Un sueño de libertad.

Capítulo 19

Ouma estaba en el auto mirando con lágrimas cómo cada vez se alejaba más de su familia, Saihara estaba conduciendo felizmente.

Pasaron varias horas, Ouma se había dormido, Saihara seguía conduciendo hasta una cabaña en el bosque. Llegando salió para cargar a Ouma y llevarlo a la cabaña.

Ouma despertó en una cama mientras notaba que había una chimenea, se levantó viendo que Saihara estaba a su lado mirándolo fijamente.

Saihara: ¿En serio creíste que volvería a pasar? Aparte, ahora ya ni siquiera estamos lejos de tu familia, si no lo que sigue.

Ouma: Saihara-chan... Quiero que seas el de antes... Quiero a mi Saihara.

Ouma abrazó a Saihara llorando, este se quedó en silencio mientras correspondía, el peli-morado se separó mirando a Saihara a los ojos, seguido lo besó abrazándolo del cuello y rodeando las piernas en la cintura de Saihara.

Ouma: Haré lo que quieras, pero vuelve a ser el mismo. —Dijo desabrochado su camisa sonrojado mientras con la otra mano ponía en dedo en la boca de Saihara para que lo lamiera. —

Saihara: Te amo Ouma-kun...

Ouma: Yo a ti... —Dijo para después tomar una botella que estaba abajo de la almohada y golpearla en la cabeza de Saihara. —

Después de eso Ouma salió corriendo llorando ya que en verdad se sintió mal hacerle eso pero no quería seguir así, para su mala suerte era un enorme bosque donde, tragó saliva y corrió adentrándose en él, pasó varias horas, estaba cansado, tenía miedo, se hacía de noche.

Ouma: No pensé... No pensé... Sólo quería salir... Sólo quería ser libre...

Saihara: Podemos ser libres los dos.

Ouma: Perdón... Perdón...

Saihara: ¿Qué dices? Empezar de cero aquí... Donde podamos caminar los dos juntos, Ouma-kun... Perdón... No quiero perderte...

Ouma: Libres los dos... Como en mi sueño.

Saihara: Sí.

Ouma: Acepto, es mi sueño de libertad.

Sonrieron los dos para después besarse.

Pasaron unos meses donde Ouma y Saihara iban al pueblo donde pasaban el rato comiendo, hablando de cualquier cosa.

Ouma: Me gusta este suéter, es muy cálido.

Saihara: No más que tú.

Ouma: Todo este tiempo me has tratado bien, gracias.

Saihara: No, gracia a ti por perdonarme.

Ouma: ¿Después de el invierno iremos con mis padres? Diré que tú me rescataste.

Saihara: ¡Claro que sí!

Entonces ambos se abrazaron, Ouma finalmente se sentía libre.

Pero.

Saihara con el abrazo sonrió de manera rara sin que Ouma se diera cuenta hasta separarse.

Ouma: ¿Vamos a casa para tomar chocolate?

Saihara: Por su puesto, te amo.

Ouma: Y yo a ti.

Policía: Sí, los cadáveres llevaban meses de estar muertos, el asesino solamente tuvo que enterrarlos en su propio jardín, un hombre y una mujer.

Fin.