Diferente | ReiMob

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─Crees que vendrá?─le preguntó Shigeo a Hanazawa, quien se encontraba sentado en la cama.

─Le di las suficientes dudas como para que no esté ni un minuto más sin verte─le aseguró el rubio, viendo lo tenso que el esper azabache se ponía.

─Aún así, mi maestro... ─Mob agitó levemente su cabeza a modo de negación─. Mejor dicho, Reigen no es el tipo de persona que le da demasiada importancia a algo tan insignificante como esto.

─Oh... desde cuándo dejaste de referirte a él con respeto?─Teruki sabía que todo ya estaba perdido. Shigeo estaba conpletamente enamorado de ese sujeto.

─Desde hace un tiempo dejé de verlo como a alguien de quien debería aprender algo... ahora lo veo como a un hombre, el cual por un momento quise que fuera mío.

─Espera... tan rápido te estás rindiendo?─inquirió Hanazawa con interés, aunque no quería adelantarse a nada todavía.

─Hoyuelo me lo dejó todo claro ayer─le empezó a decir Mob, con esa familiar amargura otra vez─. Ya te lo había dicho, no tengo ninguna oportunidad con alguien que me gana por varios años.

El rubio suspiró, se levantó de la cama y caminó en dirección a Shigeo. No le gustaba verlo de esa forma, deprimido, desolado, con las esperanzas e ilusiones regadas por el suelo... incluso ya sería el colmo si se pusiera a llorar.

─Hanazawa?─preguntó Shigeo apenas sintió las manos ajenas posándose sobre sus mejillas, al tiempo en que recibía una mirada tan comprensiva...

─No te rindas... al menos no todavía─le pidió el rubio con una voz dulce, para relajar un poco sus emociones─. Te fijaste en un hombre mayor, y eso qué? Reigen no es una persona mala, y tampoco deja una pésima impresión acerca de sí mismo. Ante todo le importas tú, porque cuando necesitabas hablar con alguien sobre tus poderes, lo primero que hiciste fue acudir a él, y ese hombre no dudó en escucharte y ayudarte a usarlos.

Mob solamente oía en silencio, sintiendo la calidez que las manos del rubio le transmitían a través de la piel.

─Sé que será difícil, pero de verdad espero que entre tú y Reigen... ─Teru sintió un nudo en su garganta, sabiendo que ante todo debía evitar llorar; se supone que debía darle ánimos─. Realmente espero que acepte tus sentimientos, y no por compromiso ni porque te deba varios favores por haberlo ayudado en su trabajo. Ojalá salga de él mismo y de su corazón la intención de quererte de la misma forma en la que tú lo quieres a él, incluso si a vista de otros eso está mal.

─Hanazawa... ─las lágrimas simplemente salieron, pero no del rubio precisamente. Mob se sentía conmocionado por sus palabras, queriendo albergar aunque fuera una mínima esperanza con su maestro; sin más se aferró a Teruki, en modo de agradecimiento por su apoyo.

Con gusto Hanazawa le correspondió el abrazo, dejando que Shigeo se desahogara entre sus brazos.

─Siento interrumpirlos, tortolitos─una tercera voz los sacó de la burbuja en la que ambos menores se encontraban.

─Hoyuelo?─Mob se separó lentamente del contrario, secándose como pudo las lágrimas.

─Tenías que llegar justo ahora?─reclamó el rubio, teniendo todas las ganas de exorcizar una vez más al espectro por arruinar el bonito momento.

─No lo habría hecho si no fuese importante─Hoyuelo se sorprendía de lo enamoradizos que podían llegar a ser los jóvenes de hoy en día─. Reigen viene para acá dispuesto a dejar todo claro, Shigeo.

─De verdad?─de la nada la tristeza pasó a ser una inminente alegría para Mob, corriendo a verse al espejo para ver si tenía todo en orden con respecto a su ropa.