Encendí un cigarrillo y tras la primera bocanada, las patitas bajaron las escaleras, después Ari que lanzaba pétalos de rosas y en todo su esplendor Xandra, dejé caer el cigarro y me acerqué para ayudarle a bajar, era más hermosa que Yemayá, después buscaría como disculparme con los dioses por mi atrevimiento. Las cuatro féminas se encaminaron a aquella fiesta y yo trataba de sacar a la diosa de mi mente.
-Creo que es hora de dormir Donald.
-¿Tan temprano Panchito?
-Sí es por mi no se preocupen, me puedo ir a otro lado con mi melancolía.
Diciendo esto salió al jardín, se recostó en el césped mientras miraba al cielo, le era inevitable no pensar en esa bella mujer a la cual no le podía confesar su amor, nuevamente el llanto se hizo presente y se alojó en su sombrilla, ahora sí su brillo se pudo manifestar, José se levantó de golpe asustado por lo que ocurrió, una dulce voz femenina salía de aquel objeto.
-Zé, no tengas miedo el día de hoy cumpliré tu sueño y como advertencia recuerda el cuento de la Cenicienta.
Nuevamente la sombrilla brillo, esto no pasó desapercibido para las otras aves que se encontraban en la cabaña, quisieron abrir la puerta pero no pudieron, solo veían a su amigo envuelto en una luz verde flotando por el cielo, cuando terminó el espectáculo la voz le recordó aquella conocida advertencia, José seguía impresionado, era un humano podía ver sus manos, pero deseaba ver su rostro, ¿sería lo suficientemente atractivo para su Diosa?
-Pequeño mío, eres bello, como me gustaría darte un abrazo y un beso, pero solo me queda verte desde la distancia hijo mío.
-¿Madre?
Ya no salió sonido alguno, José seguía peleando con su sombrilla hasta que lo interrumpieron.
-¿Eres tú José?
-Eso parece.
-¿Cómo es que sucedió?
-No lo sé, pero no tengo tiempo que perder, tengo que ver a Xandra.
Diciendo esto salió corriendo hacia el lugar donde se llevaría la fiesta y al llegar se había dado cuenta que no le sería fácil ingresar, bueno hasta que escuchó al dueño del grupo musical que el vocalista no llegaría a tiempo, se ofreció amablemente y accedió.
Al ingresar la pudo ver como trataba de relacionarse con los demás y eso que ella "es la refinada de nosotros". Por un momento nos miramos y ella sonrío y le regresé el gesto.
-¿Cuál es tu género musical?- preguntó uno de los integrantes.
-Llevó parte del ritmo brasileño...
-Más que perfecto.
Comenzamos con varias canciones algunas las interpretaba en portugués otras en español y unas más en portuñol, hasta que vi que se acercaron al donde estábamos, se veía tan hermosa con esa sonrisa que sabía que era para mí, me acerqué a donde estaba los músicos, les dije que interpretaría por cuenta propia, ellos no protestaron y que me acompañarían como pudieran.
Cuando digo que te amo,
es verdad lo estoy sintiendo
Y si bien lo estoy diciendo,
este amor es mucho más...
Y si quieres tu saber el tamaño de este amor que es tan bonito.
Yo no sé lo que decir,
porque no sé cuánto mide el infinito.
José entonó su canción sin perder el contacto visual con Xandra y ella no podía ocultar lo que estaba sintiendo al escuchar esa bella canción. Al terminar, les pidió permiso para poder disfrutar un poco de esa fiesta con la dama en cuestión a lo cual accedieron pues habían sido todo un éxito.
La trillizas les dieron un poco de privacidad y ellos platicaron por un largo momento, sin duda alguna era una noche especial para ambos cuando los primeros avisos de la que el día estaba por terminar comenzaron a sonar, faltaban 15 minutos para la hora.
-Distinguida dama, que en esta noche pareces una Diosa del Panteón Griego, me gustaría extender un poco más este momento, pero es imposible, le agradezco de todo corazón por su tiempo, y antes de retirarme quisiera poder degustar el néctar de sus labios.
Xandra sonrió acarició el rostro de José quien se fue acercando poco a poco a ella, unieron sus labios, al separarse, Xandra notó que había lágrimas en José.
-¿No te gustó?
-Lo amé y será el recuerdo más lindo que tendré en mi vida. Gracias por todo mi amada Diosa.
Y diciendo esto, del interior de su saco sacó una rosa amarilla con los bordes verdes y se disponía retirarse del lugar.
-¿Te volveré a ver?
-Es lo que más quisiera, pero por el momento es imposible.
Cinco a las doce, era tiempo de irse de ahí. José besó la mano de Xandra y salió del lugar.
A la mañana siguiente la rutina se repitió solo que en esta ocasión Xandra llevaba revuelto su cabello.
-Buen día José.
-Buenos días.- Veo que te divertiste anoche.
-Un poco, pero no puedo arreglar mi cabello.
-¿Quieres que te ayude con eso?
-Te lo agradezco.
-¿Cómo te fue en la fiesta?
-De maravilla, conocí a un hombre tan más apuesto y tan caballeroso...
-Entonces no fue del todo una noche de chicas.
-Exacto.
-¿Se volverán a ver?
-Él dijo que le gustaría, pero por el momento no le era posible.
-Espero que un día lo vuelvas a encontrar.
-Yo lo deseo más.
-¿Sin importar que sea solo un pobre mortal?
No hubo respuesta, tan solo la escuchaba tararear la canción que le dediqué desde el fondo de mi corazón mientras trataba de ayudarle con su peinado.
Espero que les haya gustado este relato.
Las imágenes de ambas partes son de la App Amino de un autor desconocido y de Aeron.
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Pequeños momentos con un caballero.
Fiksi PenggemarPor más que quise evitarlo, caí en la tentación de escribir algunos one-shots, aunque puede que algunos se extiendan un poco más, sobre Los Tres Caballeros, aunque la gran mayoría tendrán como protagonista a José Carioca, por ser mi consentido de lo...