Titulo: Me debes algo.
— Abrí mis ojos lentamente para ir acostumbrándome a la luz. La cabeza me dolía horrible y luego recordé la fiesta que tuve anoche.
— Inspeccioné toda la habitación y pude ver muchas cosas de chicos, en ese momento me sentí un poco preocupada por lo que pudo haber pasado anoche, mire bajo las sabanas y solo estaba en ropa interior.
— Al menos tengo mi ropa interior — Susurré para mi misma.
— Baje de la cama y busque mi ropa, cuando la encontré iba a ponermela pero justo en ese momento entro un chico muy caliente a la habitación. Traía el cabello mojado y lo único que lo cubría era una toalla en su cintura, me mordi el labio al ver el tremendo cuerpo del chico.
— Despertaste — Habló el chico cuyo nombre no sabía.
— Si. Oye, ¿Quien eres tú y porque desperté en tú cama? — Pregunte.
— Antes que nada, ponte la ropa — El chico señalo mi cuerpo descubierto — Los dos estamos "semi-desnudos" no creo poder contenerme.
— Me puse la ropa en tiempo récord antes que el chico hiciera algo. Aunque no me molestaría, con ese cuerpo y esos ojos lo dejaría hacerme lo que quiera.
— ¿Tú no vas a ponerte ropa? — Le pregunté al chico.
— ¿Que? ¿No te podrás contener? — Dijo divertido.
— Tan guapo y arrogante — Susurré.
— Me gusta que creas que soy guapo — Sonrió antes de entrar al baño.
— Tengo que aprender a hablar más bajo.
— Me senté en la cama a esperar que el chico saliera, no se porque pero no me sentía asustada al estar en la habitación de un chico desconocido.
— Mejor — El chico salio del baño ya con ropa.
— ¿Porque desperté en tú cama?
— No te gusto haber despertado en mi cama. Muchas chicas estarían felices — Sonrió picaro.
— Bueno, pues yo no estoy feliz — Mentí. Claro que estoy feliz al tener frente a mi a un chico súper lindo y caliente.
— Bueno, resulta que tú mejor amigo — Se refería a Dylan — Es mi hermano pequeño.
— Llevo tres años siendo la mejor amiga de Dylan y nunca me entere que tenia un hermano. Ahora veo porque Dylan es guapo.
— Nunca me lo dijo — Le confece.
— Quizá no quería presumir sobre su hermano. Volviendo al tema, tú — Me señalo — Anoche estabas muy hebria tanto que estuviste apunto de tirarte desnuda a la piscina.
— Enserio — Me sorprendí.
— Sep. Pero para tú suerte yo no lo permití, así que decidí traerte a mi habitación.
— Gracias... — Espere que dijera su nombre.
— Edwar — Sonrió.
— Una pregunta más... Tú me quitaste la ropa — Por favor que diga que no.
— Si — Dijo tranquilo.
— No puede ser — Tape mi cara con mis manos.
— No te preocupes, ya he visto a muchas chicas en ropa interior, o mejor aún. Las he visto sin ropa.
— No quería saber eso — Edwar se río — Bien, creo que me voy.
— Espera, tú me debes algo — Me detuve antes de salir.
— El que — Lo mire.
— Esto — Edwar no me dio tiempo de reaccionar solo sentí que jalo mi mano y luego sentí sus labios sobre los mios.
— ¿Que fue eso? — Dije cuando nos separamos.
— Un beso — Dijo obvio.
— Ya lo se, pero porque lo hiciste.
— Anoche tú dijiste que te besara — Abrí mis ojos como platos — Pero quería que lo recordaras.
— Osea que si te hubiera dicho que tuviéramos sexo, ¿habrías esperado hasta ya no este hebria? — Pregunté.
— Me gustan que las chicas recuerden lo bien que las hago sentir, tú ya no estas hebria si quieres podemos hacerlo — Me sonroje.
— No... Digo, ahora no... Sabes que, mejor me voy — Salí de la habitación de Edwar.
— Dios mio creo que Dylan muy pronto sera mi cuñado.