Sin ánimos

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Después de toparse a ambos chicos en el festival y tras, literalmente, huir del lugar, Nagito regresó a su apartamento con los ánimos totalmente abajo. En la oscuridad del lugar, una leve risa sonó.

-Hacía tiempo que no me sentía de éste modo- murmuró el albino mientras se sentaba en el sofá de la sala de estar.

El apartamento era relativamente grande, provocando que los murmullos del chico se escucharan mucho más fuerte de lo que le gustaría. Tras suspirar un poco se recostó en el mismo lugar con un cansancio inexplicable, Nagito no lograba entender el porque de la presión que sentía en su pecho.

-Nunca había sentido algo así antes, ni siquiera con los experimentos- volvió a murmurar mientras cubría sus ojos con su brazo -Es extraño, mis ojos arden- continuó mientras sentía las lágrimas caer.

¿Cuánto tiempo llevaba sin llorar? ¿Cuándo había dejado de darle importancia a su estado de ánimo? La depresión y baja autoestima era parte de su día a día, en cierto punto llegó a pensar que ya no valía la pena intentar mejorar, después de todo, la persona que lo incitaba a mejorar se había ido hace años. Y ahora, después de tanto tiempo, se vuelven a encontrar.

Hajime había hecho su vida, terminó sus estudios, consiguió un trabajo e incluso había conseguido una pareja pareja; él, en cambio, se había mantenido como aquel chico mediocre que alguna vez intentó ayudar, Nagito se atrevería a decir que estaba incluso peor que antes. Por más que intentaba mejorar siempre terminaba en el mismo punto y empeoraba cada vez más, inclusive si pedía ayuda a Chiaki o a alguien más no esperaba un avance demasiado notorio.

-Debería dejar de pensar en eso- volvió a hablar secando sus lágrimas y levantándose del sofá -No es bueno que duerma aquí-

Caminó sin demasiada energía hacia su habitación y, al entrar, se dejó caer en seco sobre la cama.

Resumiendo las semanas siguientes; Nagito estuvo con su estado depresivo durante todo ese tiempo, causando preocupación no solo a Chiaki y a Chihiro, sino que el resto de sus compañeros también mostraron preocupación. Pese a los intentos que hicieron para sacarlo de aquel estado no lograron nada, y que sus compañeros, exceptuando a Chiaki y Chihiro, desconocieran el porque estaba en ese estado complicaba más las cosas; así, finalmente pasó un mes.

Nagito despertó por la mañana debido al sonido incesante de su móvil que se había quedado en alguna parte del apartamento desde hace varios días, dejó que sonara durante varios minutos hasta que se escucharon unos golpes en la puerta. Los habría dejado pasar pero con el paso de los segundos los golpes seguían en aumento, totalmente resignado se levantó y abrió la puerta.

-¡Hasta que abres! ¡¿Siquiera sabes la hora que es?!- exclamó la pelirroja con frustración.

-¿Koizumi?- murmuró Nagito un tanto desorientado.

-¡Ni siquiera estás vestido! ¡Es tarde!- siguió diciendo mientras marcaba un número en su móvil.

-¿Tarde?- el peliblanco estaba totalmente confundido -¿Tarde para qué?- preguntó mientras la chica lo tomaba del brazo y lo llevaba a su habitación, no sin antes cerrar la puerta tras de sí.

-¿Lo olvidaste? Hoy es la boda de Nidai y Owari- respondió suspirando mientras le hacía una seña a Nagito -Cambiate, Kazuichi pasará en unos minutos para llevarnos- dicho eso, salió de la habitación mientras hablaba por teléfono.

Si, Nagito había olvidado completamente que durante la reunión se había revelado la fecha de compromiso de sus dos compañeros, ni siquiera sabía si tenía un traje. Al abrir su armario recordó vagamente que había ido a comprar junto a Chihiro un traje unos cuantos días atrás.

Única esperanza [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora