𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟏𝟗

Irene se encontraba sentada a horcajadas sobre mi, mientras que besaba mi cuello de manera desesperada, la música del primer piso retumbaba en mis oídos, me sentía enfadado y necesitaba liberar mi estrés de alguna u otra forma, Irene era una buena solución a mis problemas en estos momentos.

- Lee know.- susurró coqueta en mi oído.

La comencé a besar mientras recorría su espalda y presionaba fuertemente su cintura.

Comenzó a moverse rápidamente y pequeños gemidos de placer se escapaban de mis labios, se deshizo de su blusa torpemente dándome el paso para acariciar de mejor manera su cuerpo, de un momento a otro todo se volvió más intenso.

- ¡LEE KNOW!.- gritó alguien entrando a la habitación.

Irene se levantó rápidamente cubriendo su pecho desnudó y Changbin se encontraba mirándome fijamente con una mueca de "lo siento" en su rostro.

- ¡Idiota!, pudiste haber tocado antes.- gritó enojada mientras se ponía nuevamente la blusa y salía de la habitación.

Changbin comenzó a reír.- Fiu, ni que fueran hacer algo que jamás hubiera visto antes.

Rodé los ojos y me levanté de la cama.

- Espero sea algo realmente importante como para haber interrumpido un gran polvo.

- Oh, claro que si lo es.- sonrió.- llegó mercancía importante.

- ¿Cuándo?.- pregunté de inmediato.

- Acaba de llegar.- respondió obvio.- les dije que la dejaran en la bodega, el primer piso está hecho un caos y sería imposible traerla hasta aquí sin que nadie la viera.

- Si entiendo, hiciste bien, ¿cuánto es?

- Será mejor que lo veas por ti mismo.- sonrió orgulloso y supe que se trataba de algo bueno.

Salimos de la habitación y una cantidad de gente se encontraban inconscientes en el pasillo, algunos completamente vomitados.

- Que puto asco tus fiestas, Changbin.- dije asqueado mientras baja las escaleras.

- ¡Hola, Lee know!.- me saludaron animadamente un dúo de chicas, las miré con desprecio y bajaron la mirada enseguida.

- Tienes que dejar de ser así.- susurró el pelinegro cerca de mi oído.

- Me vale una mierda.- mire a Changbin y este se encontraba mirando a un punto del lugar con una mueca de notoria sorpresa.

- ¿Qué?.- pregunté mirando hacia donde apuntaban sus ojos.

Ahí se encontraba Jisung, hablando alegremente con un par de chicos, su cabello estaba alborotado, sus ojos brillaban y llevaba una camisa negra ladeada dejando ver parte de su cuello, decorado por varios chupetones.

- ¡Que mierda!, se supone que te lo llevarías devuelta a su torre.- le grité al pelinegro.

- Jamás me llamaste para ir a buscarlo, ¡creí que aún estabas con el en tu habitación!.- se encogió de hombros.

- Grandísimo idiota que eres.- dije caminado rápidamente hasta donde se encontraba ese estúpido castaño mal agradecido.

Changbin venía corriendo tras de mí mientras marcaba un número en su celular, seguro estaba llamando al rubio raro ese. Empuje fuertemente a un moreno que se interpuso en mi camino. Al llegar al destino varias risas y gemidos ahogados inundaron mis oídos. Ahí se encontraba Jisung besándose con un chico de cabellos naranjos, las piernas del castaño temblaban haciéndome entender que estaba tan borracho que siquiera podía ponerse de pie. Era verdad que este chico no me agradaba ni un poco, pero no dejaría que se aprovecharan de él estando casi inconsciente.