Admiración

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N/A: Ok, ¡estamos dos capítulos de terminar! No tenía idea que escribir un fanfic demandara tanto desgaste mental T_T pero me alegra haberlo hecho. Ya pude experimentar lo que se siente escribir yaoi y eso siempre es algo bueno ;D 

Nota curiosa: en la parte más cursi (ya sabrán a cual me refiero) comenzó a sonar Take me to Church de Hozier...es una jodida señal!!! D:

El frío comenzaba a intensificarse a medida que nos internábamos en una especie de túnel congelado

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El frío comenzaba a intensificarse a medida que nos internábamos en una especie de túnel congelado. No sabía si realmente estábamos logrando salir a alguna parte, pero parte de mi quería creer que si... aunque para ser franco estaba comenzando a preocuparme.

—Gary...—

—¿Mmmh?— Gruñí. No entendía porqué era tan complicado para Ash quedarse callado quince minutos.

—Antes no pude decirte esto, pero... lamento que hayas perdido la liga. Sé que significaba mucho para ti.—

—No vuelvas a mencionar eso jamás.— Respondí con tono áspero.

Nunca vi venir eso. Tensé mi mandíbula y apreté mis puños, incapaz de mostrarme impávido. Este niño siempre lograba molestarme de una u otra manera.

—No lo haré. Sólo quiero que sepas que para mí siempre serás el entrenador más odioso, presumido y arrogante,— Voltee a verlo por la esquina de mis ojos y con las cejas arqueadas pensando en que aquel era el consuelo más terrible del mundo, pero al advertir mi expresión puso su mano en mi hombro y continuó hablando. —Pero también eres el entrenador que más quiero.

Me detuve en seco. "Debe ser una maldita broma" Pensé, esperando que soltara una carcajada o un guiño, al cuál yo respondería con un puñetazo en los dientes.. pero no vi nada de eso. En su lugar me encontré con una mirada seria y una sonrisa dulce... el idiota hablaba en serio.

—¿¡Pero de qué hablas?! ¡SOMOS RIVALES!— Espeté furioso. ¿Cómo era posible que dijera esas cosas así como así?

—Si, pero ¿y eso qué? El que seamos rivales no significa que no pueda quererte.—Respondió con esa maldita voz ingenua. Aterrado, noté como el color subía por mi rostro. Traté de voltear la cara pero era tarde... Ash lo había notado.

 —¿Porqué te ruborizas? No es tan extraño, nos conocemos desde niños y...—

—¡Déjame en paz!... ¡Y DEJA DE MIRARME!— Respondí dandole la espalda mientras que con mi brazo derecho cubría mi cara. —Sólo lo estás empeorando.— Dije en tono más bajo. 

—¿Qué estoy empeorando?—

—Si es verdad eso entonces... el perder la liga... ¡TÚ ME VISTE!—

—No entiendo ¿qué es lo que vi?—

—¡ME VISTE PERDER!— Grité, cayendo sobre mis rodillas. Puse mis manos en mis ojos tratando de ocultar a toda costa las lágrimas que finalmente brotaron. Fue en ese momento cuando me percaté de que aquello me había afectado más de lo que había creído.

Mi aventura en las Islas EspumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora