Capítulo 19 - Consejo de Amigo

863 85 49
                                    


Sábado 01:27 AM - Habitación de Bakugou Katsuki


No paso mucho tiempo desde que aquellos recuerdos lo invadieron, impidiéndole el descanso. Bakugou daba vueltas y vueltas en su cama sin lograr conciliar el sueño, miró su reloj de noche pero los minutos avanzaban demasiado lento.

Paso un rato y nada, no lograba siquiera mantener los ojos cerrados por miedo a ver imágenes que no quería ver, y recordar cosas que no quería recordar. Divisó su reloj de noche una vez más para constatar la hora, pero ni siquiera habían pasado diez minutos desde la última vez que lo miró, provocando que perdiera la paciencia...

-Aaaarrggg!!! Maldita MIERDA!!!- Gritó mientras lanzaba el reloj contra una pared.

Tuvo que intentar serenarse mentalmente para poder bajar el ritmo cardíaco y acompasar la respiración, toda esa mierda en su cabeza lo tenía demasiado nervioso. Tras un breve instante, sintió unos golpes en su puerta que lo hicieron salir de sus pensamientos.

-Bakugou, estás bien? Que fue ese ruido?- Se escuchó la voz apagada de Kirishima, al otro lado de la puerta.

El rubio suspiró, no tenía ni las más mínimas ganas de soportar a nadie, por lo que se maldijo así mismo por hacer tanto ruido al revolear el jodido reloj. Era obvio que alguien despertaría.

-Bakugou...? Sé que estás despierto. Vamos, abre la puerta bro!-

- LÁRGATE! Sólo tiré el puto reloj por accidente!-

-Sí, claro... Ya abre de una vez. Tú nunca estás despierto a esta hora, aunque sea trasnoche de viernes.-

-QUE TE LARGUES PELOS DE MIERDA!!!-

-Si no abres seguiré golpeando, y si tú sigues gritando despertarás a todo el edificio!-

"Ese maldito quiere morir...", pensó el rubio mientras unas pequeñas explosiones brotaban de su palma derecha. De pronto su cabeza hizo un "click", y se le ocurrió que tal vez sería buena idea comentarle algo su situación, aunque él nunca había tocado ningún tema delicado con nadie pues nunca se sintió en la necesidad. Sin embargo, hacía ya varias semanas que se sentía diferente, gracias a ciertas cuestiones que daban vueltas por su cabeza.

Aquellas cuestiones tenían nombre y apellido... Aunque lo detestara con toda su alma, debía admitir que esa muchacha con cara de ángel aparecía reiteradas veces en sus pensamientos, provocando que se sienta cada vez más extraño.

-Bakugou, hablo en serio! Si no abres yo...- Kirishima se quedó a media frase al ver que la puerta se abría. El pelirrojo entrecerró los ojos ya que la habitación estaba a oscuras, pero la cabellera rubio ceniza y esos ojos rojos furiosos se veían perfectamente en medio de la penumbra.

-Deja de joder y entra ya, maldito imbécil...-

Kirishima esbozó una amplia sonrisa y entró. Bakugou lo observó ingresar alegremente, y en lo único que pudo pensar fue en que jamás conoció a un idiota que reaccionara con una sonrisa ante sus insultos. El pelos de mierda era un tarado, pero también una persona de fiar que realmente mostraba preocupación.

El rubio encendió la luz de su mesa de noche, para luego acomodarse en su cama con la espalda apoyada en la pared. El pelirrojo por su parte, se sentó en la silla del escritorio.

-Y bien? Se puede saber a qué se debe tu rabia nocturna?- Preguntó sonriente.

-Tsk!- Rechistó furioso por la intromisión, dedicándole una mirada asesina. Al desviar la vista, divisó su reloj una vez más y suspiró rendido... 01:49 AM.

Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora