Connected Roads (JULIANTINA)

Capítulo 4

Lupe's POV

Lo que me faltaba, pensé Juliana en hospital y ahora en coma no tenía el dinero suficiente para pagar todo en el hospital y en lo único que pensaba era en que tenía que ir haciéndome la idea de que probablemente me quedaría sin hija.

Volteé a ver y Valentina se desmayó en cuanto el doctor dijo que mi hija estaba en coma, pobre chica se siente culpable y aunque debería de estar molesta y gritándole realmente no tengo fuerzas para hacerlo.

- Valentina, por favor despierta. Tocaba su rostro mientras intentaba hacerla despertar.

Después de que él doctor la chequeara y se asegurara de que estaba bien la dejé descansar en la habitación con Juliana, ella había tenido un día duro y no la culpaba por sentirse débil porque yo me sentía igual.

Fui a casa a cambiarme de ropa y para comer un poco porque no había comido nada desde que salí de mi trabajo,tomé mi celular y llamé a mi jefa.

- Hola, ¿qué tal Ana María?

- Lupe qué gusto que llamaras, estaba preocupada y preguntándome como había ido todo pero me dio pena llamar a lo mejor no era el momento, respondió.

- Juliana está viva con muchas lesiones pero ahora me han dicho que entró en coma. Solté unas lágrimas y mi voz se quebró.

- ¡Oh Dios mío!, Lupe, lo lamento mucho en serio. ¿Que harás? preguntó.

- Realmente no sé Ana María, yo ni siquiera sé cómo pagar el hospital y encima como mantenerla conectada, a estas alturas no importaba si me escuchaba horrible realmente me sentía devastada.

- Vamos a pensar en algo, te lo prometo. Así que aún no tomes ninguna decisión porque es tu hija y tienes que pensar mejor lo que harás aunque a ti no te guste, ¿entiendes?.

- Lo entiendo, muchas gracias por escucharme realmente lo necesitaba.

- Independientemente que trabajes para mí somos amigas y lo sabes. Cuídate un beso.

Después de comer un poco, salí para el hospital y durante el trayecto pensé en la vida que Juliana deseaba poder tener y por lo ella estaba luchando día con día y eso me dio fuerza para seguir dándole a ella la oportunidad de vivir.

Al llegar al hospital encontré a Valentina sentada en la sala de espera con una botella de agua en la mano ella volteó en cuanto escucho el contacto de mis zapatos con el suelo.

- ¿Qué tal la siesta, eh? Me reí. Observe como se ruborizaba al escucharme decir eso.

- Perdone de verdad, dijo avergonzada.

- Tranquila, la situación a lo mejor lo a meritaba pero sí que me has dado un susto, me dio una sonrisa a medias.

- Me siento tan culpable osea he arruinado la vida de su hija por una imprudencia mía.

- Tú no venías manejando sino tú chófer así que no es culpa tuya, respondí.

- Es cierto no he venido manejando pero venía hablando con él mientras el manejaba he hecho que se distrajera y mire el resultado.

Veía tanto dolor en sus ojos que no hallaba manera en decirle que no estaba molesta sino más bien preocupada.

Valentina's POV

Cuando abrí los ojos noté que no estaba en mi casa y tampoco en mi cuarto así que tarde en recuperar un poco el conocimiento y acordarme de lo sucedido en el día.

En cuanto pude ponerme de pie me di cuenta que estaba en el cuarto con Juliana decidí quedarme un poco para hacerle compañía, la observé se veía tan rota, tan mal que lloré, lloré porque sentía que le había arruinado la vida y ahora tenía que rezar para que despertara y así Jacobo no tendría que ir a la cárcel y ella pudiese volver a su vida normal. aunque quizá no tan normal porque tenía que hacer terapias y todo lo demás pero estaría con su madre y podría seguir viviendo y realizar sus sueños.

Salí de la habitación luego de llorar demasiado y volvieron a chequearme para asegurarse de que todo estaba en orden.

Saqué mi celular y noté que tenía llamadas pérdidas de mi papá así que le devolví la llamada.

- Hola papi.

- Valentina, por Dios pensé que te había pasado algo y por eso no respondías.

- De hecho me desmayé y por eso no tomé tus llamadas, lo siento respondí.

- ¡Dios!, ¿estás bien? ¿te han atendido? respondió súper agitado y noté que estaba preocupado.

- Tranquilo papá, me han atendido y todo está en orden al parecer.

- Me alegro que haya sido así, suspiró aliviado.

- Papá la chica que hemos atropellado por accidente está en coma le solté.

- Dime que es broma Valentina. Su voz sonaba tan seria ahora, que me dio tanto pánico.

- No papá, es muy en serio. Ese fue el motivo por el que me desmayé respondí. El doctor nos lo ha hecho saber.

- Resopló, ¿y ahora que necesitas? me preguntó.

- Es una chica de mi edad papá estudiaba en la universidad a la que voy, ella tiene sueños y metas por cumplir como yo y no creo que su mamá tenga los medios necesarios para poder pagarle todo a su hija y ella necesita operaciones si despierta.

- Hija, entiendo lo que quieres hacer pero, ¿no crees que deberías de platicarle a su mamá antes de hacer algo tan bondadoso como eso?

- Creo que sí, tengo que conversar con ella antes de tomar alguna decisión gracias papá.

- Tienes un corazón enorme, ¿lo sabes verdad hija?

- Lo sé pero en este caso es un poco de culpa combinado con ese corazón que dices que tengo, respondí.

- No te castigues tanto Valentina. Regresaré en el próximo vuelo a México para estar ahí contigo no te preocupes mientras no estoy llámame si necesitas algo si?

- Gracias papá pero tienes trabajo ahí, puedes terminar si quieres y si necesito algo te lo haré saber, lo prometo.

- ¿Estás segura que no quieres que regrese antes? me preguntó.

- No papá, debes de terminar tú trabajo allá y volver aquí porque ya te extraño.

- Está bien me has convencido, me respondió alegre. Pero por favor llámame si necesitas algo.

- Está bien papá, lo prometo. Te dejo porque la mamá de Juliana acaba de llegar.

- Te amo hija, adiós.

- Yo también papá, bye.

- ¿Qué tal la siesta, eh? escuché hablar a la mamá de Juliana mientras sonreía.

Luego platicar un poco con ella decidí que era momento de exponerle mi plan a su madre.

- Señora, ¿usted qué piensa si yo me quiero hacer cargo de los gastos de Juliana tanto como los de la estadía en el hospital como de las operaciones que le harán si ella despierta?

Su expresión era como de sorpresa pero a la vez duda.

- Soy hija de León Carvajal dueño de la prestigiosa empresa de comunicación en México, respondí por lo que él dinero no es nada.

- ¿Es en serio?, preguntó dudosa. 

- Sí, lo es. Considerando que llevo culpa en lo que a Juliana le ha sucedido es lo menos que puedo hacer.

De repente sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y supe que quizá aceptaría porque no dejaría que su hija se quedara en una cama sin poder hacer todo lo que ella siempre quiso.

- Valentina, es un acto demasiado bueno para ser verdad, respondió. Juli y yo no hemos tenido tanta suerte con las personas a las que hemos conocido.

- Yo lo entiendo señora pero realmente siento que se lo debo a ella y a usted por hacerlas pasar por esto y yo no hago esto porque quiero algo de ustedes esto no tiene que ver con nada de mí interés, respondí además estoy ansiosa por conocer a Juliana y rogar por su perdón.

Sonrió y supe que la había convencido.

- Está bien, de verdad muchas gracias por eso. Si necesitas algo más dímelo si? quizá no pueda ayudar mucho pero haría lo que fuera por ella.