Capítulo 6 - Debe haber alguna manera...

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Si de algo estaba segura Uraraka (y no podía negarlo), es que nunca sintió su cuerpo tan revolucionado y acelerado. En pocos minutos, y tras el interrogatorio de Momo, su mente y cuerpo hicieron un "click", dando paso a una oleada de pensamientos y sensaciones muy fuertes provocadas en todo su ser, y que de alguna manera venía reprimiendo por mucho tiempo.

Como es que no se dio cuenta antes? Cómo es que su cuerpo y su mente ocultaron esa parte? De algún modo y muy en el fondo lo sabía, pero no lo veía, necesitaba que alguien la hiciera entender todo aquello y se lo dijera a la cara... Momo no estaba equivocada, catalogar sus sensaciones como "amor" era ir demasiado lejos, pero indefectiblemente sentía una atracción fuerte hacia el rubio.

Tal vez era eso lo que tan mal la tenía! Cuando solamente pensaba en Midoriya, si bien la confundía, no se sentía tan agobiada y abatida. Pero desde que Bakugou se sumó a la complicada ecuación mental, estalló una guerra en su interior, perdiendo el control total de sus pensamientos. Tal vez era el hecho de no querer aceptar que dos personas la tenían confundida. Tener su mente liada con Deku era una cosa, pero si además debía sumar otra persona, siendo ésta el mismísimo Bakugou, entonces definitivamente algo estaba muy mal con ella.

-Ochako-chan parece perdida en la quinta dimensión, ribbit!- Asui estaba algo preocupada por el nivel de abstracción de su amiga.

Uraraka sacudió su cabeza una vez más y miró a todas de una en una, hasta posarse en la pelinegra...

-Momo, si eso realmente es así... si fuera que yo siento atracción por Bakugou-kun, qué es lo que debería hacer?- No sabía si tenía sentimientos de amor por el peliverde y mucho menos se imaginaba amando al rubio... pero mal que mal, ambos tenían lo suyo y la atraían a su modo.

-Bueno... esa parte es bien complicada Ochako, no voy a mentirte.- Momo le sonrió con una expresión algo afligida. -Creo que te toca a ti averiguarlo. Lo que sí puedo asegurarte, es que no es bueno que tu mente esté ocupada por ambos. O te gusta alguno en definitiva, o ninguno... deberías resolverlo lo más pronto posible o las cosas van a empeorar.-

-Concuerdo con Momo-chan.- Sentenció la rosada. -Ochako-chan, si bien la decisión es tuya, no crees que deberías olvidarte de Bakugou y simplemente intentar definir qué es lo que te pasa con Deku? Por más que logres hablar con Bakugou, no creo que sea la clase de hombre que piense en posibles romances, sino todo lo contrario. No lo sé, pero no deberías perder tu tiempo con alguien que tiene tan mal carácter y no quiere relacionarse.-

-Ahí puede que esté medianamente de acuerdo con Mina.- se unió la pelinegra.

-Nosotras también!- dijeron las demás al uníoslo.

Tenían razón, intentar relacionarse con Bakugou era una cosa... si bien sería difícil, no era tarea imposible ya que otros lograron penetrar en las defensas del rubio. Sin embargo llegar a su corazón... era como intentar domar al mismísimo Godzilla, dicho de manera más precisa, era imposible!

Lo era realmente? O eso era lo que todos creían? El rubio ya demostró que se preocupa (a su modo) por el grupo, y que de alguna manera deja que otros anden a su alrededor y le hablen. Tal vez esté cambiando poco a poco y se convierta en una persona más accesible. Y por qué pensaba tanto en eso? Por qué le interesaba que el rubio pudiese llegar a ablandar un poco más su actitud?

Sí! sus amigas estaban en lo cierto, Bakugou era el antítesis de un novio amoroso y perfecto, no había nada de romántico en él y jamás mostró el más mínimo interés en nadie, simplemente todos son un fastidio para él.

Una parte de la mente de Uraraka le decía que haga caso a sus amigas, que el Bakugou era un partido perdido sin siquiera empezar a jugarlo... Sin embargo, otra parte de su mente la incitaba a conocer más de él, a que cruce la barrera de lo "prohibido" para ver que hay más allá. Esa parte de su mente estaba gobernando todo su ser y no podía evitarlo... no le importaba cual fuese el resultado final, su curiosidad ante el rubio explosivo era enorme, y el único modo de saciarla era acercándose más a él.

Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora