Adiós a la amistad

857 58 4
                                    

Volví a la Sala Común, y Ron estaba esperándome. Como solo con ver mi cara se enteraría de que algo había pasado, intenté parecer tranquila.

-¿Qué tal te ha ido el castigo? Divertido, ¿no?- dijo, bromeando.

No tenía ganas de reír ni de hablar, solo quería volver a la cama y dormir.

-Muy aburrido, se me ha hecho muy largo...- le respondí, lo más tranquila posible.

-Estás algo rara...- se acercó a mí y me apartó algunos mechones del pelo- ¿Quién te ha hecho esto?

-¿Hacer el qué?

Al final me enteré, el maldito Malfoy me había dejado marcas en el cuello, lo que me faltaba, lo único que podía hacer era inventar una excusa.

-Es que... me he caido y bueno, me he dado contra la pared.- una excusa buenísima, lo se.

-Ya, claro. Vamos, dímelo. ¿Con quién has estado?

-¡¿Qué más da?!- grité, me estaba mosqueando con tantas preguntas.

-Que soy tu mejor amigo, y tengo derecho a saber quién es tu novio.- al parecer, él también estaba muy enfadado.

-Te he dicho que me he caido.-insistí.

-Sé que son esas marcas, y por lo visto no me has contado nada.

-¿Es que estás celoso o qué?- le dije.

-Pues... claro que no, a mí que más me da con quién has andado besuqueandote.

-Por lo visto te importa, no paras de hacerme preguntas.

-¡Déjame!

Y se fue a su habitación. Genial. Lo único que me faltaba era perder a Ron. No lo hice queriendo, algo me obligó a hacerlo. ¿Cómo iba a gustarme Malfoy?

Bueno, estaba segura de que mañana todo se arreglaría, como pasaba siempre con todas nuestras discusiones, asi que me fui a dormir.

Me desperté y bajé al comedor, por lo visto Ron y Harry se habían marchado sin mí. Aquello pintaba mal. Me puse una bufanda gigante en el cuello, con la excusa de que tenía frío. No quería que se crearan rumores falsos.

Cuando llegué, me senté al lado de Harry, delante de Ron. Nadie decía nada, ni siquiera hablaban sobre las clases.

-Buenos días.- dije.

-Hola- dijo Harry- ¿Qué tal en el castigo?

-Demasiado aburrido, como siempre.- noté que Ron le miraba a Harry, muy enfadado- ¿Qué pasa?

-Qué raro que no te sientes con tu novio... Por cierto, ¿quién eres?- dijo Ron.

-¡Ya te he dicho que no tengo novio! ¿Es que no me crees? Idiota.- dije, sin mirarle a la cara.

-Chicos, parad...- dijo Harry.

-Que pena que te hayas tapado todo con la bufanda, deberías de estar orgullosa.- dijo Ron, con un tono muy arrogante.

No me lo creía, ¿desde cuándo era Ron así? Sin pensarmelo dos veces, me levanté y me salí del comedor. No podía aguantarlo más, maldito idiota. Andé por los pasillos durante cinco minutos, y me enteré de que teníamos clase con Hagrid, así que me fui a su cabaña.

-Hombre, ___  llegas pronto.- me miró y se enteró de que estaba llorando- ¿Qué pasa? ¿Te duele algo?

-No, no. Da igual, no es nada.- le dije.

Entonces, oí risitas, sin duda alguna venían los de Slytherin, siempre se pasaban el día insultando y riendo, no cabía duda de que eran ellos.

Me sequé las lágrimas rápidamente y apoyé mi espalda contra un árbol, mirándo al suelo deseando que las serpientes no dijeran nada sobre mí.

Después de unos diez minutos, todos los alumnos estaban frente a la cabaña de Hagrid, y Ron ni me miró. ¿Tanto le importaba que hubiera estado con alguien? Bueno, menos mal que no le dije que fue con Malfoy, porque lo odiaba a muerte.

Hagrid empezó la clase enseñándonos un hipogrifo. Harry le gustó a la criatura, pero entonces llegó el turno de Malfoy. El hipogrifo le pego con todas sus patas y cayó al suelo.

-¡Que alguien me ayude a llevarlo a la enfermería!- gritó Hagrid, y la primera persona en la que se fijó fui yo- ___, ayúdame.

Genial, lo que me faltaba... le ayudé a llevarlo, lo tumbó en una de las camillas de la enfermería y volvió a su cabaña para decir a los alumnos que la clase había terminado. Aunque yo tuve que quedarme con él.

Al parecer se había desmayado, o se hacía el dormido, porque lo único que hacía era respirar.

-Bonita bufanda- dijo, sin abrir los ojos.

-Sí, muy bonita. Por tu culpa he perdido una cosa muy importante, asi que será mejor que te calles.

-Uy, que miedo...- dijo, riendose de mí.

-Idiota.

-¿Vas a presentarte a las pruebas de Quidditch?- dijo, mirándome con sus grises ojos.

-Pues claro.

-Yo también, así que, perdereis, como siempre.

-¿Y cómo se supone que vas a hacer la prueba si estás lesionado?- dije- ah, es verdad, eres Malfoy.

Sonrió y entró la enfermera, asi que tuve que salir para seguir con las clases. Por lo visto, Malfoy podía ser menos asqueroso de lo normal.

A la tarde, me presente a las pruebas, Harry era el capitán asi que seguramente me cogería, además, se podía decir que era bastante buena. Ron también se presentó, pero ni se fijó en mí, como todo el día.

Logré que me cogieran como Cazadora, y a Ron como Guardián, aunque no era tan bueno...

-Bien, el partido será este sábado, asi que espero que esteis preparados para ganar a Slytherin, nos vemos el viernes en el entrenamiendo- dijo Harry.

Al volver a las habitaciones, tuve tiempo para 'hablar' con Ron.

-¿No vas a volver a hablarme en toda tu vida?- le dije.

Pero me ignoró, y subió a su habitación. Cuando me giré, ví a Lavender sonreír como una psicópata, al ver que Ron no tenía una amiga. Como estaba enamorada de Ron, estaba segura de que haría cualquier cosa por ganarse su corazón. Bueno, menos mal que no era del tipo de Ron.

Después de una larga semana de interminables deberes, llegó el sábado, y con él, el partido de Quidditch. Antes de meterme a los vestuarios, Malfoy me sonrió, vete tú a saber qué le pasaba a ese chico...

Dos en uno [Draco/Ron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora