Capítulo 17 - Adicción a lo Prohibido

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En ese preciso instante, Uraraka sintió como si su cerebro hiciera una especie de "off" en todo pensamiento, dejando libre a todas las sensaciones que su cuerpo había contendido hasta el momento, y que ahora estaba experimentando a flor de piel. Ella ya había sentido el cálido roce de los labios del rubio en el día anterior, también sus manos y su aliento embriagador... Sin embargo, esto iba a otro nivel. En el pasado, ella pensó inocentemente que su primer beso (sea con quien fuere), sería algo mágico y romántico. Jamás pensó que sus hormonas la dominarían al completo, jamás creyó que podría interesarse por alguien como Bakugou, y menos aún se imaginó que alguien como él podría besarla de aquella manera. 

A sus casi 16 años, ella ya no era tan inocente, pero aún así había mantenido la idea del "primer beso mágico"... Claramente todo aquello se fue a la basura en aquel preciso momento. Era peor? Claro que no! Lo que estaba sintiendo su cuerpo en ese preciso momento era violentamente abrumador, no tenía nada que ver con gentileza, magia o cariño... Pero se sentía infinitamente mejor.

Los labios de Bakugou eran muy cálidos, y a pesar del frío en el ambiente, tenerlo casi encima era algo similar a ponerse cerca de un radiador. Aquel beso era cálido y suave, pero a la vez firme. El roce de sus labios se sentía como la seda, aunque se percibía cierta tensión ya que parecía más bien, un beso contenido.

Uraraka sentía el violento palpitar de su corazón, cada latido era como un estallido dentro de su pecho, y el sabor dulce de aquel beso le estaba provocando sensaciones incontrolables que no lograba dominar. Pasaron unos segundos más y los labios de Bakugou comenzaron a moverse sobre los de ella, recorriendo cada milímetro de sus comisuras y ejerciendo cierta presión en ellos. Hasta el momento, ambos se habían mantenido casi inmóviles con Bakugou sobre ella, sosteniendo sus manos y manteniendo cierta distancia entre sus cuerpos.

Tras unos segundos más, el rubio rompió el beso y la miro fijo mientras jadeaba suavemente. Uraraka por su parte, estaba totalmente roja y agitada, e involuntariamente mordió su labio inferior al sentir un leve hormigueo.

Ambos se escanearon de arriba abajo, hasta que Bakugou decidió soltarla e incorporarse un poco.

-Q..Qué fue eso Ba..Bakugou-kun?-

-No lo sé...-

La castaña se incorporó un poco para observarlo un momento antes de continuar.

-Acaso... Acaso esto es lo que quieres?-

-No lo sé...- Respondió con la mirada perdida. –Y tú? Es esto lo que quieres, cara redonda?-

-Yo... Tampoco lo sé.- respondió muy por lo bajo.

Ambos jóvenes se miraron un largo rato con expresiones indescifrables, hasta que Bakugou finalmente suspiró y se movió para incorporarse. Sin embargo algo se lo impidió...

Uraraka lo mantenía firme de la muñeca, tirando un poco de él para indicarle que no quería que se fuera. El rubio arqueó una ceja ante este gesto, pero le hizo caso y ambos siguieron sentados en el suelo, muy cerca el uno del otro.

-Cara de ángel... Sabes que puedes arrepentirte de esto?-

-Lo sé muy bien...- Es cierto, era muy consciente de ello pero no quería asumirlo.- Y tú..?-

-Tal vez... Tal vez no.-

-Eres definitivamente la persona más enigmática que he conocido, Bakugou-kun. En un principio pensé que sólo eras un gritón y arrogante...-

-A QUIEN LLAMAS GRITON, MALDITA!!??-

-Juuustamete como ahora!- Lo miró divertida.

-Tsk!- Desvió la mirada irritado.

Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora