Fiestas y Sorpresas.

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Continuación de "El Jinete":

Ya habían pasado varios meses desde que traje a Panchito al pueblo, le sentó muy bien el cambio, dejó de tomar, trabajaba arduamente campo y en la dulcería de la familia, comenzó a volver a cantar alegremente, aunque a veces aún entonaba su canción fúnebre a su amada.

Llegó el mes de septiembre y con ello las fiestas patronales, el folclore del pueblo se hacia presente con las peregrinaciones y lo más  importantes para mi, las verbenas populares donde quién lo deseara, podía subir a cantar con ellos. En esta ocasión, la familia de mi señorita estaba encargada de la organización, ella y yo ya teníamos un un plan elaborado para la ocasión. 

Una mañana llegaron a la dulcería mi Alejandra y su prima a pegar los carteles del programa. 

-Buenos días Anyelo, ¿estás listo para el concurso?

-Buenos días señoritas, pues es lo que siempre espero en el año, pero ¿Alice, vas a concursar?

-Sabes perfectamente que mi padre me lo tiene prohibido. 

-Pues hacemos lo que hemos hecho en años pasados; Dama de la Merced.

-Espero que algún día me llamen Alice Pistoles

-¿Alguien me llamo?

Se escuchó la voz de Panchito que iba entrando con varios costales llenos de cacahuates y nueces. 

-Creo que te equivocaste primo, mejor te ayudo con eso. 

La noche de la gran fiesta llegó, convencí a Panchito de que nos uniéramos, yo canté un par de canciones, para que él también lo hiciera, pero no parecía que diera resultado, entonces invité al escenario a Javier y Pedro que estaban ahí para visitar a su amigo. Esto lo hizo muy dichoso. Cuando terminaron su canción estaba por subir cuando se le adelantó una mujer a la cual le cedió el lugar, estaba cubierta de una gran capa negra que le cubría en su totalidad, estaba acompañada de mi señorita. 

Alice subió al escenario, todos estábamos atentos a su voz, pues sabíamos que la Dama de la Merced es garantía de una gran interpretación, alguien tocó mi hombro, era Javier que me señalaba a mi primo.

-Ya tenía mucho que no lo veía así.

Sus ojos reflejaban un brillo muy especial y estaba al borde de las lágrimas, su mirada fija en ella, que al terminar de cantar bajo el rostro, todos comenzamos a aplaudir, después bajó del escenario con ayuda de Alejandra, Panchito también estaba ahí. 

-Alejandra, prima querida, no se vayan.

-Tenemos que hacerlo,Francisco. 

-Sí la fiesta a penas comienza.

-Espera Alejandra, el joven tiene razón, podemos quedarnos un poco más.

-¿Está segura Dama?

-Más que nada sabes que esta es mi oportunidad.

La fiesta continuó, Javier, Pedro, Alejandra y yo manteníamos nuestra distancia, queríamos que Francisco y Alice se conocieran.

-Ustedes no saben cuanto Alice admira a Pistoles. 

-¿Oye, pero porque no la dejan cantar?

-Mi tío dice que eso no es pa' gente decente como ellos. Pero lo que pasa es que mi tía era cantante, pero falleció en un accidente automovilístico cuando venía de regreso al pueblo y su perdida le dolió tanto que no quiere que mi prima corra con la misma suerte.

-Eso que ni qué, pero espero que 'hora sí ese par vuelvan a encontrar la felicidad. 

Alice y Panchito se acercaron a la mesa.

-Alejandra, es hora de irnos.

-Como diga Dama.

-Pues las acompañamos, faltaba más. 

Se despidieron de Javier y Pedro y acompañamos a las señoritas a su casa.  


Pequeños momentos con un caballero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora