EL VIAJE A CHINA

La verdad

Marinette y Shaiming fueron al balcón para hablar.

— ¿Qué quieres decirme? — Preguntó Shaiming.

— ¿Recuerdas la promesa que hicimos cuando éramos niños?

— Si.

— La promesa decía que cuando alguno de nosotros le gustase otra persona tendría que decirlo.

Shaiming abrió los ojos como platos — ¿Y lo encontraste?

— Si.

— Ya veo — Shaiming se recostó en la barandilla mirando hacia la calle y suspiro — ¿Se trata de............. Agreste?

— ¿Como lo sabés?

Shaiming volteo a verla — Es demasiado obvio, la forma en la que se miran, sus miradas demuestran el amor que sienten, Además tienen una gran confianza — Shaiming le sonríe — Tranquila, todo está bien.

— ¿En serio?

— Por supuesto, entonces nuestro compromiso está roto — Dijo Shaiming entrando a la habitación.

— ¡Espera Shaiming!

...

— Entonces por fin vimos una guacamaya azul — Dijo Kumiko.

— ¡Que genial! — Exclamó Akame.

Shaiming bajo las escaleras — ¿Oye Shaiming quieres té? — Pregunto la abuela Cheng.

— No, gracias Señora Cheng — Dijo Shaiming — Tengo prisa, adiós — Shaiming salió de la casa.

— ¿Qué le sucede? — Preguntó la abuela Cheng.

— Debe ser que Marinette ya le dijo — Dijo Yin.

— ¿Decirle qué? — Preguntó la abuela Cheng.

— Es mejor que hable con el — Dijo Akame.

— Si — Dijo Kumiko — Es mejor.

Akame salió a buscar a Shaiming, en poco tiempo lo encontró — ¡Shaiming espera! — Dijo Akame corriendo detrás de el.

Shaiming se detuvo y volteo a verla — ¿Lo sabías verdad?

— ¿Qué?

— ¿Que a Marinette le gusta ese chico?

— Si, pero había olvidado la promesa que habían hecho, sí ella no nos hubiera dicho, yo no la recordaría.

— Se supone somos amigos y nos contamos casi todo, los amigos no mienten.

— Lo sé y es así, te lo juro, lo había olvidado, al menos ya sabes la verdad, eso es lo que importa.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— Marinette era la única que te lo tenía que decir, la promesa era entre ustedes dos, pero mira el lado bueno, puedes conocer más chicas.

— Tu sabías que me encanta esa chica desde muy pequeño.

— Es hora de ver a otras personas — Akame lo abraza — Y yo siempre estare a tu lado Shaiming, pase lo que pase.