Niñera [Khea]

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Veo como Felipe sale corriendo por el pasillo escondiéndose detrás del sofá, seguido de Ivo soltando un quejido.

- ¡No se duerme!- dice abrazandome por detrás y me volteo enrollando mis brazos en su cuello.

- Porque siempre le decís si a todo- le digo y dejo un pequeño beso en sus labios para después acercarme a detrás del sillón- Eres malo con tu hermano, Feli- le digo a Felipe quién ya ha empezado a bostezar.

Lo ayudo a levantarse y lo sigo, le sonrío con suficiencia a Ivo cuando pasamos a su lado, cuándo llegamos al la habitación de invitados, se sube a la cama y yo termino de arroparlo.

- Pero..yo no tengo..sueño- dice mientras es interrumpido por sus propios bostezos, poco a poco va cerrando los ojos.

- Descanza- le digo cuándo ya seguro no me escucha y me levanto para apagar la luz, saliendo de allí.

- ¿No que no?- pregunté, cuando estuve frente a Ivo.

- A ti si te obedece- dice mirando al suelo, y me encargo de levantar su mentón para que miré.

- A ti también sólo que deberías dejar de resolver todo con helado- dije extendiendole la taza y la cuchara que estaba en mesita de noche.

- Resolveré eso, pero ahora tenemos la noche para nosotros- dijo con una sonrisa pícara.

Caminamos entre besos hasta la habitación dónde logro quitarle la camiseta, sus manos van a borde de mi short bajandolo, para así poder tocar directamente mi trasero.

Cuando ambos caemos en la cama lo empujo quedando sentada encima de el, quito su abrigo de mi lentamente bajo su atenta mirada, cuando siento como cada ves su miembrose hace cada vez más grande debajo de mi empiezo a dejar besos por su abdomen y cuello.

- Disfruta, amor- susurro mientras voy bajando llevando conmigo su pantalón.

Acaricio por su encima de la tela de su boxer su miembro, mis manos tiemblan ligeramente es la primera vez que hago algo así, más algo debí de aprender de las veces que Violetta contaba sus vivencias que me traumaban literal.

Mi mano se adentra en el boxer comenzando a acariciarlo, muerdo mi labio con fuerza mientras escucho sus gemidos que llevan mi nombre y algunas maldiciones, bajé su boxer abrí mi boca dando pequeñas lamidas para después finalmente meter lo que podía en mi cavidad bucal.

- La puta madre, Melina- lo oí gruñir mientras mi mano acariciaba la parte que no lograba entrar en mi boca, su mano me tomó de la mejilla mirándome separandome de el, hize un puchero- Quiero acabar en ti- dice mientras vuelvo a sentarme encima de el.

Sus dedos se envuelven en el costado de mis bragas y esta vez si logra romperlas mientras las quita, sus manos tomaron mi cintura para asi penetrarme solté un gemido un poco alto, al estar sentada encima suyo podía sentir como entraba por completo en mi, sus manos abandonaron mi cintura aunque no pare de moverme, desabrochó mi sostén mientras sus labios mordían y chupaban sin piedad mis pechos robandome varios gemidos.

Mis manos levantaron su rostro para besarlo mi abdomen había comenzado a contraerse debido a que mi orgasmo estaba cerca.

- Volvé a hacer eso- gimió cuando apreté mis paredes a su alrededor volví a hacerlo unas cuántas veces más hasta que ambos llegamos, el se dejó caer hacia atrás llevandome consigo su mano empezó a acariciar mi mejilla lentamente- Te ves maravillosa- dijo aunque seguramente me veía horrible con el cabello revuelto y mis labios inchados.

- Creo que me enamoré de tu pija- admití provocando una sonrisa en sus labios, me bajé de el acostandome a su lado pasando una de mis piernas por encima suyo.

Después de un rato dónde que me quedé mirando su rostro dormido me levanté y tras vestirme salí al balcón sentandome en una especie de reposera.

Mi celular comenzó a sonar en el bolsillo de mi short lo saqué mirando la imagen.

- Hasta contestas rubia hermosa- dice con algo de humor en su voz.

- hola, tomate ¿cómo estás?

~♡~♡~♡~

Ahí está su garche ¿vieron lo buena que puedo ser aveces? Eso se merece un voto, estoy dejando pistas de algo son muy obvias porque no sirvo para guardar secretos pero igual creo que no se esperan lo que viene próximamente.