Capítulo 11

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— Dumbledore pensó en todo realmente —dijo George caminando por la calle nevada de Hogsmeade— hasta nos falsificó permisos para poder venir aquí

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— Dumbledore pensó en todo realmente —dijo George caminando por la calle nevada de Hogsmeade— hasta nos falsificó permisos para poder venir aquí. En serio lo amo —ambos reímos.

— ¿Vamos por unas cervezas en Las tres escobas? —comenté.

— Solo si después compramos golosinas en Honeydukes —agregó.

— Por supuesto —sonreí— eso ni hace falta decirlo.

Con Fred y George teníamos la costumbre de hacer siempre ese mismo recorrido en la primera salida a Hogsmeade y luego nos quedábamos empachándonos en golosinas hasta tarde de la madrugada.

Esos días eran la gloria. Lástima que por esta vez Fred no estuviera, ya que no es lo mismo sin él. Pero por lo menos estaríamos los dos solos y podríamos charlar sobre nosotros y lo ocurrido en la fiesta.

Días atrás hubo una gran pelea en la sala común y Sirius puso a la luz todo el asunto de nuestro "amor" con George, así que no nos quedaba otra opción que hablarlo y ser dos personas maduras respecto a eso. No queríamos que el ambiente quedara tenso e incómodo. Al menos no de mi parte.

Ah, ¿Y qué fue esa pelea en la sala común?

Bueno, digamos que Lily perfecta Evans le dijo al director sobre la fiesta secreta que habían armado los merodeadores. Dumbledore los castigó severamente a los cuatro chicos, inclusive a Lily porque ella también estuvo allí. Sirius se enojó muchísimo con la pelirroja, Remus trató de defenderla, James hizo caso omiso para no estar en ningún bando.

Traté de frenar la pelea entre los cinco pero terminé recibiendo sin querer un puñetazo en la cara por parte de mi tío -Que iba para James, creo- pero por suerte luego de que Pomfrey me arreglara la nariz todos los problemas se habían solucionado.

O bueno al menos una parte de ellos.


Sirius estaba tan arrepentido por lo sucedido que había hecho todas mis tareas, me había traído un ramo de flores que él mismo juntó de los terrenos, también un par de chocolates y estuvo todo el tiempo en la enfermería conmigo. Me sentía como una niña mimada, pero después de todo, me lo merecía.



Entramos en el bar y nos sentamos en una mesa que daba frente a la puerta. Apenas habíamos pedido las cervezas de mantequilla cuando Sirius entró en el lugar algo ajetreado.

— ¿Han visto a Peter? —dijo acercándose a nosotros.

— No —contestamos al unísono.

— ¿Por qué? ¿Está perdido? —dije en tono burlón.

— Algo así. Es que estábamos jugando a las escondidas —No pude contener mi risa y solté una carcajada. ¿Escondidas? ¿Qué acaso eran niños de seis años? La verdad que esos hombres se divertían con muy poco y no les importaba en lo más mínimo lo que pensaran los demás de ellos— ¿Les molesta que juguemos a eso? —Sirius rodó los ojos— la cuestión es que Remus me encontró a mí, pero no a Peter. Y lo estamos buscando por todos lados.

Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora