Primera noche en Pekín

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Llegaron a la casa de la abuela Cheng, allí salieron todos felices a saludar a los invitados; después de unas horas, Marinette fue a uno de los cuartos de huéspedes, allí se quedaría por unos días.

— Mira Marinette — Dijo Yin desde la puerta — Llegó Liang.

— ¿Liang? Wow hace mucho que no la veo — Dijo Marinette y salió de la habitación.

— Buenas noches — Dijo Liang — Bienvenida a China, Francesita — Liang estiró su mano.

— Liang — Dijo Marinette — No me digas "Francesita" y hola —  Marinette tomo la mano de Liang.

Liang sintió un poder al tocar la mano de Marinette y la miro de pies a cabeza.

— Liang ¿Qué sucede? — Preguntó Marinette.

— Nada.

Marinette se fue a su habitación y empezó a desempacar, al rato, Liang entró.

— Toc, toc — Dijo Liang, tocando la puerta — ¿Puedo pasar?

— Si, claro — Respondió Marinette.

— Marinette sabes — Dijo Liang sentándose al lado de Marinette —Siento en ti una presencia muy extraña.

— ¿Una presencia?

— Si, una energía tan impresionante, tienes grandes ciudades Marinette.

Entraron Yin y Akame a preguntarle a Marinette sobre cosas de París.

— Bueno — Dijo Marinette — si van a París, siempre verán arte en todo lado, también amor.

— ¡Cierto! Habia olvidado que París es la ciudad del amor— Dijo Akame.

— Si.

— Dicen que si colocas un candado con una promesa, con la persona que amas en el puente de las artes, esa promesa se cumplirá ¿Eso es verdad? — Preguntó Yin.

— No lo se, dicen que si— Respondió Marinette.

— ¿Alguna vez has puesto un candado? — Preguntó Liang, Marinette negó con la cabeza — ¿Y por qué no le has dicho?

— No hay con quién, no es obligatorio hacerlo con tu pareja, también se puede hacer entre amigos o familia.

— Además del puente de las artes ¿qué otros lugares hay para el amor?— Preguntó Yin.

— Bueno, hay un heladero, André, el hace helados para los enamorados, dicen que si comes un helado de André con la persona que amas, su amor será para siempre.

— ¿Has comido un helado de el? — Preguntó Liang.

— Si, pero lo comí sola — Dijo Marinette.

— Oye y hablando de amor ¿Te gusta alguien? — Preguntó Yin.

En ese momento el celular de Marinette suena, era Alya.

— Disculpen, es una amiga — Dijo Marinette mostrando su celular.

— Tranquila, contesta — Dijo Liang saliendo de la habitación, seguida de Akame y Yin.

Marinette contesta — Hola Alya.

— Hola amiga y.........¿Qué tal el viaje?

— Fue el viaje más largo del mundo, imagínate estar casi once horas dentro de un avión.

— Que sofocante.

— Si y ¿Cómo han estado las cosas allá?

— Bien, todo ha estado normal.

— Que bueno.

— Y ¿Qué tal Pekín?

— Pues no eh visto mucho.

— Cuando pase algo asombroso, llámame o cuando estés aburrida, te atenderé a menos que yo esté dormida.

— Ja, ja, ja gracias Alya.

— Bueno te dejo, quede en verme con Nino.

— Mándale saludos de mí parte.

— Claro, hablamos luego — Dijo Alya y colgó.

— Y ¿Cómo te ha parecido mí familia Tikki?

— Son muy amables, aunque tú prima Liang es algo extraña.

— Si, se comportó muy raro conmigo.

— Siento un poder extraño en esa niña — Dijo Tikki.

— ¿En serio?

— Si, es mejor que te mantengas a la defensiva.

— Eso sería grosero de mí parte ¿No?

— Si, pero es mejor prevenir que lamentar.

— Puede que tengas razón, pero no lo estaré tanto, no sería lindo de mí parte como invitada hacer eso.

...

En el avión en donde iba Adrien

Adrien estaba emocionado por llegar a China, conocer otra cultura, otras comidas, otras arquitecturas y especialmente por ver al amor de su vida, por ver a la hermosa Ladybug.

EL VIAJE A CHINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora