El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, reflejando en el agua el intenso color naranja que iluminaba el cielo y las nubes. La pequeña Aiko dormía agotada sobre el pecho de Kakashi, quien a su vez, estaba recostado en las rodillas de la pelirosa, que jugaba tiernamente con su cabello mientras admiraba el paisaje, dejando que toda esa paz colmara su corazón. Había estado huyendo un año entero, ahora se tenía la fuerza para avanzar en lugar de seguir huyendo, Kakashi la había perdonado, algo que significaba el mundo para ella, y como si no fuera suficiente había aceptado a la pequeña que era producto de un momento sumamente difícil para la pelirosa. Ahora podía soltar el pasado y enfrentar el presente, para poder darle un futuro a su hija y a sí misma al lado del hombre que siempre había estado a su lado, protegiendola.
-Deberíamos irnos antes de que la brisa despierte a Aiko- murmuró el platino, sacando a Sakura de sus pensamientos.
-Si, hay que volver...- respondió, mirando una vez hacia el horizonte, realmente deseaba volver a su hogar.
Kakashi se levantó con cuidado de no perturbar el sueño de la pequeña y le tendió una mano a la pelirosa, quien rápidamente levantó las cosas y volvío a aferrarse a aquella mano, que parecía amoldarse a la suya como si fueran una sola. Una sonrisa adorno su rostro mientras caminaban de vuelta a la propiedad Kazahana. El platino acomodó a Aiko en su cuna y se desplomó en la cama, haciendo evidente su cansancio y la relajación que le daba la distancia con Konoha y sus labores de Kage. Cerró los ojos, quedándose dormido, arrullado por el sonido del agua con la que se bañaba la chica.
El cabello empapado se pegaba a su rostro, mientras mil pensamientos invadían su cabeza. Había roto su promesa con Naruto, de cuidar su sueño de convertirse en Hokage; sabía que si Kakashi estaba ahí con ella eran por haber renunciado a su cargo y el siguiente en la lista de todos era Naruto, su fuga seguía siendo una amenaza para su mejor amigo, más ahora que Kakashi había decidido quedarse con ella en lugar de entregarla. Todo esto más la presencia de Sasuke no la dejaba tranquila, necesitaba respuestas, respuestas que sólo el Uchiha podía darle, y la seguridad sobre su hija que sólo podía tratar con él.
Salió del baño, corroborando el tranquilo sueño de Kakashi y acomodo todos los manuscritos que había hecho sobre las investigaciones de Orochimaru, la innumerable cantidad de jutsus prohibidos que el sannin le había otorgado, encontrando un sello de maldición. Sasuke tenía experiencia con los sellos malditos, pero esta vez la pelirosa necesitaba uno especial, algo similar a lo que llevaba Sai hasta la muerte de Danzõ, algo que mantuviera al Uchiha lejos de su hija.-Bingo- sonrió al encontrarlo. Guardo el resto en una bolsa y escribió una nota, que dejó al lado de la cama de Aiko.
Tras vestirse, la kunoichi dejo la habitación y la propiedad Kazahana del mismo modo que había dejado Konoha, a oscuras, sin avisar... dejándole una carta al único hombre que amaba, dejando a su familia... esta vez para ponerle punto final a todo el drama de su huida, con la esperanza de salvar el sueño de su mejor amigo y el futuro de su nueva familia.
El azabache había llegado puntualmente a la cita, un par de minutos antes, dejando que el viento marino moviera sus cabellos con calma, sus sentidos estaban eclipsados por la serenidad de aquella noche, aún cuando su corazón se comprimia con la idea de reencontrarse a Sakura después de lo que había hecho. El peso de saber que la había dañado a un punto irreparable le quemaba en el pecho, una sensación muy similar a lo que había sentido tras matar a Itachi y descubrir la verdad, la misma sensación sofocante.
Ni siquiera lo vio venir, hasta que la aguja se incrustó en su pecho, el ardor lo hizo abrirse la kasaka para ver como del sitio donde se habría incrustado la aguja nacía una marca negra en forma de roseta.-Es un sello de maldición- susurró una voz que le pareció distorsionada pero muy conocida-, no pensaba atacarte a traición, pero supongo que estamos a mano.
-¿Un sello maldito?- jadeo en azabache, mirando como su antigua compañera de equipo se descubría la cabeza, exhibiendo ese inconfundible y exótico cabello.
-Sí, te destruirá si tu chakra entra en contacto con el de mi hija- soltó ella con frialdad-, no se a que viniste, o para que hablaste con Kakashi, pero tus asuntos son conmigo.
-Entonces es cierto- intento enderezare haciendo una mueca de dolor-, esa niña... ¿es mi hija?
-¡Ni siquiera te atrevas a nombrarla!- gruñó con fiereza la pelirosa-, eres un maldito Sasuke Uchiha y te odio, pero vine aquí a negociar.
-¿De qué hablas?- continuó al azabache, confundido y mareado por la marca en su pecho.
-Iré contigo a Konoha, si nos vamos ahora a Kakashi le tomará unas horas poder seguirnos, sin embargo, si nos alcansa tendrás que matarme, frente a él... Y será tu castigo cargar con el odio de tu antiguo sensei y lo que pueda generar en Naruto- el rostro de Sasuke palideció, ¿quién era ella y que había hecho con Sakura?-. Pero si llegamos a Konoha sin encontrarnos con Kakashi me entregaré, afrontaré todos los cargos pero tú le darás a Naruto toda la evidencia que le deje a Kakashi una vez que él vuelva a la Aldea y exhibirás públicamente los crimenes que Koharu cometió junto con la evidencia que incrimina a todos los ninja que asesine como rebeldes dispuestos a derrocar la alianza provocando disturbios. ¿Estas de acuerdo?
Sasuke la miro perplejo. A su mente vinieron una serie de imágenes de la pequeña Sakura de 12 años. La niña recién graduada con voz chillona que aseguraba amarlo, aquella que lloró en el bosque de la muerte durante el ataque de Orochimaru y había enfrentado a los ninja del sonido para defenderlos, la niña que le había rogado no dejar Konoha... con los años había crecido, ahora era una talentosa ninja médico, y ahora parecía alguien diferente a la que recordaba, ese cambio era culpa suya y de nadie más, por haberla tomado contra su voluntad, aniquilando todo rastro de amabilidad y ternura con ello. Ahora debía asumir las consecuencias de sus acciones, afrontando a Kakashi y a Naruto.
Asintió lentamente, sin perder de vista el rostro de la chica.-Entonces vámonos- concluyó, iniciando la carrera contra el tiempo para dejar el país de la primavera.
No sabía cuántas horas habían pasado, el lloriqueo de Aiko fue lo que le hizo despertar. Busco en la cama el cuerpo de la joven pelirosa, levantándose de golpe al no encontrarla.
-¿Sakura?- preguntó mientras se acercaba a la cama de la inquieta niña.
Tomandola en sus brazos buscó por la habitación alguna señal de la chica. Todo lo que encontró fue una bolsa llena de pergaminos y una nota con su nombre.
Las lágrimas escaparon de sus ojos al leer la nota...Kakashi
No sé en qué momento mis sentimientos comenzaron a cambiar, no sé si fue culpa de aquella sonrisa que siempre tenías para mí en los momentos difíciles o el que me permitieras estar cerca durante tu labor como Hokage. Estoy profundamente arrepentida por traicionar tu confianza. Sin embargo, quiero que sepas que no hubo un sólo día que no pensara en ti... en que no recordara nuestros paseos, o anhelara tu compañía. Estos últimos meses fueron demasiado difíciles, no sabes cuántas veces quise regresar, pero cuando me di cuenta ya había hecho demasiadas cosas como para volver y rogar el perdón...
Aún así viniste a buscarme, rompiste las reglas y volviste a mi lado, logrando que finalmente mi vida estuviera completa; verte junto a mi pequeña, tomándola entre tus brazos con tanto cariño como si fuera tuya, hizo que todos mis temores por el futuro desaparecieran... esa era la imagen con la que soñé desde niña, compartir esa alegría tan grande con la persona que siempre ha mostrado su preocupación por mí y de la cual ahora estoy profundamente enamorada... gracias Kakashi, por ser mi maestro, mi consejero, mi amigo... mi último gran amor...Siempre tuya.
Sakura.Arrugó la hoja de papel en un puño y se obligó a sonreír mientras atendía a la bebé, dejándola en la cama comenzó a preparar su equipaje. Conociéndola, Sakura estaba en camino a Konoha, probablemente con Sasuke. Un nudo de formó en la boca de su estómago, le enfermaba la idea de que él estuviera cerca de ella, después de lo que había hecho... no la merecía.
Suspirando invocó a Pakkun, dándole la orden de adelantarse y buscar a aquellos dos shinobi.-Preciosa... iremos a dar un paseo- le dijo a la niña, saliendo del lugar por la ventana.
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Sakura ni no Kage [TERMINADA]
Fanfic¿Porqué ocultan todo esto?, se preguntó Sakura tras encontrar documentos médicos clasificados en la Torre Hokage. Con la esperanza de aplicar nuevas técnicas que salven la vida de muchos ninja en el futuro, decide corroborar la información pero es d...