Por un momento Lena creyó que no se quedarían en la misma casa de verano que tenían en Argentina. Sin embargo, ahí estaban, en el mismo barrio que recordaba.
¿Él seguiría ahí? ¿Seguiría en el mismo callejón en el que se conocieron?
-Señorita Lena, el almuerzo está servido.-le informó una de las señoras que se encargaba de los mandados de la casa.
-Ahora vengo, voy a traer algo.- mintió para poder salir de su casa.
Una vez fuera aceleró un poco el paso para no demorar demasiado y no recibir reproches de sus padres. Hizo memoria para recordar los caminos por los que tendría que ir. Se alegró al recordar lugares cercanos a ese callejón, eso significaba que estaba por buen camino.
Sus ganas desaparecieron ni bien llegó a su destino y no encontró a nadie. Estaba vacío y cierto escalofrío la recorrió por la vista tan tenebrosa que brindaba ese lugar. Una vista de la cual no se había percatado puesto que siempre estaba pendiente de Valentín.
-¿Lena?
Su corazón latió sin control por las emociones que afloraron. Volteó para encontrar lo que llevaba 2 veranos esperando. Se lanzó a sus brazos y le brindó el abrazo más fuerte que había dado en su corta vida.
-Te extrañé.- confesó mientras sentía su voz quebrarse.
-No me lo puedo creer, ¿es posta que estás aquí?- preguntó Valen mientras se separaba del abrazo para agarrarle la cara con ambas manos.- Pensé que no volverías.
-Yo también, lo siento tanto, en serio, yo n-
-No te preocupés, ahora hay que recuperar el tiempo perdido.
-En realidad ahora debo ir a casa, solo salí para asegurarme que seguías aquí.
-Está bien, entonces dame tu número de celu.-pidió sacando el suyo.-¿Te lo sabés?
-La verdad no.- respondió un poco apenada. No era como si le fueran preguntando su número por todos lados, además solo lo usaba para jugar y aveces ni eso.
Valen se limitó a sonreír de manera burlona mientras guardaba su celular para sacar un lapicero para empezar a escribir su número de celular en el brazo derecho de Lena.
-Vienes preparado.
-Siempre.- terminó de escribir.-Listo, enviáme un mensaje o algo para volver a vernos, porque ya no paso mucho tiempo por acá.
-Entonces es mi día de suerte.- le sonrió mientras observaba su brazo pintado por números. Ojalá no le diera la feliz idea de bañarse y olvidarse del escrito, en verdad no sería sorpresa de nadie su torpeza.
Lena miró un rato más a Valentín. Ya debía irse. Pero no podía. No después de haber esperado dos largos años. Se acercó a él para darle otro abrazo, igual de fuerte que el de hace unos instantes.
-Gracias por seguir acá.-dijo Lena mientras lo apretujaba un poco entre sus brazos.
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Clases sociales/ Valentín Oliva/ Wos
Teen Fiction-No te debes acercar a él, Lena. -¿Por qué no? -Él no es como nosotros La niña abrió los ojos emocionada -¿Es un alienígena? -No Lena, no me entiendes...él no tiene dinero. -No le veo nada de malo papá, él se porta muy bien conmigo en cambio las am...