Protegida

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Algunos alumnos empezaron a gritar, entonces, el profesor Dumbledore se nos acercó mirándonos muy confuso.

-Seguidme.- susurró.

Ron y yo nos levantamos, me aferré a su brazo, todavía no me sentía segura. ¿Lo que había pasado era real?

Cuando llegamos al despacho del director, nos sentamos frente a la mesa de Dumbledore (que estaba repleta de libros muy antiguos) y el director nos miró fijamente.

-¿Qué ha pasado? Contadmelo todo, con todo detalle.

Habló Ron, ya que yo todavía estaba en shock. Lo describió todo perfectamente: los mortífagos que recordaba, lo que le hizo Bellatrix, Voldemort... todo.

- Señor, -dije- ¿es verdad que mis padres eran mortífagos?

Dumbledore suspiró, y se fijó en mis brazos. Se me había olvidado completamente que tenía la marca. Estaba segura de que Ron no la había visto, ya que cuando pasó, estaba inconsciente. Aún así, levanté la manga de mi túnica y enseñé la marca al director.

-Así que era verdad...- dijo Dumbledore.

-¿El qué, señor?

Ron se había quedado petrificado, no paraba de mirarme a mí y a la marca. Cogió mi mano y la besó. Sentí que mi cara se empezaba a poner roja, no lo podía evitarlo. ¿Cómo iba a hacer eso en frente de Dumbledore? Era muy embarazoso.

-Teneis que iros a la enfermería. Ahí os contaré todo lo que yo se.- dijo el director.

-Pero...

Dumbledore se levantó y miró por la ventana que todavía seguían ahí los alumnos. Ron se levantó y me cogió de la mano, para dejar solo al director.

Cuando ya estabamos fuera del despacho, Ron se paro y me miró.

-¿Estás bien?- preguntó.

Simplemente lo abracé. Estabamos vivos gracias a él, él había cogido la copa y nos había traido de vuelta a Hogwarts. Nunca llegaría a poder agradecerselo del todo.

-Gracias.- susurré.

Sentí una lágrima caerse de mi mejilla, estaba muy asustada aunque ya estuviese a salvo, no quería ser mortífaga, no quería que Voldemort me matase.

Al parecer, Ron se dio cuenta de que estaba llorando, ya que me miró fijamente. Puso su frente junto a la mía, y me quitó las lágrimas con sus dedos.

-Tranquila, todo va bien.- susurró.

Me acordé de que cuando teníamos solo seis años me dijo lo mismo. Estabamos jugando al escondite con Fred y George, y nos quedamos atascados en una sala muy oscura que había en su casa, no podíamos salir porque la puerta no se abría. Yo empecé a llorar y me dijo lo mismo ''todo va bien''. Junto a Ron siempre me sentía protegida, aunque estuviese a punto de morir.

Nos quedamos mirandonos el uno al otro lo que me pareció una eternidad, hasta que nuestros labios solo estaban a un centímetro. Sabía que había llegado el día, el momento en el que después de diez años nos ibamos a besar.

Susurró algo que no logré entender, y me besó. Nunca logré sentir esa sensación de querer más, de querer que Ron estuviese conmigo todo el tiempo. Era como si nuestros labios estuviesen hechos para que estuviesen juntos todo el tiempo.

Y entonces se me vino a la mente el rostro de Draco. ¿Por qué estaba pensando en él en un momento como ese? 

''___ , Draco es un mortífago'' pensé.

Me separé de Ron y volví a abrazarle.

-Te quiero.- dijimos los dos a la vez.

Sonreí. Todo aquello no era pura coincidencia. Estabamos hechos el uno para el otro, tenía que olvidar a Draco completamente.

Fuimos a la enfermeria los dos juntos, agarrados de la mano. No vimos a ningún alumno por los pasillos. Entonces, empezó a escocerme como nunca otra vez.

-¡___! ¿Qué te pasa?- gritó Ron.

Casi me caí, aunque Ron me cogió de la espalda. Empecé a verlo todo borroso, hasta que no pude ver nada.

Abrí los ojos y me encontraba en una sala muy oscura, con las paredes grises. Era como si aquella casa estuviese hecha para deprimir a cualquier persona que estuviese dentro. Alguien entró en la sala, estaba tapada con una túnica negra, así que no pude ver su cara. Me agarró como si fuese una bolsa de patatas, y me puso en la mesa de una sala que parecía el comedor.

Miré a mi derecha y ví que había un montón de personas a mi al rededor, todas sentadas en sillas, mirándome fijamente. La marca empezó a escocer mucho, era como si tuviese fuego en ella.

-Que empiece el espectáculo.- dijo alguien.

-¡CRUCIO!

Reconocí al instante aquella voz. Era la de Bellatrix, estaba segura. Todo mi cuerpo empezó a doler. No podía parar de moverme. No podía hacer nada.

-Para.- dijo otra voz.

Era la de Voldemort. Empezó a reirse fuertemente, apartó a Lucius Malfoy de su silla y alzó su varita frente a mi cuerpo.

-SECTUMSEMPRA.- gritó.

Grité como nunca lo había hecho.

-¿___?

La voz de Ron hizo volverme a la realidad. Había sido un sueño, pero parecía tan real... Ron me abrazó para tranquilizarme, para hacerme saber que estaba segura, que no había pasado nada. Él estaba conmigo. Estaba protegida.

[Espero que os haya gustado el capítulo ^^ 

Nos vemos pronto :D]

Dos en uno [Draco/Ron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora