Parte 13

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*PUNTO DE VISTA DE CHIQUILLO*
Después que Don Manuel decidiera llevarse a Mía de regreso a Sinaloa pidieron traer algo de su ropa y ví como ya venían preparados con algo simple. Mía se paró de la cama aún en su bata de hospital y la enfermera pidió que saliera del cuarto mientras ella le ayudaba a vestirla. Aproveché para ir al baño en ese momento. Me pare frente el espejo del baño y mire mi cara. Las ojeras profundas bajo mis ojos y mi cabello nada cuidado. Me salpique agua en la cara y salí del baño abriendo la puerta del cuarto de Mia sin tocar. La enfermera aún le estaba ayudando a vestirse y ví sus huesos resaltados en la espalda y más moretones. Me disculpé rápidamente y salí de ahí. Después de 5 minutos salió Mia de el cuarto con ayuda de la enfermera. La ropa que traía puesta le quedaba un poco grande y eso que era de ella. Se le había bajado la hinchazón de su ojo pero aún estaba un poco morado. Don Manuel le entrego un fajo de billetes al doctor y ya estábamos listos para salir. Pase mi brazo por sus hombros para ayudarla a caminar y salimos del hospital y hacia adentro de una camioneta negra cerrada. Se formó una caravana de 8 ya que estábamos en carretera 3 enfrente y 3 atrás y una por cada lado. Mia suspiro y recargo su cabeza en mi hombro,tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos.
AA:"Como te sientes".
Mía:"Bien, solo que aún me duelen mis costillas".
AA:"Llegando a casa te doy tus pastillas".
*PUNTO DE VISTA DE MIA*
AA:"Llegando a casa te doy tus pastillas".
Mía:"Si está bien, también puedo ordenar una malteada"?
AA:"Lo que tú gustes Mia".
Le di un beso en la mejilla y cerré mis ojos. Tenía un dolor en mis costillas que me molestaba cada vez que me movía. No me siento bien sobre mi apariencia, mis huesos se resaltan y me dió tanta pena que Antonio me viera así. Hasta mi propia ropa me queda grande.
AA:"Mia, te quiero mucho y voy a estar aquí para cualquier cosa que necesites. Prometo no volver a dejarte sola".
Mía:"Te quiero tanto, y no quiero que lo hagas, solo no me sueltes de la mano. De aquí en adelante juntos frente a todo. Me lo prometes?"
AA:"Te lo prometo".
Antonio me dió un beso y me miró directo a los ojos. Mire la tristeza en sus ojos y decidí abrazarlo fuerte.

*Llegando a Sinaloa*
Mire la entrada a Badiraguato y ví que Antonio tenía su 38 en mano. Pasamos Badiraguato y empezó a oscurecer. Después de una hora más de camino pasando por varios pueblos dimos una vuelta a la izquierda y otros 30 minutos pasaron dando vueltas a la izquierda y a la derecha cuando llegamos a unos arcos muy grandes con estatuas grandes de caballo y en el portón tenía dos letras 'MZ'. Hombres armados rodearon la camioneta y revisaban todas las camionetas que estaban en la caravana. Pasamos esa seguridad y pasando las bardas altas estaba una hermosa hacienda. Tenía un jardín al lado izquierdo y con una fuente justo al frente y unos columpios al lado derecho. También se alcanzaba a ver unas caballerizas. La casa era muy hermosa. Bajamos de la camioneta y Don Mayo venía en la camioneta de enfrente. De la casa salió corriendo una muchacha como de unos 15 años y lo abrazo gritándole papá con mucha emoción. Se abrazaron y después de decirle a la muchacha que volviera a la casa camino hacia nosotros.
Mayo:" Bienvenidos a mi hacienda, ahorita les van a enseñar donde está su cuarto para que se refresquen y nos vemos en un rato para la cena".
Mía:"Muchas gracias Don Ismael por dejar quedarme en su casa, se lo agradezco mucho".
Mayo:"No hace falta mija, y si quiere dígame padrino, yo y su papá nos conocemos desde hace mucho y para eso estamos".
Le agradecí de nuevo y uno de sus muchachos nos llevó por un caminito que llevaba a unas tipo cabañas a unos 10 minutos de la casa principal. Antonio no había soltado mi mano en todo el camino y tampoco lo hizo cuando entramos a la cabaña. Me separé de el para ir al baño y me mire en el espejo. No me parezco nada a como estaba hace una semana, y no me siento bien sobre eso, estoy irreconocible. Tengo el labio aún partido y mi ojo sigue un poco morado sin mencionar las ojeras y mis huesos que siguen resaltados. Me salpique agua en la cara y me lave las manos. Antonio se recargo en el marco de la puerta y me sonrio. Me abrazo y me dió un beso en la mejilla.
AA:"Eres hermosa, lo sabías?"
Solo le sonreí y le di un beso. Se escucho un ruido fuerte afuera de la cabaña y mire a Antonio con miedo. Mi ojos se llenaron de lágrimas y empeze a temblar.
Mia:"Viene por mi, ya regreso Antonio. Dile que no fue mi culpa. Díselo por favor".
*Punto de Vista de Chiquillo*
Se escucho una rama en el techo de la cabaña y ví como a Mia se le llenaron de lágrimas los ojos. Me miró con tanto terror en su expresión y empezo a temblar levemente.
Mía:"Viene por mi, ya regreso Antonio. Dile que no fue mi culpa. Diselo por favor".
La abraze fuerte contra mi pecho y le besé la frente sintiendo como sollozaba contra mi camisa.
AA:"Todo está bien princesa, no dejaré que te pase nada".
La abraze y le limpie las lágrimas prometiendole que todo estaría bien. Salimos de la cabaña aunque Mia no quería y fuimos a acompañar a Don Mayo a cenar. Entramos a la casa y Esteban nos dirigió al comedor donde estaba sentado Don Mayo y su hija Teresa. Don Mayo las presento al cual ví que se iban a llevar bien. Trajeron la cena que era Sushi, con té de mango. Cenamos y después Teresa invito a Mia a subir a su cuarto para que se distrajera y me quedé con Don Mayo.
Mayo:"La quieres mucho verdad Chiquillo".
AA:"No se imagina cuánto".
Mayo:"Sabes que ahora necesitará más cuidado y atención, verdad?"
AA:"Si, lo se. Quiero que empieze a ir con un psicólogo, está muy asustada y no quiero que se traume".
Mayo:"Solo dale mucho amor, cuida de ella, intenta no dejarla sola. Haz que confíe de nuevo".
Le sonreí y le agradecí el consejo. Los siguientes 30 minutos estuvimos platicando sobre una entrega que iba a partir hacia Chicago en Marzo y que ya habían arreglado con el FBI para que no le recogieran la carga. Escuché pasos bajando las escaleras y dejamos de hablar sobre eso. Mía y Teresa ya iban bajando riendo como si se hubieran conocido desde hace años. Mia se sentó al lado mío acurrucándose junto a mi. Me susurró que ya quería dormir y nos despedimos partiendo de nuevo hacia nuestra cabaña. Llegando le di las pastillas a Mia y nos preparamos para dormir. Me acosté en la cama y espere a Mia para poder abrazarla. Salio de el baño cubriendo se sus piernas con lo que pudiera hasta llegar a la cama.
AA:"Que tienes amor?"
Mia:"Es que no estoy igual. Perdí mucho peso. Mis huesos se notan mucho. No estoy agusto".
AA:"Eso no me importa Mia, Te quiero como eres no por tu físico. Eres hermosa así y de cualquier otra forma".
La abraze fuerte y la acerque hacia mi. Quedó sentada en mis piernas y puse unos pequeños cabellos que quedaron en su cara atrás de su oído. Tome su cara entre mis manos y la bese tiernamente. Me siguió el beso y acarició mi barba que ahora estaba un poco descuidada.Luego le acaricie la espalda mientras la besaba y sentí su respiración agitarse. Empeze a bajar mis besos hasta llegar a sus clavículas donde las mordi un poco. Gimió despacito y sonrei entre mordidas antes de darle un beso arriba de la mordida y separarme. La mire a los ojos y ví que estaba sonrojada. Después de unos minutos ya los dos estábamos acostados apunto de dormir. Se abrazo de mi pecho y sentí como después de unos minutos quedó completamente dormida y yo también. 

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