Parte 29

650 40 0
                                    

Un pinche campo de entrenamiento, solamente tenía una pregunta y era demasiado obvia.. Que chingados voy a hacer aquí? Acaso papá quiere que me entrenen para pelear también? O solo es para esconderme? Caminamos entre el zoquete y agardeci traer bota militar pues mis otros zapatos no me hubieran ayudado. Mi vestuario me camuflajeaba entre los árboles y la de los muchachos también. Caminamos unas buenas horas y después tomamos un descanso recomendado por Rodrigo pues el camino sería un poco más duro.
Después del descanso proseguimos caminando y llegamos al borde de como una laguna. Rodrigo miró alrededor por un momento sujeto sus cosas a su cuerpo. Agradecí los radios y el teléfono aprueba de agua pues tendríamos que nadar para llegar al otro lado. Rodrigo fue el primero que entro y después Changuito luego fui yo y atrás de mi Antonio. El agua estaba fría, pero la tendría que aguantar. Me daba un poco de ansiedad el no poder mirar el fondo de la laguna pero no quise ponerle mente. Cuando iba casi a la mitad Rodrigo llegó hasta el otro lado y se salió. Seguí moviendo mis piernas y mis brazos pero ya sentía como un calambre en la pierna, tenía mucho sin nadar. Después ví salir a Changuito y sin nada más que hacer le seguí hasta que llegue a la orilla. Rodrigo me ofreció su mano y sin dificultad me saco del agua. Me acosté en el suelo enseguida de la orilla para retomar mi aliento. Después escuché como salía Antonio del agua y como si nada se salió y camino. Pero entendí que para ellos esto era normal. Me dió su mano Antonio y me paro. De su mochila saco una botella de agua y me dijo que tomara un poco, no tanto para guardar para después. Seguimos caminando entre los árboles y por como una hora eso era todo lo que veía arboles y solo eso. El camino se fue abriendo dando entender que pronto se aproximaba un lugar abierto. Caminamos por como otra media hora y vimos zoquete, mucho zoquete, demasiado zoquete.
AA:"Estás seguro que es por aquí Rodrigo"?
Rodrigo:"Si, las instrucciones fueron claras, después de bajar del jet, dirigirse hacia el norte hasta llegar al campo abierto".
AA:"Y decía algo sobre la laguna y este zoquetal"?
Rodrigo:"Ya estuve aquí. Nos faltan como dos horas mas".
Ya nadie dijo nada y proseguimos de caminar por el zoquete que estaba demasiado chicloso. Sin mentirles mis pies ya me dolían demasiado, pero no puedo para ahorita. Caminamos y caminamos por lo que se sintió que fue una eternidad. Cuando pensé que ya no tenía fuerzas ver a Antonio y todo lo que hacía por mantenerme a salvó me motivaba a seguir. Empezamos a ver de nuevo que era más visible la luz de afuera y cuando menos lo pensé ya habiamos llegado a nuestro destino. Una cabaña atajada entre hierbas y enredaderas. De abajo de una piedra Rodrigo saco una llave y entramos. Estaba un poco olvidada pero eso no importaba. Antonio y yo nos fuimos en busca de nuestro cuarto. Entramos al que tenía la cama más grande y me quite mis botas. Checamos la cama y entre las cobijas y almohadas para ver si algo estaba fuera de lo normal o tenía animales pero todo bien. En el closet había ropa igual a la que traía y otra con ropa interior y camisas para dormir. Tomé ropa y entre al baño y tomé una ducha rápida, necesitaba dormir y pronto. Saliendo de bañar me cambie rápido y me senté en la cama. Después se baño Antonio y cuando salió hizo lo mismo que yo. Me recosté y cuando Antonio me acerco a su cuerpo y me beso la frente murmurando un buenas noches, mis ojos ya estaban entrecerrados y solo me acurruque más a su pecho escuchando sus latidos y quedando completamente dormida.
..
El sol entro por la ventana y solo unos minutos después entro Rodrigo con una corneta de aire. Antonio le sacó el dedo y se levantó lentamente de la cama.
Rodrigo:"Los espero abajo vestidos en 30 minutos para desayunar".
Tomé mi toalla y me metí a bañar una ducha rápida sería necesaria.
Cuando salí me enrede en la toalla y empeze a cepillar mis dientes y Antonio abrió la puerta y se desvistió para bañarse el. Termine lo más rápido que pude y salí al cuarto para vestirme con la ropa militar de nuevo. Puse mi pelo en una coleta alta y me senté de nuevo en la cama. De rato salió Antonio ya en boxer y solo se terminó de vestir antes de salir conmigo por la puerta. Bajamos y entramos a la cocina a almorzar. Miré al reloj arriba de la puerta y marcaba las 6:30 de la mañana. Rodrigo nos apuro y cuando terminamos nos dió tiempo para calentar pues a mí también me entrenarían junto a los muchachos. Estiré mis músculos como lo hacía antes y me prepare por lo que vendría en unos minutos. Rodrigo salió entregándonos una botella de agua a cada quien. Lo seguimos por entre los árboles hasta llegar donde tenían llantas en el suelo, mecates colgando de los arboles y pedazos de tronco en el suelo. Rodrigo nos puso a correr alrededor de el lugar corriendo junto a nosotros, después hicimos sentadillas y lagartijas. Tomamos un descanso de 5 minutos para después seguir entrenando. Corrimos por entre las llantas y después hicimos sentadillas de nuevo pero ahora cargando un tronco. Mis piernas ardían demasiado y para terminar nos puso a correr de nuevo alrededor de el lugar y luego correr hasta la cabaña.
Llegando corri hacia la llave que estaba afuera y la abrí tomando un poco pues mi agua se había acabado. Los muchachos hicieron lo mismo y nos quedamos sentados afuera recuperando el aliento. Cuando entramos a la cabaña en la cocina había paquetes de comida deshidratada, como la de los soldados. La preparamos y comimos en silencio, la comida estaba un poco desabrida, pero hambre es hambre. Cuando termine estaba llena y básicamente con ganas de dormir. Después de bañarme y ponerme ropa cómoda me quedé dormida no siquiera esperando a Antonio.

El NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora