Capítulo 2: La cena.

487 27 0
                                    

Sofía:

La mansión era realmente fantástica. Nunca había estado en un lugar así.

- ¿Te gusta?

- Sí, sí me gusta.

- Entonces tu habitación te va a encantar.

- No hace falta una habitación señor, puedo dormir en un sofá o en el suelo.

- No te traje aquí para que duermas en el suelo. Debes aceptar.

- Está bien- dije rindiéndome.

Seguimos caminando por un gran pasillo hasta que Luis se detuvo al frente de una puerta y la abrió. Me quedé en estado de shock, la habitación estaba muy hermosa. Las paredes eran de color azul claro, tenía una cama muy grande, a su lado había una mesita de noche, y había un gran armario incrustado en la pared. También había un tocador y en una esquina un gran televisor.

- Esta es tu habitación- dijo él dándome paso para que entrara.

- No. No puedo aceptar esto- dije negando con la cabeza y dando la vuelta para salir.

- Lo aceptarás.

- No. Esto es mucho para mi, está muy hermosa.

- Pero yo te lo estoy ofreciendo.

- ¿Me obligará hasta que me rinda?- asintió- Está bien acepto. Pero mañana me iré, tengo que conseguir trabajo.

- Bueno, por ahora ve a bañarte y puedes escoger cualquier ropa - dijo señalando el armario- tenemos que cenar. Bajas a las ocho y media.

- Como mande- bromeé poniendo posición de soldado firme para luego soltar una fuerte carcajada en la cual Luis me acompañó.

- Tienes buen sentido del humor.

- Gracias. Puedes salir, me voy a alistar para la cena.

- Nos vemos abajo. No te pierdas- él se dio la vuelta y salió de la habitación.

Miré la hora en el reloj de la mesita de noche, eran las siete y media así que me acerqué al armario para escoger la ropa, lo abrí y no lo podía creer.
- Waoo... esto es gigante y lujoso.

Este estaba lleno, por el piso estaba el calzado: sandalias, tacones y tenis de todo tipo. Arriba estaban los vestidos colgados, en la mitad las camisas a un lado junto a unos cuantos jens y shorts, por el otro lado la ropa interior y pijamas.
Me pregunto por qué tendrá una habitación como esta. ¿Será que esto le pertenecía a alguien o sólo la tenían por tenerla?

Busqué algo para colocarme y hallé un vestido que me llamó la atención, me acerqué más y lo agarré, era rosado con un cinturón negro; más o menos me llegaba por las rodillas,lo puse en la cama junto a una ropa interior y unas sandalias.

Tomé una toalla y me dirigí al baño. Este tenía muchas cosas de aseo personal; hace tiempo no me bañaba con todas las de la ley. Había jabón, crema, shampoo, acondicionador, entre otras cosas.
También había una ducha y una bañera; me escogí por la ducha.
Me quité el vestido giré la manija de la ducha; el agua fresca invadió todo mi cuerpo y sentí tranquilidad. Seguidamente me lavé el cabello y salí. Me sentía diferente, me sentía limpia. Me vestí, me desenrredé el cabello y me lo dejé suelto. Estaba lista para bajar.

Luis:

Después de salir de la habitación de Sofía, me fui a alistar para la cena y luego bajé para hablar con mi familia. Apenas bajé, ellos iban saliendo de la sala de cine.

- Hola papi- dijeron mis hijos al unísono.

- Hola amor, ¿cómo estás?- Preguntó mi esposa, Kath.

- Cansado...¿Podría hablar un momento con ustedes?

- Claro amor- dijo Kath.

- ¿De qué quieres hablar papi?- dijo mi hija, Sam.

- Es que.. bueno,hoy traje a una chica a la casa, me la encontré llorando en la calle, ustedes saben como soy yo y no sería capaz de no ayudar a alguien, se desmayó porque no ha comido nada, no podía abandonarla.

- ¿Cómo es ella? ¿cúantos años tiene? ¿cómo se llama?- me interrogó Kath de forma acusatoria.

- Bonita, como de 17 años, se llama Sofía- respondí a cada pregunta- y no me mires mal.

- ¿Ayudar es bueno, cierto papi?- me preguntó Dani, mi otro hijo.

- Claro.

- ¿Donde está ella?

- Ella está arriba, no debe demorar en bajar para cen...

- Señor, Ana me... ¡oh lo siento!- dijo Sofía entrando a la sala. Se veía avergonzada por interrumpir.

- No te preocupes querida, siéntate mi nombre es Katherine; puedes decirme Kath y mis hijos Sam y Dani son mellizos, mi otro hijo no se encuentra.

- Mi nombre es Sofía, un gusto.

- ¿Qué ibas a decir Sofía?- pregunté.

- Te estaba buscando y Ana me indicó que estabas aquí, dijo que la cena está lista.

Cuando llegamos al comedor nos sentamos y empezamos a hablar.

- Bueno, Sofía cuéntame de ti.- dijo mi Kath.

- Pues... mi nombre completo es Sofía Miller Stone, tengo 17 años, el año pasado terminé el instituto y hoy su esposo me encontró y me trajo aquí, le agradezco mucho.

- No es nada... ¿Tu familia?- cuestioné.

- No sé dónde están, hace un mes que no los veo.

- Oye Sofía, sin ofender, si tenías para terminar los estudios ¿porqué vives en la calle?

- Bueno, mi padre tenía un trabajo estable en una empresa, pero después de muchos años de trabajo, lo acusaron de haber robado una gran suma de dinero. El dueño de la empresa no lo denunció porque dijo que tendría suficiente con ser despedido y no conseguir trabajo en ninguna parte, puesto que su reputación fue pisoteada- comentó con los ojos cristalizados- ¡Él no lo hizo!- aseguró- No pudimos pagar el apartamento y nos sacaron de allí, desde entonces vivimos en la calle. He buscado trabajo pero no me aceptan porque no tengo buena presentación y que necesitan una persona con clase.- Sin duda no quería seguir hablando de aquello y le incomodaba.

- Kath, hoy hablé con Hanna- dije para dejar el tema anterior a un lado.

- ¿Qué pasó?

- Es que ella sale muy tarde y tiene un hijo al cual no le dedica tiempo.

- ¿A qué quieres llegar?

- A que le organizaré un nuevo horario, va a salir más temprano y como la empresa está en un buen nivel económico, podré seguirle pagando lo mismo, hace un buen trabajo.

- Tienes razón.

- Vaya que tienes un buen corazón papi, hoy hiciste dos buenas obras.- señaló Sam.

- Claro que sí- dijo Dani.

El resto de la cena la pasamos hablando de cosas sin importancia y Daniel habló de cómo les fue en el colegio con Sammy.
Sofía si que tenía hambre, lo pude notar ya que cuando terminó de comer miraba mucho el plato del centro.

Nuestro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora