Una Black de ojos violetas ➳ (George Weasley)

Capítulo 24

Terminé de desayunar, agarré mi mochila y salí fuera del gran comedor.

— ¡Hey! ¡Isadora! —dijo una voz detrás de mí. Me giré y vi a un chico castaño acercándose.

— Ah, hola Cedric —dije sonriéndole.

— ¿Puedo acompañarte? —Preguntó— Tenemos encantamientos juntos ahora ¿Verdad?

— Sí, claro —dije comenzando a caminar junto a él— ¿Y cómo te ha ido en estos días?

— Bien, supongo. Nada fuera de lo normal —hizo una mueca— ¿Lograste perderte?

Hace unos días tuvimos una breve charla en uno de los recreos entre clase y clase. Le había comentado acerca de lo que había hablado con mi madre una vez, sobre que la familia Diggory vivía a unas casas de distancia de la nuestra, y era cierto. El chico vivía en el mismo pueblo que yo.

Él también creyó haber escuchado sobre mi familia en algún momento porque su padre solía ir seguido al ministerio de magia para hacer trámites o para reportar algún problema con los muggles; justamente el departamento del cual mi madre era jefa.

— No tienes idea de cuantas veces me sucedió —ambos reímos.

— Estamos igual —agregó— ¿Algo divertido que te haya pasado?

— Todavía no. Pero hace unos días me encerraron en un armario de escobas.

— Eso no es divertido —dijo Cedric riéndose— ¿Por qué terminaste ahí?

— No lo sé, todos me tratan mal.

— Yo no te trato mal.

— Lo siento —me reí— me corrijo; la gran mayoría, no todos —ambos sonreímos.

— Así me gusta más —Llegamos al aula de encantamientos y escogimos un asiento en el medio no muy cerca del profesor.

Luego de unos minutos comenzó la clase -la cual estuvo muy entretenida- y nos enseñaron cómo hacer levitar objetos. Me costó bastante lograrlo a la primera pero después de unos intentos pude hacer flotar una pluma como por arte de magia.

Cedric lo consiguió mucho antes que yo, fue el segundo en toda la clase en lograrlo. Mientras que los gemelos Weasley no obtuvieron ningún resultado; cosa que me agradó bastante después de las pocas y malas interacciones que tuvimos.

Se lo merecían por haberme hecho llegar tarde a mi primera clase de pociones.