diez

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— Banco a las piñas a Wos. — Dijo Juan Manuel, el novio de mi amiga Nati y mi amigo de la infancia. Habíamos salido a comer algo los tres. Yo era como la hija de la pareja y me daba gracia pero también pena por ser la amiga solterona que siempre invitan por compromiso. Lo miré sonriendo. Acababa de contarle toda la interacción que había tenido con él sumado a los mensajes de Instagram que fueron bastante reveladores para mí. También les conté de Nacho, quien con el correr de los días y aunque no tuviéramos mucho en común, se había convertido en un amigo.

— Yo también. — Aportó Nati. — Pero que no te haya hablado después de ese chamuyo por Instagram me deja pensando.

— No todo es Instagram, babys... — Sonreí. — ¿Por qué no le hablas vos?

— Me dije a mí misma que no le voy a hablar nunca más a ningún hombre. Demasiadas veces di el primer paso y todas salieron mal.

— Que hayas dado el primer paso con el estupido de Bautista no cuenta, Paz. — Dijo Juanma, el enemigo número uno de Bautista. — Y el chico anterior es irrelevante. Así que dale para delante. — Nati me miró sonriente y me encogí de hombros no muy segura. Saque mi celular, todavía dudando, y abrí la conversación de Valentín en WhatsApp. Me puse nerviosa al verlo en línea pero si no lo hacía en ese momento no iba a hacerlo nunca.

Valentín Oliva
en línea

qué haces negri
estás ocupado?

para vos siempre estoy disponible linda

estamos tomando unas birras con unos amigos
queres venir?

donde
sisi quiero

buenísimo
estamos en palermo
beer house

ah si conozco
perfecto
en 30 estoy
justo estoy saliendo del estudio y ya me iba para casa
siempre oportuna 😍

jajaj visteee
bueno te espero

(...)

Todavía con los nervios en punta y el estómago revuelto les informé a mis amigos que Valentín ya estaba viniendo. Ambos, me dijeron que había hecho bien las cosas por primera vez en mi vida y que Valentín parecía ser el chico indicado para mí. En realidad no nos conocíamos mucho y me parecía importante el proceso de saber del otro, porque ya había tenido malas experiencias con otros chicos pensando que por una buena primera salida ya era el indicado. Yo sentía mucho. Con intensidad. Y amaba igual. Eso, sin querer, se había transformado en un gran obstáculo porque en todas mis experiencias amorosas yo había salido lastimada. Tal vez por sentir demasiado y no ser correspondida. Entonces el problema era yo, que no podía encontrar el equilibrio y había empezado a sentirme insuficiente para cualquiera. En especial para Valentín. En serio yo era muy poco para él.

Estaba aburriendo a mis amigos contándole sobre la exposición de Turner cuando me interrumpió el tono de llamada del celular. Lo atendí mientras me levantaba de mi silla y lo vi entrando por la puerta con el celular en su oreja.

— Te estoy viendo. — Le dije. — Encara para tu izquierda. — Miró en esa dirección y al verme dejó su teléfono y caminó hacia nuestra mesa. Valentín fluía en todo sentido. Saludó a los chicos y se sentó a mi lado mientras una moza venía a dejarle la carta. Sin mirarla, le pidió una Honey y le dedicó una sonrisa espectacular.

Juan Manuel sacó su lado fan de las batallas de freestyle, igual que hacía con mi hermano cada vez que lo veía.

— Wacho, sos un crack. — Valentín soltó una risa de esas que lo caracterizan y le agradeció como estaba acostumbrado.

Tomamos un par de cervezas y hablamos bastante de todo. Me gustaba escucharlo hablar. Eso no me pasaba con otros chicos con los que había salido porque siempre eran bastante inmaduros. Valentín tenía otra visión. Era arte. Y le gustaba expresarlo. Tenía sus ideas claras en cuanto a todo y eso me volvía loca.

— ¿Vos sabes por qué le dicen Pichi? — Le preguntó Nati a Valentín, ya bastante en pedo. Entre risas Valentín negó. — Una vez cuando éramos pendejas, íbamos a primaria todavía, creo... — Recordó mirándome. — Estábamos en casa de un compañerito jugando. Era una de nuestras primeras fiestitas de noche. Entonces nos pusimos a jugar a la botellita y Paz tenía que darle un beso al chico del que todas estábamos enamoradas. Entonces lo besó, que se yo, y después para que no nos enojáramos nos dijo "no se perdieron de nada, tenía sabor a pichí, un horror". — Valentín y Juan Manuel se rieron con fuerza al escuchar la anécdota que contó Nati.

— ¿Y como sabes cual es el sabor a pichí, Pichi? — Me preguntó divertido.

— ¡Lo mismo le dijimos nosotras!

— Bueno, en mi defensa era para que no se enojaran. Algo tenía que inventar, loca. — Le dije a mi amiga y esta volvió a reír.

Nos subimos a mi auto porque Valentín había venido en Uber y yo me había ofrecido a acercarlo hasta su casa. Lo miré de reojo mientras me ponía el cinturón y él imitó mi acción. Antes de arrancar mande un mensaje por el grupo de mi familia avisando que acercaba a un amigo hasta su casa y volvía, para que no se preocuparan. Manuel respondió al instante diciendo que se quedaba a dormir en lo de un amigo y, momentáneamente, recordé que estaba saliendo con una chica pero no quería contar nada, por lo que supuse que estaba con ella.

— Creo que mi bebé está de novio. — Le comenté a Valentín haciendo puchero. Soltó una de sus risas que te incitaban a reír.

— Uf, que celosa saliste. — Lo miré enarcando una ceja.

— Mejor ni opines, vos te pusiste celoso de Nacho. — Murmuré y él rió de nuevo pero esta vez se tapó la cara avergonzado.

— Puede fallar, dijo Tusam. — Solté una carcajada y negué con diversión mientras lo miraba. — Me gustas, Paz. — Dijo sorprendiéndome por completo. Trago saliva y lo vi ponerse nervioso. Pensé que se aproximaba un pero. Así fue. — Pero no sé nada de relaciones. Y como habrás visto soy muy colgado sumado a que ando a mil revoluciones. Y creo que vos te mereces alguien que pueda darte más, no quiero hacerte perder el tiempo.

Me parecía sensato lo que estaba diciéndome pero sonaba como que yo estaba buscando ser su novia y eso no era así. Asentí comprensiva antes de formular la idea en mi mente y hacérsela saber.

— Me pareces muy lindo y un chico interesantísimo. Pero si tu idea es dejar de vernos, no hay problema, Valen. — Aclare. — No estoy buscando una relación formal en estos momentos. Y te agradezco que me hagas saber lo que te pasa de antemano. Esta bueno que no juegues con mis ilusiones... — Valentín sonrió ampliamente antes de mirarme.

— Podemos seguir viéndonos y ver qué pasa, si te parece, sin presiones. — Habló con nerviosismo, algo que muy pocas había visto en él causándome mucha ternura. Asentí.

Todo seguía igual para mí, con la diferencia que sabía que él todavía no tenía nada en claro conmigo. Y eso no me molestaba. A algunos les tomaba más tiempo. Pero me dejaba tranquila el hecho de saber que él no quería dejar de verme por más que todo en él dijera no: no tenía tiempo, no tenía experiencia en relaciones y tampoco tenía ganas de tener una novia.

⭐️

Ojalá les vaya gustando. Espero sus comentarios bellas!!

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