Epilogo

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Sofía:

- ¡Cariño, Kyle te necesita!- grité desde la cocina al escuchar a nuestra hija llorar en su habitación.

- ¡Voy!- respondió.

Seguí cocinando, pero escuché unos pasos cerca.

- Amor, yo me ocupo de la cocina, ve tu- dijo tapando su nariz.

- Eres un flojo- susurré y agarré a la bebé para cambiarla.

Cuando terminé se la di a Ken.

- Sé parece mucho a ti- me dijo.

- Si...

- Oye, ¿Cuándo iremos a la fundación?- me preguntó.

- Mañana. Necesito llevar alimentos para allá- respondí.

Después que tuve a mi princesa, continúe con el proyecto de Luis. Como yo quería ayudar a las personas necesitadas él me dio la oportunidad y ahora creé una fundación para estas familias; se trata de enseñarles a los niños cosas de escuela y brindarles el apoyo que necesitan, al igual que reciben la comida y tienen donde dormir.

Estoy muy contenta con poder ayudarles, ya que eso no es nada fácil; lo viví en carne propia.

- Que bien amor. Yo te acompaño y de paso miramos si hacen falta maestros para los niños- dijo él.

- Gracias, Ken. No sé que haría sin ti. Le doy gracias a Dios por haberte puesto en mi camino- le dije, mirándolo fijamente.

- Yo también lo hago- sonrió con ternura- pondré a dormir a esta bebé y tu termina de cocinar. Saldremos más tarde.

- Ok amor- sonreí.

Dos horas después, Ken y yo salíamos de nuestra lujosa casa rumbo a un lindo lugar fuera de la cuidad dijo él. La bebé estaba a cargo de nuestros padres para estar más tranquilos y poder disfrutar de nuestra cita.

Al rato, mi esposo estaciono el auto en una zona verde. Quedé admirada con las flores tan bonitas y con las mariposas que adornaban el lugar.

- Llegamos.

Él se bajó, abrió la puerta y me dio la mano para bajar. Así, pude divisar mejor el paisaje; muy lindo.

- Esto es muy hermoso, cariño- le dije.

- Por eso te traje aquí- sonrió.

- ¿Por qué?

- Porque quería tener un espacio contigo, no es que Kylie nos quite tiempo. Me gusta estar con ella, aún así, no he tenido tiempo para estar junto a ti- me explicó.

- ¿Qué crees que hubiera sido de nuestras vidas si no nos hubiéramos conocido?- pregunté pensativa.

- No lo sé. Sin embargo, el "hubiera" no existe. Era Nuestro Destino- dijo abrazandome.

- Si... Nuestro Destino- repetí.

- ¿Quieres tostadas con mermelada?- me preguntó divertido.

- Pero no hay- dije con el ceño fruncido.

- Claro que si- afirmó y se dirigió al auto, luego, volvió con una canasta.

- Aquí están, sabía que no podían faltar en nuestro picnic- me dio un beso y sacó las tostadas, después, le echó mermelada.

- Mmm, delicioso- dije al probar un bocado.

- Pareces una niña- se burló.

- Una niña a la que amas ¿no?- ataqué.

- Claro que si, incluso dos niñas, con Kylie- corrigió- ¿Qué te parece si tenemos otro bebé?- dijo pensativo.

- ¡Kenneth!- exclamé sonrojada.

- ¿Qué, no quieres?- levantó una ceja.

- Si, pero cuando Kylie esté un poco más grande- respondí.

- Está bien- Ken me dio un beso en la frente.

- Te amo- susurré.

- Y yo a tí, amor...

***

Después de nuestra estupenda y romántica cita, volvimos a buscar a nuestra pequeña. Ella no paraba de balbucear apenas me vio.

-Al parecer alguien te ha hecho falta hoy- dije a ella un poco divertida mientras su abuela la sostenía.

- Ven, vamos a casa- animó su padre.

- M-ma...má... má...mamá- balbuceó Kylie.

¡Espera, me llamó!

- ¡Dijo mamá!- grité como loca- Si ves ella no quiere ir contigo quiere ir con mamá ¿Verdad que sí?

- Ma...má- respondió ella.

Todos estábamos contentos porque Kylie, había dicho su primera palabra. No obstante, ya había tratado de decirla pero no le salía.
Después de darle muchos besos en felicitación a mi hija, nos fuimos a casa.

***

- ¿Ya está todo listo?- pregunté.

- Si, los alimentos están en la parte trasera del auto y los materiales para actividades de diversión, incluido los juguetes, están allí; los puedes llevar tú a un lado- explicó Ken mientras sostenía la bebé.

Ya íbamos para el centro, con ayudas esenciales para ellos. Estabamos contentos por este logro. Al llegar, ver cómo todos los niños se alegraban por lo que traíamos y como nos abrazaba, eso padres que agradecía por esa gran ayuda. Todo me llenaba el corazón y saber que si no fuera por esas cosas tan difíciles que pase y por conocer a Luis y a su familia... a Kenneth, esto no hubiera pasado.

- Todos están felices- dijo mi esposo.

- Gracias a ti, por apoyarme en esto- sonreí.

- Es lo menos que puedo hacer por todas esas veces que te traté mal...

- Eso pasó hace tiem...

- Lo sé, pero recuerda que cada día trataré de compensarte; no soy un hombre perfecto, sin duda, te haré feliz toda mi vida- dijo dulcemente.

- Te amo- lo besé.

Le dio un beso a Kylie que estaba en sus brazos.

- Te amo... las amo.








FIN

Nuestro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora