Capítulo 15 - Giros inesperados

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Antes que nada, perdón por la demora! He tenido días complicados, he estado enferma y no siempre la inspiración venía a mí. Prometo no demorarme tanto, pero a veces no se pueden evitar los contratiempos. Este capítulo es un poco más largo que el resto! Intentaré subir el próximo este martes.

Gracias por el aguante!

Bye.


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El cuerpo de Bakugou se tensaba levemente cada vez que la joven aplicaba el algodón empapado en alcohol, sobre alguna de sus heridas. Luego, se relajaba y dejaba que ella lo limpie para finalmente colocarle las vendas. Ambos permanecían en silencio mientras la castaña realizaba su tarea.

La gran espalda del rubio era digna de admirar, aún con heridas, se veía increíblemente bien. Bakugou tenía cada músculo de su ser bien definido, y Uraraka no podía dejar de apreciar cada detalle bajo la suave y tenue luz de su lámpara de noche.

Podría encender la luz principal de la habitación, pero no quería llamar la atención de nadie que pudiese estar merodeando a altas horas.

Los minutos pasaban bajo aquel silencio inquebrantable, provocando que la ansiedad comenzara a apoderarse de la muchacha... Qué es lo podría estar pensando el rubio? Su mente se inundaba de curiosidad y se moría por saber, pero al estar el joven de espaldas a ella, no podía verle el rostro ni sus expresiones.

-En qué piensas Bakugou-kun? Estás muy callado...- se atrevió a preguntar.

-En nada, sólo estoy cansado.- respondió por lo bajo. La voz del rubio sonaba increíblemente bien en ese tono tan suave y tranquilo.

-Esto... Dijiste que si no te vencía, ya no continuaríamos entrenando juntos... Pero te vencí, entonces todo sigue en pie, cierto?-

-Si eso quieres...-

El tono de Bakugou sonaba un tanto desinteresado y Uraraka se preocupó, cuantos cambios podría tener el muchacho en un mismo día? Primero se mostró totalmente irritable, luego la obligó a pelear salvajemente. Una vez finalizada la batalla, él la felicitó y se mostró conforme con ella, pero ahora le respondía secamente. Parecía bastante distante, y no precisamente porque él tuviese una personalidad cálida, pero tampoco era una persona totalmente fría y sin embargo, a pesar de tenerlo allí a unos centímetros, se sentía como si estuviesen a kilómetros.

-Bakugou-kun, qué fue todo lo de hoy? Por qué te pusiste tan furioso con Deku-kun por descubrir  el secreto? Por qué te comportaste tan agresivo y me forzaste a que ganara la pelea? Sigo sin entender...- Uraraka sabía que todas esas preguntas podrían terminar con unos cuantos gritos como respuesta, pero ella necesitaba formularlas y no podía dejar pasar todo aquello como si nada.

-Tsk! Yo no me porté agresivo, solo decidí que era hora de presionarte fuerte para que dieras el máximo de una buena vez... Eso es todo.- Una vez más, el joven se mostraba irritado.

-Pero... Por qué tu enojo hacia Deku-kun? El sólo...-

-Cierra la boca, maldita sea! No menciones más a ese imbécil!!!-

-Pero, por qué?? Creí que después de aquella batalla entre ustedes, habían quedado en mejores términos!?- Insistió la castaña, necesitaba una respuesta concreta.

Bakugou se quedó en silencio un momento. Lentamente volteó el rostro hasta quedar de perfil a ella, dedicándole una intensa mirada.

Uraraka le devolvió la vista, sabía que era cuestión de segundos para que comenzara a hiperventilar una vez más, pero no se daría el lujo de apartar el rostro.

Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora