𝟎𝟎𝟐

11K 1.3K 1.2K
                                    

Temprano por la mañana, sus maletas ya estaban listas en la entrada de su casa, su madre lloraba en silencio, mientras su padre leía el periódico, indiferente.

Madre, lo siento tanto. Padre, quizás algún día logre hacerte sentir orgulloso.

– ¿Algo que decir jisung? –preguntó secamente el señor han.

Negó con la cabeza y los siguió al auto. Guardo sus maletas y tomo asiento en la parte trasera.

Nadie decía ni una sola palabra, solo se podían escuchar los sollozos de su madre en la parte delantera del auto. Jisung intentó con todas sus fuerzas no llorar, observó resignado el paisaje de esa nublada mañana, una solitaria lágrima recorrió su rostro y la secó rápidamente. Hundido en sus pensamientos, se preguntó así mismo; ¿Y ahora qué?

Estaba completamente perdido, jamás sería normal. Estaba enfermo y lo sabía.

Siquiera podía comer sin culpa, era patético.

Después de 30 minutos de viaje, se sentía aún más cansado, se dejó vencer por el sueño quien lo abrazaba dulcemente y finalmente sus ojos se cerraron.

– Llegamos – gritó su padre, haciendo que tanto la madre como el castaño saltarán del sustom

Jisung, quien se encontraba en un profundo sueño, despertó confundido, hasta que los recuerdos inundaron su mente. Trago duro y asintió.

Bajo sus maletas del auto, mientras su madre repasaba su lápiz labial y su padre acomodaba su carísimo reloj. ¿De que le servía presumir tanto dinero si aún así era infeliz?

Su padre sin nada más que esperar, comenzó a caminar con su madre tras el, noo había más opción que seguirlos, se dio cuenta en donde estaba y las ganas de llorar volvieron, ¿tanto lo odiaba su padre como para traerlo a este lugar?

"District 9- internado" leyó un cartel a lo lejos.

Jisung sabía perfectamente de que se traba ese lugar y lo que podrían hacerle si no obedecía las reglas. Uno de los internados más famosos y caros de todo Corea del Sur, donde cada niño que entraba, salía siendo uno nuevo o eso decían los estúpidos folletos, con solo mirar el lugar todo su cuerpo temblaba.

Era un gran lugar, rústico, habían tres torres en todo el 'campus', separadas por nombres "torre A de los perdidos", "torre B de los reclutados" "torre C de aislamiento". Aunque intento descifrar los extraños nombres de cada torre, se rindió al saber que ya habían llegado a la gran entrada del lugar.

Mientras su padre hablaba con la recepcionista, Jisung seguía observando el lugar, era todo muy elegante, rústico y aterrador. No se oía ni el más mínimo ruido.

- Buenas tardes.

Jisung observó al hombre perteneciente de esa voz tan escalofriante. Su aspecto era algo mayor, sus mirada penetrante y aterradora, vestí un traje completamente negro y su rostro era adornado por unas grandes gafas de sol, lo que era irónico porque estaba completamente nublado y era pleno inverno.

- Señor Park.- saludó su padre con una referencia.

Jisung y su madre lo siguieron en el saludo.

- Y dime, ¿que tenemos por aquí?.- le pregunto mientras se acercaba lento.

No sabía en qué momento había comenzado a temblar, pero tener a ese hombre tan cerca le causaba un presentimiento horrible. El señor Park se quitó las gafas y Jisung ahogó un grito, tenia uno de sus ojos totalmente deforme, he intento no fijarse en ese gran detalle, quise no pensar en eso, pero mi curiosidad era aún más grande y potente, ¿que le habrá pasado?

- Bueno señores Han, creo que ya es hora de que se marchen, nos encargaremos muy bien de su hijo. Ya verán como su comportamiento cambiará y su enfermedad curará.

Al escuchar lo ultimo, un nudo se formó en la garganta de Jisung, ¿lo iban a curar?

- Te amo hijo, perdóname.- su madre tomo sus manos y su padre la apartó rápidamente.

Se quedó parado allí viendo como su padre arrastraba a su madre de vuelta al auto, definitivamente lo abandonaron.

- Tu habitación es la 466, torre de los perdidos.- dijo secamente la recepcionista, mirándolo de arriba abajo, con una mueca de asco.

-Gracias.- susurró avergonzado.

Tomo sus dos maletas y comenzó a caminar a la torre. Se sentía tan roto, ¿por qué su padre hacía esto?, ¿su madre estará bien?

Un golpe interrumpió completamente sus penosos pensamientos.

- Mira por donde vas idiota.- un chico alto, con el cabello rojo lo miraba furioso.

- Lo siento mucho, yo no quería.- dijo en susurro, luchando por no llorar.

- ¿Eres el nuevo verdad? agradece que tengo lástima por lo que te espera, solo por esa razón no te parto la puta cara.- el chico de cabellos rojos le guiñó un ojo y se fue de allí.

¿Lo que me espera? un escalofrío recorrió su cuerpo, ¿qué tal malo podría ser?

Volvió a tomar sus maletas y comenzó a caminar a la dirección de la Torre, esta vez mirando a su alrededor para no toparse con nadie, observó el lugar, era gigantesco y eso lo hacía aún más aterrador.

Tomo el primer ascensor, que pillo y leyó la etiqueta de esta. "Habitaciones de la 460 hasta la 470, piso 10", presionó rápidamente el botón número 10 y espero tranquilamente su parada.

El ascensor se abrió y salió inseguro de él, se adentró hacia el pasillo, habían muchos cuadros y ventanas gigantescas. Busco rápidamente su habitación y recordó que la recepcionista en ningún momento le entregó una llave o algo.

Inseguro le dio unos golpes a la puerta 466, al no oír respuesta alguna, suspiro hondo y llevó su mano al picaporte de esta; estaba abierta, sorpresa. Al entrar se encontró con una escena completamente devastadora, un chico de cabello castaño claro, tumbado en una de las dos camas, totalmente golpeado.

- ¿Te encuentras bien?.- pregunto Jisung mientras se acercaba al chico rápidamente.

Quiso darse una abofeteada mental por la estúpida pregunta que acaba de hacer, es obvio que el chico no se encuentra bien.

El chico castaño abrió sus ojos y lo miro confuso.

- ¿Como te llamas?.- le pregunto este.

- Jisung, Han Jisung.- respondió rápidamente. - Diablos, ¿que te ocurrió?

El chico castaño lo miro por unos segundos más y le regalo una sonrisa.

- Oh, no te preocupes por eso Jisung, estoy bien.- le regalo otra sonrisa. - Soy Felix, por cierto.

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora