𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟒𝟗

La vida es inesperada y en el peor de los casos demasiado cruel. Aveces las almas más inocentes son condenadas y expuestas a pagar por la perversión y maldad de otros... ¿qué tan lejos podemos llegar?, ¿qué haríamos por amor?

Minho, se te acaba el tiempo...

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Jisung y Felix se encontraban en el sofá color azul del lugar, su tarde se basó en mimos y mucho amor, como era costumbre en ellos dos. El ambiente era tranquilo, la incomidad no existía en su relación. Pero el rubio no podía ignorar el gran sentimiento de preocupación, su cuerpo estaba tenso y un terrible mal presentimiento lo inundaba por completo.

Habían estado jugando todo el día con los más pequeños, lo cual llenaba el corazón del menor, que había descubierto su gran amor por los niños. Ahora estaban cenando en sus respectivas habitaciones.

– Cuando salga de aquí me gustaría ser maestro – dijo Jisung sorprendiendo al rubio, que le regalo una gran sonrisa.

– ¿Por qué? – pregunto interesado.

Han sonrió nervioso, le avergonzaban un poco sus razones y hasta creía que eran ridículas por las circunstancias.

– Creo qué – dudó – me gustaría darles otra visión a los jóvenes sobre lo que es la vida en si, educar sus valores y no solo con el conocimiento de estudiar, si no a volverlos más humanos, algo así supongo.

Jisung desvió su mirada, al analizar lo que dijo le pareció un tanto patético.

– Seras un gran maestro Sunggie, prometo que haré lo posible para que mis futuros hijos te hagan enloquecer – bromeó Felix, haciendo reír alegremente al menor.

– ¿Cómo era tu vida antes de llegar a este lugar?, nunca imaginé que terminaría sufriendo en un lugar como este – suspiró.

Felix lo miró perdido, hundiéndose en los más profundos de sus recuerdos.

▪︎La vida de Felix, al borde del caos▪︎

Felix caminaba inquieto por las calles de Incheon, el sol ya se había escondido hace unas largas horas atrás y espero el momento más adecuado para salir. El clima estaba cálido, pero sus nervios lo hacían temblar de forma descontrolada.

Se posicionó fuera del local a un lado de unas chicas en su misma situación de vida, las cuales le sonrieron amables.

– ¿Cuál es tu nombre cariño? – preguntó una chica de cabellos rojos y endulado, Felix podía jurar que tenía arriba de 20 años aprox, era realmente hermosa.

– Felix – susurró avergonzado, mientras   removia su cabello color castaño.

La chica lo miró triste pero no quitaba la sonrisa de su rostro. Le daba algo de seguridad en esos momentos horribles.

– Tienes suerte Felix, eres un chico muy guapo y joven – prendió un cigarrillo – hoy es sábado así que esperemos mañana podamos tener la suerte de comer.

– Tengo algo de miedo – dijo triste.

– Lo sé cariño – acaricio su rostro – si te hacen mucho daño tú solo muerdeles el pene y sales del auto corriendo – rió.

Felix asintió y poco a poco las mujeres comenzaron a subir a autos desconocidos, llegando al punto en el que quedó solo en el lugar. Los minutos se sentían como largas horas y comenzaba a asustarse.