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Miedo, eso que experimentamos a veces de forma involuntaria, cuando el pecho te pesa, respiraciones aceleradas, y cuando sientes que no puedes mover un musculo. Sentir que el tiempo esta contado.
A veces huimos sin que nadie nos persiga, nuestra propia conciencia nos engaña cuando hacemos algo incorrecto. Tratando de huir de nuestras propias mentiras. Cuando Sabemos que Nos pueden descubrir, Y que pronto podríamos morir, sentimos MIEDO.

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— ¡levántate Nathalie! ¡Prepárate para ir al colegio!

Yo solo Abrí mis ojos de golpe y me senté en mi cama... Estaba Sudada. Otra pesadilla horrible

Me acomodé en mí cama e inhalé hondo, tratando de recuperarme. Había tenido otra de esas pesadillas recurrentes, que sinceramente ya me estaban hartando.

— ¿¡Debo ir al colegio!? —respiraba hondo para recuperar el aliento.

— ¡Si! ¿No querrás dar una mala impresión de ti el primer día verdad?

—Doy mala impresión siempre. —me acosté en la cama acomodando mi cabeza en mi almohada.

— ¡Solo levántate!

Yo bufé y me estiré en mi cama. Hoy es mi primer Día en el Colegio Mathew Beckman. Aunque sinceramente no quiero ir, pero lo haré por mi mamá.

Me levanté de la cama y me metí a la Ducha, el agua tibia en mi cuerpo me hace sentir relajada. A veces Mi mente me tortura con pesadillas constantes para Hacerme daño. Hasta el punto de causarme caer en lo más profundo de la miseria. Tan reales, tan dolorosas, tan impactantes; Por más que anhelas despertar no puedes, hasta que llega un momento que no puedes más, y en ese momento te liberas, sin querer cerrar de nuevo los ojos y volver a ese infierno.

Solo suspiré para salir de la ducha. Me puse algo sencillo. Unos shorts y una blusa lila Con unas zapatillas blancas. Me amarré mi cabello blanco en una coleta alta como solía hacerlo desde que tengo memoria. La verdad no soy muy innovadora con lo que me pongo. Pero no es que me interese mucho.

Me miré al espejo y pude ver las pronunciadas ojeras que decoraban mi rostro, hace mucho que no dormía como debía y mi cuerpo pagaba por eso. Suspiré de forma pesada, Bajé a la sala y pude encontrar a mi Mamá haciendo el desayuno como todos los días. Me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla.

—Buenos días Nena.

—Buenos días mamá, huele delicioso.

—Siéntate y come rápido, sino llegarás tarde.

Me senté en la mesa y comí todo lo que pude, después tomé un maletín donde puse todo lo que pensaba que era necesario, Mi madre se acercó a mí y toco mis ojeras, yo solo aparte el rostro un momento, no quería que ella notara que no descansaba, No quiero que se preocupe. Ya hace demasiado por mí.

Salí de la casa y fui caminando a paso lento. Hoy ha empezado todo un tanto apresurado, pero eso no evitará que el tiempo transcurra. Así que prefiero acomodar mis ideas y que todo está un poco más claro.

¿Nunca han sentido que no pertenecen a algún lugar? ¿O que son demasiado diferentes a los demás?... Entonces piensas igual que yo, aunque eso es muy distinto a ser igual que otra persona, o en este caso, ser igual que yo.

Desde pequeña me han pasado cosas extrañas. Cosas que pueden ser extrañas de escuchar y comprender y a causa de eso, he sido literalmente marginada.

Vallamos desde el principio, Un gusto, Soy Nathalie Ackerman.

Mis padres me abandonaron cuando Comenzaron a ocurrirme cosas como estas, Me dejaron con el Cura de una iglesia Diciendo Que debían sacarme los demonios, Todo esto cuando tenía unos 3 años.

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