Pequeños momentos con un caballero.

Serenata Brasileña.

Para Caro, espero que lo disfrutes. 

Ya tenía algunas semanas que ella se había instalado en nuestra Universidad, venía de México, sé lo que es estar por aquella linda tierra porque mi mejor amigo era de allá creo que son de la misma ciudad, Guadalajara. Son pocas las personas con las que mantiene una conversación, no sé si es por desconocimiento del idioma, pero no lo creo, ya ha dado buenas exposiciones en clase con un portugués perfecto, lo digo sin exagerar. 

Tal vez sea tímida, asocial o extraña mucho su país, pienso todo esto mientras voy camino a ver a Néstor, ha estado enfermo y no ha ido a clases, le llevó los apuntes de las clases y las tareas.

-Tolo José, esta tarea es en equipo.

-Pues con nosotros es más que suficiente.

-No, dice que mínimo 3 máximo 6.

-¿Qué día se entrega?

-En dos semanas.

-Tiempo suficiente para encontrar a alguien más.

-Eso espero, no quiero que pase lo del semestre pasado.

-Ya te dije, no fue mi culpa, Rosinha...

-Lo importante es que te diste cuenta amigo.

-Bueno, ve pensando en lo que podemos presentar para el trabajo en equipo, vuelvo en dos días. 

La verdad estaba molesto por el comentario de Néstor, tanto que ya no le hable de la chica de intercambio, fuí a una de las playas de Salvador y me senté en una banca mientras degustaba un poco de muguzá, escuché la risa de dos señoritas, una era Aurora, la chica que vende los mejores quindis de toda Bahía y la otra era la chica de México, las cuales se detuvieron frente a donde estaba sentado.

-Meu querido Zé, você pode ajudá-la.

-Claro.

-Linda, te dejo en buenas manos. Adeus.

Aurora se fue con sus deliciosos postres y ella seguía de pie.

-Aurora ela é uma mulher muito linda.

-E uma excelente amiga.

-Você quer falar em espanhol?

-Muito obrigado José.

-Puedes llamarme Zé.

-Claro, pero tengo entendido que solo te llaman así tus amigos más cercanos y yo solo estaré aquí unos meses.

-Eso no es ningún impedimento.

La invité a tomar asiento y comenzamos a platicar, mientras compartimos mi muguzá y sus quindis, le platiqué de mi travesía por México y otras cosas más.

Me acerqué un poco más a ella y se levantó de su lugar.

-¿Qué pasa?

- Rosinha nos dijo a todas que nadie se podía acercar a tí, que eras de su propiedad y si se enteraba de que teníamos algún acercamiento contigo...

-Espera, lo que tuvimos ella y yo, ya pasó, además mi intención jamás ha sido querer coquetear contigo.

-Eso fue lo que dijo que dirías, porque siempre te gusta flirtear con las de intercambio.

-No le hagas caso y si te llega a molestar por favor llamame,-mientras le entregaba una tarjeta de presentación.

-Gracias.

Ahora ella se acercó para darme un abrazo. Caminamos por la playa mientras le platicaba sobre Salvador y me ofrecí a llevarla a la casa de huéspedes en la cual se alojaba, al llegar a la entrada recordé lo que teníamos pendiente.

-¿Te gustaría formar de nuestro equipo?

-Por supuesto.

Al día siguiente la llevé con Néstor para pensar en los temas posibles que trabajar, ella tomó la palabra y dijo: Brasil y Guadalajara. Néstor la miró confundido pero dió sus razones del porqué del tema, estaba feliz, pues cada palabra hacía que recordará las anécdotas de mi padre y mi abuelo.

-História e Futebol, eu gosto.

-Gracias por entenderme Néstor.

Llegó el día de la exposición y nos fue muy bien, pese que a la mayoría no les era muy grato hablar de otros países, terminando las clases nos fuimos a celebrar y unas horas después la acompañamos a su hogar temporal.

-Nos vemos mañana.

-Mañana es mi dia y prefiero quedarme con Jorge, Pedro y Javier.

-¿Amigos tuyos?

-Podría decirse.

-¿Vendrán a verte?

-Siempre me acompañan.

Se despidió de nosotros y yo quería saber de qué hablaba, así que le marque a mi amigo.

-¿Qué horas son estas de estar chin... molestando?

-También soy feliz de escucharte Pistoles.

-Perdoname, es que ya es algo tarde.

-Mil perdones, es que tengo mis dudas.

Le platiqué toda la historia de principio a fin de su paisana y los nombres de aquellos hombres.

-Sí serás pen...tolo José, se refiere a los cantantes que yo admiro y de los cuales he cantado algunas canciones, y pues eso del día especial, puede que se trate de su cumpleaños.

-¿Entonces qué hago?

-Llevale serenata, comienza con las mañanitas y cántale una canción de las de tu país.

-Pero solo recuerdo partes de  las mañanitas y pues no quiero que lo pase mal en su día.

-Si me hubieras marcado antes, yo te ayudaría. 

-Haré mi mejor esfuerzo.

-Esa es la actitud. 

Colgué el teléfono y comencé a practicar la letra con la guitarra mientras trataba de recordar un poco más de la letra y cuando la domine con algunos fragmentos fuimos a la casa de huéspedes y comencé a tocar las notas mientras tarareaba la melodía. Una luz en el segundo piso se encendió, me puse nervioso y otra luz de la planta baja iluminó cerca de donde estaba. 

-Zé, você pode fazer isso.

La ventana de la planta baja se abrió y ella estaba ahí. Su cálida sonrisa me recibió y comencé a tocar las notas de la canción, cuando la terminé continué con Oração de Mãe Menininha, más que nada por su suave ritmo porque ya era muy noche para hacer mucho ruido.

-Feliz Aniversário Meu Menininha.

-Muito Obrigado Zé.

Espero que les guste este relato. La canción la elegí por tener un ritmo lindo, la letra es bonita, pero es un agradecimiento en relación  uno de los Dioses Principales  del Candomblé.