Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.

Capítulo 4 - Noche de chicas y algunas confesiones.

Sábado 11:50 AM - Dormitorio de Uraraka

La castaña daba vueltas en su cama mientras dormía, su sueño era profundo pero no tan plácido como quisiera, en su mente no paraban de repetirse las mismas imágenes... "ojos verdes, explosiones, Deku saltando a toda velocidad, ojos rojos y fieros que brillaban como rubíes incandescentes por la luz generada en cada explosión". Las imágenes del entrenamiento se repetían una y otra vez hasta que en algún punto de su sueño, comenzó a sentir golpeteos... "de dónde viene ese sonido? Sabía que ella estaba escondida tras los arbustos, mirando absorta la batalla entre sus mayores... sintió más golpeteos pero no podía dejar de mirar la luz de las explosiones, luego una voz... Ochako, despierta... no podía, en su frenesí no podía dejar de admirar a ambos jóvenes... Ochako por favor, ya es hora..." De pronto sintió el peso de su cuerpo haciendo que las imágenes se volvieron más difusas y los sonidos más lejanos, salvo el golpeteo, ese se escuchaba aún más fuerte obligando a la castaña a salir de su inconsciencia. Más golpes y cada vez más fuertes, de algún modo logró distinguir que esas imágenes eran producto de un sueño. Estaba a punto de despertar, el fuego de las explosiones se habían ido, pero el sonido de esos malditos golpes la estaban matando cuando de pronto...

-URARAKA OCHAKO, YA DESPIERTA Y ABRE LA ESTÚPIDA PUERTA!!!!

Uraraka se incorporó en su cama de un salto, reaccionado asustada ante la escena... esos golpes provenían de la puerta de su habitación, y la voz en su sueño le correspondía a su amiga rosada, quien ahora le gritaba irritada al otro lado en el pasillo.

-Ya voy Mina-chan!!!- Como pudo se incorporó, algo grogui por el largo sueño y de un manotaso abrió la puerta, dejando a la vista el rostro de pocos amigos que tenía la rosada. -Lo siento Mucho! estaba muy dormida.- se excusó casi jadeando.

-Y vaya que sí mujer!!! Vine en dos oportunidades a despertarte pero no reaccionabas, te dejé dormir porque pensé que realmente lo necesitabas pero, mira la hora que es!

La castaña volteó a ver el reloj que colgaba en una de las paredes, eran casi las doce del mediodía! Desde cuando dormía hasta tan tarde? Y quién sabe? Quizá si su amiga no la hubiera obligado a levantarse, seguiría allí durmiendo y soñando... El sueño, Bakugou y Deku, ellos batallando... por qué tenían que ser ellos dos quienes ocupen su mente hasta en su descanso?

-HOLAAAA, TIERRA A OCHAKO!- Mina agitaba una de sus manos frente al rostro de la castaña.

-Eeehhhh, lo siento! Ahora mismo me doy una ducha rápida y me cambio, dame unos minutos y saldremos de aquí- Uraraka se volteo camino a su armario. Rápidamente escogió un conjunto para poder salir y volteó a mirar a su amiga. -Mina-chan, podrías esperarme afuera? Voy a ducharme ya mismo.-

-Espera un momento!- la rosada detuvo a la castaña tomándola por la muñeca. -Hoy en la noche nos dirás que te pasa, ya van varias semanas en las que tú estás extremadamente distraída, nerviosa y muy esquiva. Ya basta Ochako! soy tu amiga y de verdad no puedo verte así, es hora de que hablemos y nos cuentes qué te está atormentando.-

Uraraka la miró seria en silencio y luego bajó la vista algo apenada. Tras un suspiro volvió a mirar a los ojos a su amiga. -Tienen toda la razón, esto se ha salido de control y no sé bien como decirles que es lo que me pasa. No es algo muy puntual, es un cúmulo de cosas que me tienen confundida y cada día es peor... ya no sé cómo llevarlo.-

La castaña intentó esbozar una sonrisa pero sólo le salió una mueca torcida... Su pena era evidente. Mina no pudo más que compadecerse de su compañera.

-Ochako-chan ya deja de afligirte, esta noche nos contarás y haremos lo posible por darte una mano, recuerda que tienes amigas que se preocupan por ti y como dicen los viejos... NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS!- esto último lo dijo esbozando una gran sonrisa. Así era la rosada, siempre intentando infundir ánimo. Uraraka rió ante el comentario de su amiga.