12) Oclumancia

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El último día de las vacaciones de invierno pasó un suceso que hizo que tuviera muchos nervios al regresar al colegio.

-Harry, Diddy, ¿podéis bajar un momento a la cocina? El profesor Snape quiere hablar con vosotros.- nos pidió mi madre a Harry y a mí.

-¿Qué?- repitió Harry dejando de ver la pelea que mantenían su torre y el peón de Ron y prestando atención a Molly.

-El profesor Snape. Os espera en la cocina.- repitió mi madre con una cálida sonrisa.

Harry abrió la boca horrorizado.

Crookshanks, al que Hermione llevaba un cuarto de hora conteniendo con dificultad, saltó por fin sobre el tablero y las fichas corrieron a ponerse a cubierto gritando como locas.

-¿Snape?- repitió Harry sin comprender mientras yo me levantaba.

-El profesor Snape, querido. Bajad, corred, dice que tiene prisa.- repitió una vez más Molly Weasley. 

-¿De qué querrá hablar con los dos? No habéis hecho nada, ¿verdad?- preguntó Ron acobardado una vez nuestra madre hubo salido del cuarto.

-¡Claro que no!- exclamó Harry indignado.

Me exprimí el cerebro pensando para qué Snape nos quería ver a los dos.

*A lo mejor Harry ha sacado una T en Pociones y me quiere pedir que le de tutorías extra...*

Un par de minutos más tarde abrí la puerta de la cocina junto a Harry y encontré a Sirius, a Helen y a Snape sentados a la larga mesa con la pareja mirándose y Snape mirando en una dirección diferente.

El silencio que reinaba en la habitación delataba la antipatía que sentían los tres.

Sirius tenía una carta abierta delante sobre la mesa.

Harry carraspeó para anunciar nuestra presencia.

Snape giró la cabeza con el rostro enmarcado por dos cortinas de grasiento y negro cabello.

-Siéntate, Potter. Tú también, Weasley.- ordenó Snape mientras ninguno de los dos prófugos pasaba por desapercibido el cambio drástico de tono que usaba Snape para referirse a Harry y a mí.

El que había usado con Harry era el que usaba con Sirius más el que había usado conmigo era un tono más agradable como si en cierto modo me respetara de la misma forma en la que yo lo respetaba a él.

-Mira, preferiría que aquí no dieras órdenes, Snape. Ésta es mi casa, ¿sabes?- comentó Sirius irritado.

Un desagradable rubor tiñó el pálido rostro de Snape.

Harry se sentó en una silla al lado de Sirius frente a Snape y yo me senté junto a Snape quedando de frente con Harry, Sirius y una decepcionada Helen que ya tenía la silla preparada para que me sentara en ella.

-En realidad teníamos que vernos los tres a solas pero ellos dos...- expuso despectivamente Snape.

-Somos sus padrinos.- aclaró Helen subiendo aún más el tono de voz.

-He venido por orden de Dumbledore pero quedaos. Ya sé que os gusta sentiros implicados...- comentó Snape quién se burlaba de los dos prófugos con un tono de voz cada vez más bajo y mordaz.

-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó Sirius dejando que la silla volviera a caer sobre las cuatro patas con un fuerte golpe.

-Sencillamente que estoy seguro de que debéis de sentiros... frustrados por no poder hacer nada útil para la Orden. El director me envía para deciros que quiere que este trimestre estudiéis Oclumancia.- nos reveló Snape mientras Sirius y Helen palidecían ante el ataque del pocionista.

La Hermana de Ron Weasley (Draco Malfoy y tú) //5//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora