Cuatro días

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Habían pasado cuatro días desde lo que nos pasó a Ron y a mí. Los dos nos habíamos pasado todos los días enteros encerrados en la enfermería. Ron no paraba de abrazarme, y, cuando nos quedabamos solos en la sala, solíamos sentarnos en una cama y simplemente hablabamos, aunque yo todavía no estaba del todo animada. Me sentía muy desprotegida, como si Voldemort pudiese aparecer en cualquier momento y me matase.

Aunque estaba muy confusa, Ron siempre estaba conmigo para abrazarme o consolarme. Siempre me tranquilizaba.

Los dos estabamos sentados en el despacho del Director, ya estabamos mejor, aunque teníamos vendas en ciertas partes del cuerpo. Dumbledore nos miraba fijamente, al igual que Fawkes, el fénix.

-Bien, después de cuatro días, os voy a explicar qué ha pasado.- dijo. Más bien lo susurró.

-Ya sabemos lo que pasó.- dije yo, seca.

Estaba harta de repetir la misma cosa siempre, yo solo quería una cosa: la verdad.

-Quiero decir, sobre por qué Voldemort te quiere a tí.

Al oir aquellas palabras, mis oidos se concentraron, todo mi cuerpo se concentró. Lo quería saber, todo aquel tiempo había pasado pensando en por qué me querría matar. Me acaricié el brazo y le asentí al director.

[DRACO]


Todavía no me había creido que ___ siguiese viva. Estaba aliviado, pero encerrado. Voldemort me había castigado por no completar la misión, por no matarla. Me había pasado cuatro días encerrado en una celda, en mi propia casa.

Mi padre estaba muy avergonzado, mi madre demasiado preocupada. No podían vivir así, con mortífagos capaces de matarnos en cualquier momento, en nuestra propia mansión.

Todos los días recordaba todo lo que había pasado hace cuatro días. Estaba seguro de que nuestros ''enemigos'' (no los míos) harían un plan para vengarse de lo que le hicieron a ___ y su amigo y matar a Voldemort.

Entonces, oí la verja abrirse. Alguien que estaba descalzo entró en mi celda. Levanté la mirada y me encontraba ante los horribles ojos de Voldemort.

-Draco.- dijo- Creo que ya has aprendido la lección.

Su serpiente no paraba de dar vueltas sobre su amo. Me daba grima. Era horrible ver a un animal así a manos de él.

Posó su mano sobre mi hombro, y me ''ayudó'' a levantarme. O eso pretendía, aunque al final me levanté yo solo. No tenía ni idea de para qué horrible cosa me usaría otra vez, pero estaba claro de que no podría matar a ___.

[ ___ ]

Estaba durmiendo, o, más bien, intentando dormir. No podía parar de pensar en lo que me había contado Dumbledore. Me había contado todo sobre mis padres y sobre por qué Voldemort me quería matar lo antes posible.

Salí de mis pensamientos cuando oí la ventana abrirse. Pensé que sería el viento, así que me levanté para volver a cerrar la ventana.

Cuando posé mi mano en el alfeizar, algo me tapó la boca, y otra persona agarró fuertemente de mis piernas. No me podía mover ni podía hacer nada, estaba completamente inmóvil. 

Voy a morir. Pensé.

 [Draco]


Voldemort me había contado que había mandado a Fenrir y a Bellatrix para secuestrar a ___, pero que no la matarían hasta que pasasen dos días. 

-Tendrás que matarla tú, y espero que hoy no me falles.- dijo.

Así que al final tendría que hacerlo, matarla. Por supuesto que no lo haría, preferiría suicidarme antes de matarla a ella. No se lo merecía. En cambio yo sí. Mi vida iba de mal en peor, no tenía motivo alguno para vivir, no tenía a una familia felíz, no iba a volver a la escuela en mi vida, no iba volver a ser felíz.

Estaba solo en mi habitación, sentado en el borde de mi cama. Me quité la camiseta para fijarme en la horrible marca que tendría pegada en mi piel durante toda mi vida. Posé mi mano sobre ella, intenté arrancarme la piel, intenté clavarme las uñas, pero no podía hacerme daño a mi mismo. Era un idiota, y estaba solo. Lo estaría para siempre.

Oí gritos de una voz familiar, una voz que no oía desde hace cuatro días. La reconocí al instante. Era ella. Era ___, y estaba gritando como si no hubiese un mañana. Estaba en el segundo piso, y corrí abajo para ver si lo que había oído no era mi imaginación. 

No lo había sido. Fenrir Greyback había tirado a ___ encima de la mesa, estaba cubierta de sangre.

-No me he podido resistir.- dijo, casi riendose.

-Da igual, va a sufrir más que eso en breves.- gritó Bellatrix.

Fenrir había mordido a ___ en el cuello, no podía verla así.

-¡¿PERO ES QUE ESTÁIS LOCOS?!- grité.

-¿Qué te pasa ahora?- dijo Bellatrix.

Se acercó a ___, y posó su varita en su marca. No gritó ningun hechizo, pero ___ empezó a gritar. Más que antes.

- ¿Qué pasa? ¿No te gusta que le haga esto? - dijo la chica mientras sacaba la lengua y reía.

Aparté a Bellatrix y puse mi mano sobre la frente de ___.

-No me mates.- susurró ___.

No sabía ni como pudo hablar, pero eso fue lo último que dijo antes de desmayarse.

Dos en uno [Draco/Ron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora