Dos en uno [Draco/Ron]

La marca

Ya había pasado una semana desde que empezaron las vacaciones, y no hice nada interesante. Lo único que hacía era comer, dormir, jugar al ajedrez mágico con Ron y Harry y aprender nuevas cosas de Herbología con Neville.

¿Desde cuando pasaba el tiempo tan rápido? Mirar las llamas de la chimenea de la sala común siempre me hacía reflexionar, pensar de la vida. 

-¿No vas a dormir?- era la voz de Ron.

Antes de que me diese la vuelta para saber si era él, se sentó a mi lado, mientras me miraba.

-Estamos de vacaciones, no hay hora para ir a dormir.- dije, sonriendo.

-Bueno...- suspiró. Era raro verle así- Tengo ganas de desahogarme.

-Puedes hacerlo si quieres, no se lo contaré a nadie, ni a Lavender- bromeé.

-¡Déja ya el tema!- dijo, intentando parecer enfadado, cosa que no logró.- Es que... estoy preocupado por mi familia, ¿sabes?

-Ron, están a salvo, no les va a pasar nada, Y lo sabes.

No se me daba muy bien consolar a la gente, pero Ron era mi amigo.

-También estoy preocupado por tí.

Un silencio interminable recorrió toda la sala. Solo se oían las llamas del fuego, no sabía que responder a eso...

-No tengo a nadie persiguiendome.

-Pero...- le estaba costando pensar como decir las cosas- Me he dado cuenta de que no paras de tocarte la muñeca y... no sé casi nada de tu pasado ni...

No me lo podía creer.

-¿Estás loco? ¿Crees que si fuera mortífaga no te lo diría?

Me sentía muy mal, no veía bien la cara de Ron por las lágrimas que estaban a punto de salir, pero se le notaba que estaba muy arrepentido de lo que dijo.

-Yo... lo siento.

Me abrazó, me había abrazado muchas veces, pero aquella era diferente. Apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras él me acariciaba la mejilla. 

-___...- dijo, inseguro.

Pase mi dedo de sus labios para que se callara, no quería que se sintiese tan mal, era típico de Ron, siempre se arrepentía de las cosas que hacía, era un idiota, pero mi amigo.

Me separó lentamente de él e hizo que le mirase a los ojos, y sonrió. Era una situación bastante rara, nunca habíamos hecho nada raro.

-Eres un idiota, eh...- bromeé.

Me acarició el cabello y volví a apoyarme sobre su hombro, hasta que me quedé dormida.

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Abrí los ojos y suspiré como nunca lo había hecho. No tenía ganas de levantarme, y menos para ir a clases. Adiós a las navidades. Si, era una vaga, tanto que tuve que pedirle a Padma que me tirase de la cama para que me levantase.

Me vestí rápidamente y fui a la cabaña de Hagrid , ya que teníamos Cuidado de criaturas mágicas. Con los de Slytherin. Entonces me acordé de Malfoy. Todavía no había llegado nadie. No me acordé de escribirle en Navidad.

''Espero que no me mate''. Pensé.

Entonces le vi. Venía solo, me extrañé, ya que las serpientes siempre venían en ''manadas''. Sonrió al verme, y devolví la sonrisa. Me encantaba verle sonreir, ya que no lo hacía muchas veces, era como encontrar diamante en una mina.

Se puso frente a mí, y miró a todos los lados, por si había alguien.

-Buenos días.- dije.

-No me has escrito.- dijo, intentando parecer serio.- No lo disimules.

-Lo se... y lo siento. Pero tú tampoco me has escrito a mí.

-Bueno, déjalo. No he hecho nada interesante en ... bueno, da igual.

Me ocultaba algo, estaba claro.

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-___, ¿no estás nerviosa?- me preguntó Neville, mientras cenabamos.

-¿Por qué debería de estarlo?

-¿¡Estás loca?! Mañana tienes la prueba...- suspiró.

-¡NO! -grité tan alto que algunos me miraron raro.

 -¿No te acordabas?- dijo Harry, en un susurro.

-Dios... no puedo.

De repente pasaron todo tipo de cosas de mi cabeza: pruebas en las que tendría que luchar contra bestias, en las que tendría que pensar muy bien lo que tenía que hacer... me derrumbé. No quería participar. ¿Por qué tuve tan mala suerte? 

-Vamos, ___, lo harás bien.- dijo Ron, intentando consolarme.

-¿Cómo voy a hacerlo bien?- suspiré.

El brazo volvía a escocerme, me dolía mucho, más de lo normal. Sabía que era el lugar donde los mortífagos tenían la marca tenebrosa, pero estaba claro de que yo no era una de ellas. 

Antes de ir a clase de pociones, me metí en el baño para ver qué era lo que pasaba en mi maldito brazo. Me remangué y analicé todo mi brazo. Lo tenía muy rojo, nada más. Suspiré aliviada y me dirigí a clases.

Nada más llegar, Snape me sacó de clase para decirme algo.

-Tienes que irte al despacho del director a hablar de... unas cosas.- dijo, mirándome fijamente con aquellos ojos sin sentimientos.

-¿Hablar de qué?

-No seas tan curiosa y ve.

Volvió a meterse en su aula y me cerró la puerta en toda la cara. Subí miles de escaleras y anduve por muchos pasillos, hasta llegar al despacho de Dumbledore y tocar la puerta.

-Pasa.- era la voz de Dumblerore.

Me adentré al despacho y me senté en frente del director, que estaba en su escritorio.

-Bien... ___, tengo muchas cosas que decirte.

Simplemente asentí, no sabía que decirle al director, siempre me sentía nerviosa.

-Es sobre tu pasado.

-¿Qué pasa con mi pasado?

-Supongo que te habrás enterado de que tienes algo nuevo en tu cuerpo...- parecía que le costaba mucho hablar del tema.

-¿Qué cosa?

¿Estaba hablando sobre la marca tenebrosa?

-La marca...

-¡No la tengo!- exclamé, aterrorizada- Mire- le enseñé mi brazo.

Y ahí estaba, la maldita marca tenebrosa. La serpiente y la calavera. No me lo podía creer.

-¿C...cómo?- no podía parar de temblar.

Estaba tan mal, que no podía ni mantenerme, por eso me caí de la silla.

[Vale, se que este capitulo es ... malo. No se me ocurre nada D:

Se aceptan ideas :c ]