Capítulo 9: Todos juntos

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Sofía:

Entramos todos a la casa, todos estaban en shock, aunque no todo el tiempo fuimos pobres, si vivimos en un apartamento humilde y muy acogedor, pero nunca fuimos personas ricas ni con más nivel social.

- Vengan, los quiero presentar- dije caminando hacia la sala, allí todos hablaban animadamente- Hola, lamento interrumpirlos pero le voy a presentar a mi familia.

- Oh, hola...- dijo Kath.

- Bueno siéntense, bienvenidos- dijo Luis amablemente.

- ¿Quiénes son ellos?- señaló Sam.

- Oh, ella es mi madre Helena, él es mi padre Julián y mi hermano Zack, es de su edad- dije señalándolos- pueden jugar con él.

Los niños estaban muy contentos porque tenían al alguien más con quién jugar, ellos se pusieron a hablar y a conocerse.

- Muy bien Luis- empecé a hablar- Yo no quiero incomodar con mi familia; se que esta mansión es muy grande pero me siento mal porque ustedes me han dado todo.

- Tranquila Sofía, a nosotros nos gusta ayudar; el hecho de ser millonarios no nos impide ser buenos con las personas- hizo una pausa- A propósito, Martha también la encontré en la calle y Ana buscó trabajo hasta que llegó aquí, mi esposa la contrató. Incluso tengo plasmado un proyecto para hacer un centro de ayuda, no lo he programado para empezar pero me gustaría realizarlo.

Yo estaba impresionada, no podía creer lo que Luis había dicho, tenía un proyecto para ayudar a las personas, eso era increíble y es cierto, los millonarios presumen y no tienen valores, sólo se preocupan por ellos mismos. Se parecen mucho a alguien que conozco.

- Sofía aterriza- dijo mi madre divertida- ¿En qué estás pensando?

- Lo siento, estoy muy sorprendida con lo que me dijo Luis.

Seguimos hablando, al parecer Kath y mi madre se llevan muy bien, lo mismo mi padre y Luis. Es muy agradable escucharlos felices.
Al rato me acordé que mis padres no habían comido y pedí permiso para prepararles algo ya que era muy tarde y Martha se había ido.
Después les serví y platicamos mucho, contamos lo que habíamos pasado hasta el momento y cómo había terminado en aquella mansión con trabajo.
Por último Kath les enseñó la habitación de invitados, en la cual se quedarían mis padres y mi hermanito dormiría conmigo. Se negó a dormir con mis padres porque no quería que yo me fuera otra vez. Se veía muy tierno.
Todos nos fuimos a dormir. Eran como las once de la noche y estábamos muy cansados; había sido un día muy cargado de emociones.

Daba y daba vueltas en la cama, no podía dormir pero estaba muy cansada. No sabía que hacer así que bajé para beber un poco de agua, era la una de la mañana y más tarde tendría que ir trabajar.
Tomé un vaso, me serví un poco de agua y volví a subir las escaleras; mientras caminaba a mi habitación escuché unos gritos y sollozos pero no eran tan fuertes, provenían de la habitación de Kenneth, sin duda estaba teniendo otra pesadilla.
Me acerqué a la puerta y estaba cerrada pero alcancé a escuchar algunas cosas que decía.

- Luisa...no me dejes- sollozó- vuelve por favor... hijo no te vayas...

No quise escuchar más , me sentía mal por Kenneth; quizás tenía esas pesadillas que lo atormentaban cada noche. Pero algo rondaba por mi cabeza ¿Quién era Luisa? Era la segunda vez que la pronunciaba por culpa de la pesadilla... pero... ¿Kenneth tenía un hijo? Eso era lo que daba a entender.
No me quise poner a pensar mucho y volví a mi habitación donde al rato me quedé dormida.

(...)

Me desperté y volteé a mirar el reloj, eran las ocho de la mañana. Me levanté de la cama rápidamente. ¡Dios mío! Está tarde.Mi trabajo.

Entré a la ducha y me bañé, cuando salí me vestí con una falda azul, una camisa roja y unos tacones a juego, me estaba aplicando un poco de maquillaje cuando escuché que tocaron la puerta.

- ¿Querida?- escuché la voz de Kath.

- ¿Sí?- dije abriendo la puerta- Pasa.

- Uy ya estás lista- me dijo sorprendida.

- Si, ya es tarde para ir al trabajo- terminé de maquillarme- Lo siento me voy al trabajo, adiós- dije y le di un beso en la mejilla.

- Espera querida, tienes que desayunar- me tomó por el hombro- Además puedes quedarte y pasar tiempo con tu familia.

- Es una propuesta muy tentadora Kath, pero lo lamento. Terminaré rápido y luego volveré a pasar tiempo con ellos.

- Está bien, pero come algo; no importa si llegas tarde.

- Lo haré- sonreí.

(...)

Iba a entrar al edificio, cuando me acordé lo que me había dicho Kath . Fui a una cafetería que quedaba cerca y compré un croissant con chocolate.

Volví al edificio, entré a mi oficina y me dispuse a trabajar. Al rato llegó Hannah con muchos papeles y platiqué un momento con ella.

Durante todo el día me la pasé haciendo cuentas, al parecer todo estaba bien: los ingresos, los trámites, las ganancias. Todo. La empresa sin duda tenía un buen nivel.

No le puse cuidado al paso del tiempo y cuando me miré el reloj eran las dos de la tarde. Ya había terminado.

Salí del edificio y estaba el chofer allí, lo saludé. Todo el camino hablamos, el Señor José era muy agradable. Cuando llegamos a la mansión yo entré y todos estaban almorzando, incluso Kenneth, que al parecer no había ido a la empresa. Me invitaron a comer y yo con gusto les acompañé. Hablamos y reímos mucho, hace tiempo no tenía un almuerzo familiar y mucho menos tan grande.
Luis, al final del almuerzo anunció que para festejar que mi familia estaba reunida, nos íbamos a ir de campamento el fin de semana e iban a invitar a una prima de Kenneth. Los pequeñines se pusieron muy contentos y yo tenía una gran sonrisa en mi rostro, les agradecí por el gesto.

Luego del almuerzo, los niños se fueron a jugar y yo me puse a hablar con mis padres; no recordamos nada de lo que pasamos antes, sólo reímos de nuestros chistes y locuras.
Al rato, Luis, su hijo y mi padre hablaron muy animadamente, mientras yo reía junto a Kath y mi madre. Después los nueve presentes en la mansión fuimos a ver una película de comedia.

Sin duda estaba felíz porque nos veíamos una familia, todos juntos riéndonos y apoyándonos.

Wanda ♡

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