Capítulo 18

582 18 2
                                    

Una vez llegamos al portero y les enseñamos nuestros DNI, el hombre nos permite la entrada y nos adentramos en el mundo de la discoteca. Lucia, Kate y yo nos cogemos de las manos para no separarnos y caminamos lentamente, observando a la gente bailar. Avanzamos a la vez que damos empujones para que nos dejen caminar.

Los chicos se ponen a hacer el tonto y nosotras nos movemos, incómodas y avergonzadas, como robots. No nos gustan esos sitios y no estamos muy cómodas. De vez en cuando los chicos nos cogen para que nos movamos más pero resulta imposible.

–Me voy a tomar algo, ¿alguien viene? –Kate pregunta de repente.

–Vamos contigo –respondemos Lucia y yo a la vez.

Nos dirigimos a la barra. Lucia y yo pedimos una coca-cola y Kate un Nestea.

Empezamos a reírnos de la manera que bailan algúnos mientras nos sentamos en unos taburetes al lado de la barra cuando unas chicas se acercan. Són las chicas que se rieron de la chaqueta que llevaba puesta.

–Chicas, mirar quien viene por ahí –les susurro dirigiéndome a ellas con la mirada.

Nos ponemos a hablar para disimular y una chica me interrumpe. Es la que se metío conmigo.

–Perdona, ¿conoces a esos chicos? –me dice señalando con el dedo a nuestro grupo de amigos.

Me la quedo mirando un buen rato. Tienes los ojos azules, los cuales te hipnotizan y el pelo rubio rizado, muy largo. Tiene la nariz fina y unos dientes bonitos. Realmente es guapa la chica.

–Sí, ¿por qué? –le respondo al rato, con curiosidad.

–Porqué no quiero que os acerquéis más a ellos. ¿Entendido? –muestra una sonrisa falsa y repugnante.

–No –le contesto mirándola fijamente.

–¿Qué has dicho? –pregunta con cara de asco.

–He dicho que no pienso hacer lo que tu me digas sin ningún motivo.

–Está bien, te diré el por qué. Antes nosotras nos juntábamos con ellos y eramos todos mejores amigos hasta que la cosa se rompió y está haciendo lo mismo con vosotras.

Asiento pero no me fió mucho. Tal vez es todo mentira.

–Puede que esta vez no se rompa la cosa –le digo mirando a mi vaso.

–Se romperá, hazme caso. Y mejor que no te acerques a Dylan.

De repente, noto como se me forma un nudo en la garganta al escuchar el nombre dicho por ella.

–¿Lo conoces? –le digo con voz más aguda.

–Sí, y mejor que tú. Me llamo Steisy, ¿no te ha hablado de mí? –me pregunta de reojo y suspira.

–No, por suerte.

Se empieza a reír sola y sus dos amigas se ríen con ella. Steisy se levanta del taburete y desparece de mi vista. Cuando se va, me giro a las chicas.

–Joder –susurra Kate con los ojos abiertos. Lucia tiene la mirada perdida y la boca abierta.

–¿Se supone que me tengo que preocupar por ella? –les pregunto a las chicas un poco nerviosa.

–No. Solo te ha dicho todo eso para meterte miedo y por celos. Tu tranquila y no le hagas caso –Lucia me anima y yo le sonrío como agradecimiento.

Me giro en dirección a la pista y busco con la mirada a los chicos. Están todos bailando y haciendo el tonto sin parar de reírse. A más de uno se le van los ojos e intentan ligar pero les resulta difícil. Dylan se queda quieto y me mira al igual que yo a él. Empieza a caminar en dirección a nosotras pero una chica rubia le detiene poniéndose en frente a él. Dylan intenta apartarse de ella pero la chica insiste y sigue hablándole.

Me gusta simular que no te miroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora