☆ Cuerpo a Cuerpo ☆

Capitulo 4

Madrid

No podía dejar de tocarme la cara, tampoco de observarme en el espejo, no daba crédito a lo que había pasado, si yo anoche no estaba así, esto debía de ser una pesadilla, si claro debi a de estar durmiendo, me si varios golpecitos en la cara mientras me miraba al espejo para espavilarme, pero lo único que conseguí es que ahora me dolieran las mejillas.

-Pero Jefa, ¿se puede saber que haces?, ¿para que gritas? .- Me di la vuelta para encontrarme con el que estaba hablando mientras le observaba, no le conocia de nada.

No le contesté, si, yo al principio suelo ser demasiado vergonzosa, y más si no los conozco y a este chico directamente no lo conocía de nada, y si juntabamos a que no sabía dónde estaba..

- No me jodas que te salió un grano y por eso gritas?.- Se echo a reír mientras aún me observaba como no me había movido de aquel lugar.

-José quieres dejar a tu hermana.- Una señora rubia salió de cocina golpeando al chico que le había llamado José, en la cabeza, mientras le entonaba con un inconfundible acento sevillano. - Malú hija se puede saber que haces hay, mirándote en el espejo?, quieres bajar ya a desayunar que se te va a enfriar el café, si es que estos niños me van a volver loca algún día.- Se fue con la retahíla hablando sola hasta la cocina nuevamente.

Asique está era la familia de Malú...pero yo que hacía aquí, no pude hacer otra cosa que pensar en la noche anterior, cuando hablaba con mi amiga sentada en el césped de un parque, cuando aquel señor mayor junto a su perro se nos apareció, interrumpiendo nuestra conversación e comentandola, si.. justamente estábamos hablando de la vida que llevaba Malú, no podía dejar de pensar aquello en mi cabeza, sin llegar a recordar bien de lo que hablábamos aquella noche de este tema, no podía llegar a entender nada.

- Malú!.-La voz de aquella señora volvió a resonar haciendome está vez moverme del lugar, no si al final acababa siendo regañada esa mañana.

Me dirigí a la cocina con una leve dificultad al caminar, un leve dolor en el tobillo derecho se hizo presente al empezar mi viaje hacia la cocina, con la mirada clavada en mi de José, y de su madre.

- Cada día está peor.-Me dijo al colocarme la taza del café que había recién sacado del microondas debia de haberse enfriado como ella había anunciado cuando nos encontramos en la escalera.- No se como aún se te está pasando por la cabeza el meterte en tantos conciertos, y en no operarse chiquilla que tus fans te quieren y van a esperar por ti..

En verdad no tenía ni idea de lo que estaba hablando, lo único que pude hacer es echarme azúcar en el café y empezar a removerlo una y otra vez

-Al final mareas al café, está hoy se a despertao empana, apollarda y droga no te digo yo que las pastillas a esta no la están sentando nada bien mamá.

-Esa boca..-Fue lo único que me llegó a salir, estaba tan aconstumbrada a decirle a Danna que tuviera cuidado con su lenguaje, que ahora parece que debía de empezar con esta familia...

No dejaron de mirarme en todo el desayuno, era normal, sabian que su hija y su hermana estaba hoy rara, y como no estarlo, si yo no era su hermana y mucho menos su hija, y aquello me había venido tan de sorpresa que no sabía ni como actuar, lo único que sabía y daba por echo que si empezaba a decir la verdad y que yo no era Malú me encerrarian en un centro psiquiátrico.
Una vez terminados de desayunar intente quitar aquellos platos y recoger la cocina cosa que a la que ahora era mi madre,no le pareció bien, ya que me hizo otra vez mención de mi pie, haciendo que me fuera para arriba nuevamente a la habitación para que me arreglará ya que se supone que teníamos cita con el fisio.
Cuando me advirtió de aquella cita no pude evitar echar mi mente a volar, hoy había quedado con Danna, había quedado en escribirla para quedar, ambas teníamos que ir esta tarde a trabajar, y si yo no estaba allí, quien ido a a trabajar por mi, me iban a matar, incluso mucho peor.. Me iban a despedir..y el lunes... la Universidad...
La cabeza la tenía echo un completo lío, todo aquello era tan confuso que me veía allí delante de aquel inmenso armario sin saber que ropa ponerme.
Abrí el armario observando toda aquella variedad de ropa de todos los colores, de todos los estilos habidos y por haber, igual que la cantidad de taco es que tenía, no sabía ni que iba a ponerme, aquel estilo no iba nada con el mío..
Saque unos vaqueros, que no tarde en soltar, al ver lo estrechos que eran, y esque todos los que encontraba era casi del mismo estilo, alcance unos negros, con una camiseta negra algo más anchura, y un jersey, se notaba el frío. Busque entre los zapatos, cogiendo unas zapatillas adidas colocandomelas.
Con el pelo no tuve mucho más problema, me hice una coleta alta y baje para abajo ya una vez vestida, lo cual ambos se quedaron mirándome un poco extrañados.

- Vas a ir así?, sin un poco de maquillaje ni nada?.

-Para que?.- Respondí sincera mientras los observaba

-Dejala la niña quiere ir hoy comida, tanta pintura y tanta pintura, si ella está muy guapa así.

La que se suponía que era mi madre me dio mi bolso, y una chaqueta más grande, ya sabía que aquello que había cogido iba a pasar más frío, y así era nada más salí por la puerta un frío recorrío mi columna, haciendo que agradeciera aquel gesto. José se subió delante en el asiento del conductor seguido por ella mientras yo observaba aquel coche embobada.

"Ay va" Susurre mientras me dirigía a los asientos traseros, para empezar el viaje hacia el hospital, el cual no tardamos muchos en llegar debía de estar cerca de donde vivían.

Aparcamos, mientras que aquella señora se bajaba, abriéndome la puerta, si que quería a su hija que no le hacía hacer ni un esfuerzo, ayudándome a bajar del coche, y esque al ser tan alto y bajar apoyando los pies del todo, no puede ver las estrellas, vi la galaxia entera.

-Te apresurarse tanto al salir.-Me regaño inmediatamente.

- Yo voy entrando que seguro que ustedes ahora se tardan un montón.-Dijo entrando por la puerta con papeles en las manos.

José que venía detrás, cerrando el coche, se metió las llaves en el bolsillo, mientras sacaba una caja de tabaco y el mechero.

-Toma, se que te hará bien relajarte antes de entrar.-Me ofreció uno antes de coger el suyo.

- Lo siento no fumo.-Me negué, haciendo que me mirara con los ojos bien abiertos, sin dar crédito.

-Pero que dices..