaru...- inició intentando encontrar el mejor modo de decirlo, estaba dudativo, merecía saberlo.

-Es mío...- admití bajando la cabeza-, y de Sasuke...

No quería mirarlo, ignoraba si él estaba al tanto de lo que había pasado conmigo y con Sasuke, temía que al saberlo todo acabaría sin siquiera haber empezado. Tomó mi mentón, obligándome a verlo.

-Sé lo que sucedió- me dijo sin perder de vista mi reacción-, todos saben lo que hizo Sasuke contigo... por eso quiero conocer a ese bebé.

-Aiko...

-¿Qué?- preguntó confundido.

-Su nombre es Aiko Haruno- repetí.

-Llévame con ella, y a saludar a Koyuki- me sentí descubierta, él lo había concluido, era obvio, él y Shikamaru eran de los mejores estrategas de Konoha-, sí lo sé.

Sakura ni no Kage  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora