Dulces dieciséis, Jeany

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La verdad no suelo emocionarme por éstas cosas porque lo considero una pérdida total de dinero que puede servir para ir a la universidad cuando me gradúe. Pueden llamarme antipática y tal vez lo sea, pero no cambiare mí manera de pensar.
No tengo amigos aquí en la ciudad porque acabamos de mudarnos y, por la cantidad de tiempo que estaré en la secundaria, no veo necesario hacer amigos. Tardo bastante en considerar a una persona mí amiga así que, no me preocuparé por ello. Jake, por su lado, ya ha hecho varios amigos, incluso hay un tal Dustin que ya se ha sido ascendido a la categoría de "mejor amigo", es lindo y parece simpático, aunque algo pronto a mí parecer. Pero cada cual con sus amistades.

Llegando la media noche, mamá me prohibió salir de la habitación porque me estaban preparando una sorpresa; ahora mismo le ruego al cielo que no sea una fiesta porque la verdad es que me frustraría de tan solo pensar en a quiénes podría invitar, no tengo a nadie.
Revisé la hora y ya faltan cinco minutos, pierdo la noción del tiempo estando en mí habitación por eso no opuse resistencia cuando me encerraron aquí. Me encanta encerrarme en mí habitación; aquí no estoy a la vista de todos por lo cual me facilita ser yo misma, cantar, escribir, leer, escuchar música a todo volumen sin preocuparme por lo que suceda afuera. Creo que el aislamiento es muy útil cuando necesitas pensar, crear. La mayoría lo considera un acto antisocial, tal vez lo sea, pero también sé que cuando salga de "la cueva", por así decirlo, habré superado por kilómetros a aquellos que me consideraban un caso psicológico perdido.
Vuelvo a mirar el reloj, ya se pasó de medianoche. Felices dieciséis para mí.

— ¡Ven, Jeany, ya puedes salir! — abro la puerta con los ojos cerrados por miedo a lo que sea que haya del otro lado. — Abre los ojos. — obedezco. Al abrirlos me encuentro a mamá sosteniendo un pastel que formaban el número dieciséis, y eso no es todo, Jake me extiende tres entradas para la una feria de cómics a la que anhelaba poder ir. Comienzo a saltar y gritar de la alegría; abrazo a ambos; soplo las velas del pastel, luego de pedir mi respectivo deseo, y acabamos la gran sorpresa deleitándonos con un trozo de pastel, el cual, debo decir, estaba exquisito.
La feria de cómics comienza mañana por la mañana y la verdad es que odio levantarme temprano, pero todo sea por los cómics. Mejor me duermo pronto o sinó no tendré energía para comprar ni admirar todo lo que hay allí.

*Suena la alarma: 8:30 AM*

— ¡Vamos, Jeany, no querrás llegar tarde a la conferencia del elenco de Star Wars! — eso es todo lo que necesitaba oír para levantarme de inmediato. Corrí hacia el baño para lavarme los dientes; proseguí con el rostro, un poco de agua fría siempre viene bien cuando el sueño sigue rondando en tu cabeza; una ducha rápida; me hice una coleta de caballo con algunos mechones sueltos para probar algo diferente, debo decir que me agrada el resultado, sonrío en el espejo y salgo del baño para ir hacia mí habitación. El día más importante de mí vida, necesito algo que diga "¡Ya llegué!" pero sin exagerar; llamativo pero al mismo tiempo discreto. Es la primera vez que tardo tanto en elegir qué ponerme, normalmente me visto con lo primero que encuentro, intento combinarlo con algo más y ya está.
De acuerdo, ya encontré lo que estaba buscando. Corro por las escaleras con el celular y auriculares en mano, la mochila con el dinero en la otra y casi tropiezo en el último escalón al ver a Dustin en la sala.
— ¿Qué haces aquí? — lo observo a él, luego a Jake.
— Feliz cumpleaños, Jeany. — sonríe intentando ser amable.
— Gracias, pero vuelvo a preguntar ¿qué haces aquí? — Dustin mete las manos en los bolsillos y agacha la cabeza avergonzado al mismo tiempo que mira a Jake esperando que lo salve de ésta situación tan incómoda.
— Bueno, sabes que a mamá no le gustan esas cosas, y la oferta que conseguí sí o sí incluía las tres entradas. Básicamente, Rosser es el relleno. — Dustin le dan un codazo en las costillas, Jake se queja y se lo devuelve, pero tal parece que no sintiera el golpe.
— De acuerdo, — me paro junto a la puerta. — vámonos. — ambos me siguen detrás como guardaespaldas.

La feria no queda cerca de casa, debemos tomar un bus y luego el metro. Ambas paradas son algo peligrosas en lo que sería robos; me siento un poco más segura estando con Jake y Dustin, tal vez los ladrones se lo piensan dos veces para robarnos.
Espero que no sea necesario utilizar la fuerza contra un imbécil que decidió tomar el camino fácil en vez de trabajar para ganarse la vida como el resto.
Nos subimos al bus, estaba lleno pero conseguí el asiento de una señora que bajó en la primer parada. Pasando unos diez o quince minutos de haberme sentado, sube al bus una anciana a la cual cedo mí asiento, ésta me agradece y luego se sienta. Comienzo a caminar hacia mí hermano que estaba en la otra punta del bus cuando éste frena de pronto provocando que cayera en brazos de un joven unos años más grande que yo, casi de mí misma altura, unos pocos centímetros más alto pero aún así notables.
— Disculpa, no quise... — está sonriéndome y yo no sé qué decir. Sus ojos oscuros están atravesando los míos. Desvío la mirada antes de sonrojarme.
— No te preocupes, — ríe. — me llamo Jackson, Jax para mis amigos y... para ti. ¿Tú cómo te llamas?
— Janneth, me dicen Jeany. — aún me sostiene.
— Bueno, Jeany, fue un verdadero placer atraparte.
— Lo mismo digo... quiero decir, fue un placer para mí que yo... o sea que tú me atraparas. — genial, no puedo siquiera pronunciar palabras. Está sonriendo, ¿le da gracia provocarme esto?. Dustin me sujeta del brazo separándome de Jackson.
— Ya llegamos. — Dustin mira de arriba a abajo a Jax como si lo examinara.
— ¡Espero volver a verte, Jax! — grito mientras Dustin me arrastra hacia la salida.
— ¡Lo mismo digo, Jeany! — saluda al aire con la mano alzada y nos bajamos del autobús. Lo observo desde la parada, a través de las ventanas, él hace lo mismo. Me dedica una última sonrisa mientras veo como el bus se vuelve pequeño por la carretera.
Si esto fue obra del destino, espero que vuelva a encontrarnos, Jackson.

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