V e i n t e

615 67 31
                                    

—Bueno, ya, ¿que pasa, Kuanlin?.

—Eh, pues, parece que ya no soy bienvenido en mi casa y...oh, hola Jinyoung— saluda al mencionado con la mano mientras mantiene esa cara de incredulidad.

—¡Suficiente!— suelto. Ya tengo bastante con todos los problemas que me ha contado. —vamos a buscarte otro hogar.

Me siento de mala gana en mi escritorio y prendo mi laptop. Jinyoung imita mi acción, se sienta a un lado de mí y parece que buscará también en su teléfono.

—Busca a casas que se ofrezcan a darles hogar a los de intercambio— le indico, el asiente.

Invito a Kuanlin a sentarse a esperar en mi cama pero me dice que prefiere ir al baño.

—¿No crees que lleva mucho rato ahí adentro?— pregunto a Jinyoung, después de haber pasado unos ocho minutos.

—No me interesa, en realidad estoy aguantando las ganas de darle un golpe.

—¿Y eso por qué?.

—Nos interrumpió...

—Creo que fue nuestra advertencia.

Los dos nos miramos sabiendo que lo que dije era cierto.

Me levanto de la silla en dirección a la puerta del baño para llamarle.

—¡Eh!, Lai Kuanlin, ¿todo bien?— pregunto.

—Necesito...algo de ayuda— suelta del otro lado de la puerta.

Jinyoung al escuchar aquello se levanta y se pone a mi lado.

—Voy a abrir la puerta— ahora Jinyoung habla.

—Esta bien, pero que Eunsoo no vea.

Obedezco y retrocedo para no tener acceso visual al interior del baño.

Jinyoung abre la puerta y pela los ojos como platos. —Oh, mierda..— suelta.

—¿Qué pasa?— pregunto con cierto tono de preocupación.

—Lo siento Eunsoo, tomé prestado tu botiquín— se escucha Kuanlin desde el interior del baño.

—¿Estás herido?.

—Lo está, pero creo que puedo resolverlo— avisa Jinyoung.

—Quiero ayudar, ¿por qué no me deja ver?.

—Es una herida en su pecho, yo tampoco estaría muy feliz de que lo vieras sin camisa.

—¡Pero...ahg, maduren, ni que fuera la gran cosa!— reniego mientras me hago bola abrazando mis piernas sobre mi cama. —por lo menos dime cómo es que tienes esa herida...

—Pues...como podrás imaginar, en parte la razón por la que estoy aquí, me dieron en el pecho con el cable del cargador...varias veces.

—¿Que no esas heridas te las hacen en la espalda?— pregunta Jinyoung.

—Yo también pensaba lo mismo— Kuanlin suelta una risa amarga. —me hicieron ponerme firme de rodillas y ahí comenzaron a darme, de hecho en uno de esos me llegó al cuello, pero no fue tan profundo.

Lo único que escucho son quejidos de parte de Kuanlin debido a la ayuda que Jinyoung le da para curarse. Mientras tanto yo aquí de inútil sobre mi cama sabiendo que el pobre está sufriendo, y mi novio, persona a la que no le agrada el lesionado, tiene que estarlo curando solo por el hecho de que no quiere que lo vea sin camisa. Que absurdo.

Recuerdo que estaba haciendo antes de todo esto de la herida y regreso a mi computadora a mi investigación.

—¡Ajá!— exclamo.

⿻ a day without rainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora