Capítulo 8 - Dos Bestias y un Entrenamiento

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Todo el grupo se dirigió al centro de la zona de derrumbes, la cual era considerada la peor parte y la más peligrosa... En el centro se juntaban enormes montículos de tierra y un montón de edificios destruidos, algunos se mantenían en pie de manera muy precaria, otros ya habían colapsado y el área se encontraba llena de escombros de todo tipo y tamaño. Sin embargo había una buena parte que el grupo logró despejar con el correr de los días, y era allí donde debían llegar.

Tenían que ser muy cuidados al caminar, ya que algún edificio o escombro suelto podría desprenderse y caerles encima. Todo el escenario en sí parecía salido de una película post-apocalíptica.

-Esto es seguro? Que yo sepa no tenemos permiso para adentrarnos demasiado en esta zona, o sí?- Uraraka estaba algo nerviosa mirando a su alrededor, el entorno se veía un tanto inestable.

-Ni siquiera hemos empezado y ya te quejas, cara redonda?-

-No es eso, pero este lugar es un tanto pe...- No pudo terminar porque el rubio frenó justo en frente de ella, haciendo que chocara con su gran espalda nuevamente. Bakugou se giró para dirigirle una mirada fría, casi asesina...

-Escucha maldita cara de mochi, tenemos permiso para usar éste sector y me vale una mierda el peligro que suponga... Mientras más riesgos corramos, más esfuerzo pondremos en vencer los putos obstáculos que se nos presenten a futuro. En la maldita vida real te enfrentarás a escenarios como éste y mucho peores.-

Increíble... a Uraraka se le desencajó la mandíbula ante las palabras del rubio cenizo, todo lo que decía era cierto, y la convicción con la que lo decía era impresionante (al menos para ella). A pesar de prestarle atención en clases y durante los entrenamientos, no era lo mismo que tenerlo justo en frente diciéndole todas esas cosas a ella. Incluso parecía tener más convicción que el peliverde por su modo tan duro, pero firme de expresarse.

-Ahora bien, entiende que no estamos aquí para juegos estúpidos. Estamos aquí para entrenar hasta reventar! Forzando nuestro propio límite al máximo... Te quedó claro?-

-Sí Bakugou-kun!- Respondió con convicción, era increíble lo mucho que la incentivaba las palabras del muchacho, sin importar cuántas palabrotas pueda haber de por medio.

-Ahora camina o te doy una puta paliza.... Ustedes también manada de perdedores llorones!- Una vez dicho esto, Bakugou volvió a darle la espalda a la castaña para seguir adentrándose un poco más en esa zona tan tenebrosa.

Kirishima aprovechó y se acercó a Uraraka para hablarle por lo bajo, intentando que su amigo explosivo no lo escuchara. -Y qué te parece, eh? Acaso no es motivador? Sé que es bastante rudo y grosero pero una vez que superas eso, te das cuenta que sus palabras pueden ser muy alentadoras.-

La castaña miro al sonriente pelirrojo, devolviéndole la sonrisa en señal de acuerdo.

Una vez que Bakugou se detuvo, volteó para mirar al resto del grupo, habían llegado a la zona más despejada. -Kirishima!!! Ven aquí! Necesito que uses tu poder al máximo para endurecer ese pelo de mierda que tienes.-

-Eeehh?? Ya a la primera quieres que use mi técnica especial? Sabes que aún me encuentro perfeccionándola viejo! Si la uso ahora luego no duraré mucho en el resto del entrenamiento.- Se quejó el pelirrojo.

-Eso ya lo sé maldito marica! Si te pido que lo hagas es porque necesito un puto favor, no lo ves??-

Acaso Uraraka había escuchado bien? Ese era Bakugou pidiendo un favor?

-Sí, ese es un modo "amable" de pedir un favor... A que no conocías esta perturbadora faceta de Bakugou, eh Uraraka?- Kaminari le dio un leve codazo a la castaña. Los comentarios del rubio eléctrico eran bastante simpáticos.

Del Amor Adolescente a Grandes Héroes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora