Abro los ojos poco a poco, molesta por la claridad de luz que sale disparada de una ventana detrás de mi. Me doy la vuelta y sigo durmiendo hasta que oígo a alguien hablar.
–Sí mamá, estoy bien... –escucho susurrar a alguien quién me resulta muy familiar por su voz–. Adiós, te quiero.
Abro los ojos como si de repente el sueño hubiera desaparecido y me quedo mirando el techo sin mover un músculo de mi cuerpo. Giro mi cabeza poco a poco y veo un escritorio blanco con un portátil abierto y de fondo una foto de Dylan. Giro la cabeza para el otro lado rápido y la pared está llena de posters de grupos de música y al lado un armario gigante medio abierto. Me levanto de la cama sin hacer ruido aún sabiendo que estoy sola en esta habitación y voy en dirección al armario para llegar a una conclusión: si estaba en la habitación de Dylan.
Efectivamente, al abrir la puerta del armario, veo miles de perchas con sus chaquetas grandes y gruesas y abajo, en las estanterías, sus sudaderas y por último, en un pequeño armario sus bambas.
–¿Te gusta mi ropa? –dice Dylan de repente apoyado en la puerta haciendo que saltara del susto.
–Joder, que susto me has dado –le gruño después de dar un pequeño grito y taparme la boca con las manos.
–Vaya chafardera estás hecha –se ríe.
–oye, tenia que averiguar donde he dormido esta noche.
–¿Mirando mi armario? –me pregunta con las cejas levantadas y sonriendo.
–Sí, Dylan. Se sabe mucho de una persona por su ropa, listo –pongo mis manos en las caderas.
–Vaya, no sabía eso –niega con la cabeza.
–Tu no sabes muchas cosas que yo sé –le vacilo.
–Pues entonces dímelas.
–No, porque no quiero que nadie más las sepa –suspiro riendo–. ¿Que pasa?
–Nada –dice riéndose.
–¿Por qué te ríes? Algo tramas seguro.
–Bonitas bragas –me guiña un ojo riendo a carcajadas al ver mi reacción.
–Tu lo que eres es un gilipollas. Sal de aquí –le digo poniendo de espaldas a él para que no vea lo roja que me he puesto y cojo un cojín con el que me tapo el culo.
–Te recuerdo que es mi cuarto –me dice serio mirándome de manera intimidante y vuelvo a girar la cabeza para la ventana–. ¿Te has enfadado?
–No –le digo sin mirarle.
–Sí.
–¡Que no! –le digo más fuerte.
–¿Y por qué no me miras?
–Porque eres un guarro.
–Era de broma, Clau. Además no es nada malo. Mira si quieres voy yo en calzoncillos y en paz –dice a la vez que se desabrocha los pantalones.
–¿PERO DE QUE VAS? SÚBETE AHORA MISMO LOS PANTALONES, JODER –le grito como una loca tapándome los ojos.
–Vale, vale. Tranquilízate –no para de reírse–. Eres como una cría pequeña.
–Pues muy bien, ahora vete que me tengo que vestir.
No dice nada y desaparece cerrando la puerta detrás de él. Como no me fío de él, cojo un silla y la pongo delante de la puerta para que no la pueda abrir. Voy a la cama y busco entre las sábanas los calcetines. Una vez los encuentro, me los pongo y busco el vestido. Lo encuentro en el suelo doblado y pisoteado. Me lo pongo después de sacudirlo y me pongo las botas. Quito la silla y salgo de la habitación en dirección al comedor.
–Ya estoy –le sonrío tímidamente y él me responde con otra sonrisa.
Me siento en el sofá al lado de él.
–¿Tendrás hambre, no? –me pregunta levantándose y yendo a la cocina.
–Bastante –lo sigo.
Me siento en la mesa de la cocina y cojo unos cereales de chocolate. Tiro unos cuantos en el bol y Dylan me prepara el cola-cao.
–Oye, necesito preguntarte algo –le digo mordisqueando el cereal crujiente.
–Adelante –Dylan saca la taza del microondas y me la sirve.
–Gracias. ¿Has dormido...? –le pregunto con miedo de saber la respuesta cuando me interrumpe.
–He dormido en el sofá, tranquila –me dice a la vez que se sienta en una silla de al lado mío.
–Ah vale –suspiro de satisfacción.
–No soy tan gilipollas como te piensas –susurra.
–Pero no entiendo nada –doy un sorbo y después de tragar continúo–. ¿por qué he pasado la noche en tu habitación y no en la mía? ¿Y que hicimos anoche? No me acuerdo de nada, dios.
–Fuimos a tomar algo y luego fuimos a tu casa porque te dolía mucho la cabeza y estabas muerta de sueño pero no te llevaste las llaves y te acogí en mi casa porque dió la casualidad de que mis padres trabajaban de noche que sino te hubieras quedado en la calle –se empieza a reír–. Y bueno, me pediste que te ayudara a quitarte el vestido y las botas y al segundo te dormiste.
–Vaya, realmente no eres tan gilipollas como pensaba –me río–. Eh, ¿y mi madre? Estará muy asustada tengo que llamarla...
–Eh, tranquilízate. Ya me he encargado yo de eso.
–¿Se puede saber que has hecho? –le pregunto preocupada.
–No he hecho nada. Le he dicho que había quedado contigo para ir a correr pronto y que por eso no estabas en casa.
–En verano nunca madrugo, Dylan. Es imposible que se lo haya creído. Me va a matar –digo poniéndome las manos en la cabeza.
–Ya, pues se lo ha creído.
–No me lo creo –le digo mirándole un buen rato sin decir nada–, ¿en serio?
–Que sí, tonta.
–Flipo. ¿Y las chicas están bien?
–Perfectas. Cada una en su casa. Clau, deja de preocuparte, todo está bien.
–Vale, tienes razón. Gracias por todo.
Dylan me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.
–Bueno, va siendo hora de que me vaya –le digo.
–Está bien. Ah por cierto, esta tarde tengo entreno de fútbol. ¿Me vendrías a ver? –Dylan pone cara de cachorro.
–Uf, me da mucha pereza. otro día –le digo medio riendo.
–Jo, bueno vale –Dylan agacha la cabeza,
–Que es broma, tonto. Les diré a las chicas de ir a verte. ¿Los demás también juegan?
–Niall, Jake y yo –contesta.
Asiento y me dirijo a la entrada.
–Es a las 5.
–Allí estaremos.
Nos abrazamos y me voy a mi casa, justo en frente. Antes de entrar me giro para verlo, apoyado en el marco de la puerta, mirándome sin expresión algúna y sin moverse. Está tenso y le muestro una sonrisa tranquilizadora la cual hace que reaccione y sonría, mostrando sus perfecta sonrisa amplia. Se despide de mí con la cabeza y cada uno entra a su casa, a pocos centímetros de la otra.
(Lo siento por no publicar ningún capítulo en todo este tiempo, he estado muy ocupada por el instituto y espero colgar más a menudo, gracias por leer! :)
![](https://img.wattpad.com/cover/20140095-288-k447472.jpg)