Sofia:
Después de ir a comprar unos refrescos, Kenneth me dijo que íbamos a un lugar que le gustaba mucho; insistí en saber, pero no me quiso decir. Yo no estaba incómoda, sin embargo, me sentía nerviosa.
A los diez minutos de trayecto, en los cuales Kenneth estuvo conduciendo, él paró a la orilla de la carretera y se bajó. Luego, abrió mi puerta rápidamente y me dio la mano para salir.- Que caballeroso- susurré.
- Un caballero, para una dama- dijo mientras caminábamos por un pequeño sendero.
- ¿Esto qué es?- cuestioné confundida.
- Si quieres lo puedes llamar cita- me miró.
- No es eso- respondí sonrojada.
- Ah, es mi lugar especial. Pero sigue siendo una cita, eh- dijo sonriente- Ven aquí- me jaló a un pequeño mirador.
- Es muy bonito- opiné.
- Si...- respondió perdidamente.
- ¿Por que este lugar es especial para tí?- pregunté con el ceño fruncido.
Él se sentó en el suelo al lado del muro y me hizo señas para imitarlo, yo lo hice. Después, él me envolvió en sus brazos y me acercó a su pecho.
- Venía aquí con Luisa, no sé si fue lo correcto traerte aquí. ¿Te molesta que nuestra cita sea aquí?
- Para nada, si llegamos a ser algo más, no pienso remplazarla o hacer que la olvides. Ella fue una parte muy importante en tu vida- expliqué con sinceridad.
- ¿Quieres que seamos algo más?- preguntó sorprendiéndome y no supe que decir- Porque yo sí.
- No lo sé. Esto es muy confuso- le dije.
- Te entiendo, pero quiero decirte que quiero volver a tener una relación estable y que mejor que contigo. Yo lamento las veces que te traté mal y por lo bipolar que actué, por esas palabras tan frías que te decía- habló suavemente.
- No te molestes- sonreí timidamente, olvidando sus primeras palabras.
- Entonces... ¿Es muy rápido decirte que quiero que seas mi novia?- dijo dudosamente.
- Nos conocemos hace tiempo...
- ¿Quieres ser mi novia?- me preguntó colocando una mano en mi mejilla.
- S-si, claro que quiero- respondí tratando de ocultar emoción.
- ¡Perfecto!- exclamó. Se puso de pie y luego me sujetó de la cintura hasta alzarme y darme vueltas.
- Jaja, para Ken- le dije riéndome.
- ¿Ken? Suena bien- dijo antes de darme un beso.
Nos sentamos de nuevo, sólo que esta vez Kenneth se sentó frente a mi.
- Eres mentiroso- dije cuando me acordé de algo.
- ¿Qué dices?
- En la carta, dijiste que no te conocía.
- Es cierto, tu solo me distingues pero no sabes nada de mi ¿O si?
-Nop- dije avergonzada- ¿Y tu, qué sabes de mí?
- Muchas cosas. Por ejemplo, que tienes 17 años, cumples el 20 de diciembre, dentro de un mes por cierto. Mides 1.63, pesas 60 kilos. Te gusta las tostadas con mermelada y el helado de chicle. Ah y se me olvidaba tu otro nombre es Miriam, pero lo odias- enumeré con los dedos cada caracteristica- ¿Sigo?
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Nuestro Destino
Teen FictionSofía es una chica humilde y dulce que cayó en los lazos de la pobreza y que lucha por sobrevivir, no tiene casa; duerme en las calles, no sabe nada de su familia y quiere conseguir trabajo pero no lo obtiene por su presentación. Ella tiene 17 años...