𝟎𝟑𝟓

4.9K 674 791
                                    

Los tres chicos se encontraban sentados en el césped mientras jisung lloraba desconsolado por lo ocurrido unos minutos atrás. Felix acariciaba la cabeza de su amigo mientras taehyung palmeaba su hombro en señal de apoyo, aunque no tuviera idea que sucedía realmente con él.

– ¿Lo conoces jisung? – preguntó amablemente el lindo chico.

– Es mi ex novio – secó sus lágrimas – y siquiera se que hace aquí.

– Que idiota, no podría con la idea que una persona tan guapa como tú fuera mi ex – sonrió – debe estar arrepentido.

Jisung sabía que solo intentaba hacerlo sentir mejor, pero él no tenía idea de las verdaderas razones por las que se encontraba triste, pero aún así lo animó.

– Gracias – el castaño le regaló una enorme pero triste sonrisa.

– Ya sé, hay unos perdidos que trafican donas de chocolate – dijo el rubio – ya vengo, son deliciosas.

Felix se levantó entusiasmado y comenzó a correr en dirección a la torre 1 y en él campus ya comenzaban a verse más internos, ¿cuánto tiempo había pasado?

El silencio entre los dos chicos desconocidos era realmente incómodo.

– Hmm, y bueno – tae rasco su nuca – ¿cómo es que llegaste aquí?

Su pregunta rompe hielo lo sorprendió.

– Depresion, bulimia y ser muy gay para compartir hogar con mi padre – rió – él no quería un hijo enfermo.

– ¿Cómo va tu salud? – preguntó serio.

Jisung se conmovió bastante por la mirada sincera y preocupada que le entregaba este desconocido.

– Esta muy bien gracias – sonrío – pero lo gay aún no se va – resoplo haciendo reír al pelinegro. Tenía una bella sonrisa.

– Me agradas jisung, si bateara para ese lado, tu serías precisamente mi tipo.

El menor no sabía si tomarlo como un cumplido o algo parecido, pero se sonrojo horrible por aquellas palabras.

– Deberímos alcanzar a lix – dijo cambiando el tema rápidamente.

– Tienes razón, vamos.

Los dos chicos se levantaron del húmedo césped y caminaron entre risas en dirección a la torre 1. Tomaron asiento sobre unas bancas cerca de la entrada del instituto, frente a la torre de los perdidos y esperaron allí tranquilamente.

– Estoy tan cansado – se quejó taehyung.

– ¿Por qué?, no hicimos mucho ejercicio por mi culpa – contestó triste.

– Anoche no pude dormir bien, mi compañero de habitación es demasiado ruidoso – soltó un bostezo.

– Felix ni se mueve por las noches y eso asusta muchísimo, créeme.

Taehyung rió dulcemente.

– ¿Y tú como te comportas en las noches?

Jisung no quiso mal interpretar esa pregunta, pero lo hizo igualmente.

– ¿Yo?, no lo sé – respondió nervioso – creo que hablo dormido o algo asi.

El mayor solo asintió mientras otro bostezo salía de su boca y apoyaba su cabeza sobre mi hombro.

– Ya quiero probar esas donas.

El castaño asintió y comenzó a alarmarce por la demora de felix, quizás el muy torpe fue a comerlas solo.

– Oppa – dijo una voz chillona que provenía de una linda chica parada frente nosotros. Llevaba puesto un lindo vestido rosa, sus manos estaba extendidas con unos lindos pastelillos sobre ellas – hice esto para ti – dijo com la mirada gacha para luego irse corriendo enseguida.

– Wow, a mi solo me dan palizas, ¿es tu novia? – preguntó curioso.

– Siquiera la conozco – sonrió – ¿quieres un pastelito? – ofreció.

– Claro, felix debe estar atragantandose con las donas el solo – extendió su mano.

Taehyung negó con la cabeza y dirigió un trozo a la boca de jisung, quien sorprendido lo recibió gustoso y quedó encantado por el delicioso sabor.

– Ahora entiendo porque te fuiste tan rápido en la mañana – dijo una voz frente a ellos. Mierda, minho.

– ¿De qué hablas? – preguntó molesto y al mismo tiempo se levantaba de su asiento.

– ¿Quién es este idiota? – soltó minho entre dientes, su frente estaba arrugada y como era de costumbre sus manos hechas un gran y fuerte puño. Sus pupilas estaban dilatadas y sentía que lo golpearía en cualquier momento.

– Veté – ordenó firmemente jisung.

Minho abrió sus ojos de golpe, se acercó al pelinegro y lo tumbó en el piso.

– ¿Quién te creer tú pedazo de mierda? – gritó mientras soltaba golpes en el rostro del reclutado.

El pelinegro no estaba pensando con coherencia, con siquiera un poco de razonabilidad. Solo golpeaba sin razones para deshacerse de todo el enojo que se apoderó de su cuerpo desde que jisung dejó su habitación esa mañana.

Han gritaba entre lágrimas que dejara de golpearlo, que estaba mal interpretando las cosas. Pero no, el no quería explicaciones, quería ver la sangre de ese inútil cubriera todo su horrible rostro.

– Me mentiste jisung, me mentiste para estar revolcándote con esta basura.

Le lanzo una patada a taehyung quien confundido aceptaba los golpes.

– ¡Minho detente! – gritó el castaño.

– Eres un asco jisung – gritó – ¿pero sabes qué?, quédate con él, no me interesan las cosas que cualquiera las puede tener.

Ese fue un golpe bajo.

Recordó las frías y traumandes palabras de renjun hace un tiempo atrás.

"Jisung, ¿de verdad creíste que jaemin se interesaría realmente en alguien como tú?"

"Él jamás se interesaría en una persona como tú"

Y allí fue cuando su corazón explotó sin dejar trozo alguno.

– ¡Llegué con las ... – paró en seco – ¿qué le pasó a tae? – preguntó mientras se lanzaba al piso a ayudarlo.

El pelinegro abrió los ojos sorprendido al ver a felix allí y entendió que todo había sido un mal entendido.

– Veté, porfavor – susurro en un hilo de voz.

– Lo siento jisung, creí que...

– ¡Veté!– gritó.

– No, tienes que entender.

– ¡Mierda, que te vayas!

Minho presionó la muñeca del menor y lo obligó a caminar tras de el. Lo arrastraba a toda velocidad sin importarle los quejidos de dolor del castaño. Entraron al instituto y el pelinegro lo lanzó al primer salón que encontró.

–  No puedo, no puedo verte con nadie más – poso sus manos por su cabeza desesperado.

Jisung lloraba en silencio.

– Tú no entiendes, tú hiciste una promesa, ¡tienes que ser leal!

No obtuvo respuesta.

– De verdad lo siento, ¡ponme atención! – gritó mientras lo agarraba de los hombros.

– Me haces daño, minho.

El pelinegro presionó más fuerte para luego soltarlo en desesperación. Tomo su rostro y unió sus labios en un incómodo y forzado beso. Sus manos temblaban y sentía el miedo correr por sus venas.

Una horrible sensación lo inundaba, pero no terminaba de gustarle en lo absoluto.

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora