Dos en uno [Draco/Ron]

[Final con Draco]

- Él no hizo nada.

-¡Pero si te atacó!

-Tú no lo conoces de verdad.

Ron suspira. Llevamos así desde que metieron a todos los mortífagos en Azkaban, incluido Draco. Yo rogué a todo el mundo que no lo metiesen en la cárcel, que él no era culpable de nada, pero nadie me hizo caso.

-Vete.

Ron sale de mi habitación dando un fuerte golpe a la puerta, y la verdad es que no se como no se ha roto todavía de tantos portazos en tan poco tiempo.

Tengo que hacer algo para sacar a Draco de la cárcel, cualquier cosa, pero no soy lo bastante fuerte como para hacerlo.

De repente oigo una voz en mi cabeza.

''Sigue con tu vida... Deja que... me pudra''

Es la voz de Draco, no tengo ni idea de cómo oigo su voz, si es solo imaginación mía o se esta comunicando conmigo a través de telepatía. Me concentro y hablo en mi mente.

''Voy a sacarte de ahí'' digo.

''No. Ni lo intentes. Sigue tu vida'' dice. Su voz esta totalmente destrozada, como si estuviese enfermo.

Nada más cerrar los ojos mis mejillas empiezan a llenarse de lágrimas. No he dormido nada en todo el mes, cada vez que me duermo sueño con Draco, que los dementores lo matan. que cualquier persona lo mata. Y eso me esta matando a mí poco a poco. No salgo de casa, no hablo con nadie, no hago nada. Solo pienso en él y discuto con Ron.

Alguien toca la puerta, y me seco las lágrimas lo más rápido que puedo.

-Adelante.- suspiro. Dudo que la persona que este al otro lado de la puerta me haya oido.

- Hola, ___.

Abrazo a Harry nada más verlo. Siempre me han venido bien sus abrazos, me relajan. Él tampoco se lo piensa dos veces y me abraza bien fuerte. Los dos nos sentamos al borde de la cama, y me mira con sus preciosos ojos.

- ___, tengo un plan.

-¿Con qué objetivo?

-Sacar a Draco de la cárcel.

-¿Qué? ¿Por qué?

-No quiero que sigas sufriendo, no lo quiero permitir, y se que es lo único que quieres lograr. 

Y aquí estamos, después de un mes más de preparación del plan, Harry y yo estamos en Azkaban. No logramos convencer a Ron, obviamente.

Nada más entrar a donde están las celdas, todo esta lleno de dementores, hace tanto frío que Harry me ha tenido que dejar su chaqueta, pero aún así sigo tiritando. No se si es por el frío o por los nervios.

 Procuro no mirar a la gente que hay dentro de las celdas, no quiero recordar durante toda mi vida una escena que no quiero ver. Siempre me han dado miedo las cárceles. Y ahora aún más.

El señor que nos ha atendido nos ha dicho que no nos va a abrir la celda, ya que Draco esta en el piso de ''los más peligrosos y agresivos''. Aunque esta claro que no se merece ese puesto tan horrible.

Hemos llegado, celda número 357. Me da miedo hasta mirar. Harry me da la mano y me tranquilizo, se lo agradezco con la sonrisa que puedo formar.

- Draco. - susurro.

Draco levanta su cabeza. Su cara esta totalmente triste, se nota que lo ha pasado horrible, y eso hace que me duela el corazón. Casi no le puedo ni mirar.

- Hemos venido a sacarte de aquí.- susurra Harry.

- No podéis, ni debeis. ¿Es que quereis morir?- dice, señalando a los dementores. 

Harry se da la vuelta y me mira. Sonreimos a la vez y gritamos.

-¡EXPECTO PATRONUM!

Todo el pasillo se llena de luz de nuestros dos patronums, y los dementores empiezan a alejarse cada vez más rápido.

- ¿Cómo se supone que me vais a sacar?- dice Draco, señalando la cerradura.

Meto la mano en el bolsillo y saco una llave. 

- La he robado por ahí. - digo.

A Draco se le ilumina la cara, es como si hubiese nacido una nueva persona, sus ojos brillan aún más, y su hermosa sonrisa hace que todo cambie.

Nada más abrir la puerta, corre a abrazarme, le abrazo como nunca he abrazado a nadie, es un momento único, irrepetible, tan importante, que empiezo a llorar al instante. 

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- ¿Cómo crees que sería?

- Estoy segura que tendría tu mismo color de pelo.

- Y tendría los ojos de su madre.

Sonrío. Hace mucho tiempo no me gustaban los niños, pero ahora los dos estabamos con muchísimas ganas de tener uno. El tiempo pasa, y las personas cambian, supongo.

Le beso tiernamente en la nariz y sonríe.

- Dejad de ser tan cursis y preparaos ya.- dice Ron, asomandose desde la ventana.

Río y Draco y yo nos levantamos. Solo es el día de nuestra boda y ya estamos planeando el futuro. Me coge de la mano y emprendemos nuestro camino, juntos.