Porn Star

I

Amaba mi trabajo, joder ¿Quien no lo haría? Follaba con mujeres hermosas todo el tiempo, las hacia disfrutar y no había nada que adorara más que ver a una mujer gritar mi nombre, inclusive, aunque fuera solo por la cámara.

Justo ahora, tenía sobre a mí, a una rubia buenísima, senos grandes naturales (puedo comprobarlo), cintura pequeña y muslos gruesos, prueba de que a pesar de que nuestro trabajo era solo follar, teníamos que mantenernos en arduas rutinas de ejercicios y dietas para poder tener un cuerpo de fantasías para hombres y mujeres.

Apreté sus glúteos de forma brusca haciéndola estremecer, ella estrujó la sábana entre sus dedos mientras gemía fuerte, ¿Era fingido? Tal vez, pero a juzgar por su coño muy húmedo ella lo estaba disfrutando mucho.

Por eso era tan requerido, muchos directores querían verme follar a sus actrices, les gustaba verme hacerlas gritar, porque según ellos lo hacía tan bien que podía verse auténtico y no fingido (sí, claro)

Aprendí con el paso de los años que, los directores, asistentes de cámara y todo aquel además de los actores que trabajan en la industria, se excitaban grabando una escena, uno creería que al pasar de los años se les haría costumbre.

Lamento decepcionarte.

Mis bolas se apretaron con anticipación, mi pene estaba cansando se dé follarla y quería realmente sacar todo, vomitar como cualquiera de tus amigos después de una borrachera en donde mezclas todas las bebidas que encontraste en el bar.

¿Demasiado gráfico? Lo siento, no era mi intención

Continuando con lo que hacía, puedo oír a los bastardos susurrar entre sí, en cómo les gustaría estar en mi lugar y poder follar a la bella Lola, en sus sueños.

Lola aumentaba sus gemidos cada segundo, se hacían más fuertes y más seguidos, su señal para indicarme que esto estaba por terminar, estruje uno de sus senos en mi mano y ella echó su cabeza hacia atrás, gritó y su coño apretó mi pene, la puse sobre la cama, salí de su interior y me corrí sobre su abdomen, como un experto.

-Corte-El grito del director hizo que todos aplaudieran emocionados- Perfecto Marvin, como siempre

Me encogí de hombros y ayudé a Lola a levantarse, ella me sonrió y besó mi mejilla-Lo hiciste maravilloso cariño- Susurro en mi oído

-Tú también, preciosa- Los asistentes de producción le dieron toallitas húmedas para que se limpiara, me aleje de la cama hacia la toalla más cercana y la enrolle en mi cintura.

¿Creías que porque la gente me veía tener sexo me gustaba que me vieran desnudo? Mmm no, para nada. No era mi cosa favorita, me sentía acosado, porque algunos hombres miraban mi pene.

Perturbador.

Lo siento amigo, sé que me envidias, pero me haces sentir enfermo.

Me dirigía al que había Sido mi camerino provisional, el tono de mi teléfono me tomó por sorpresa.

-Aquí Marvin, dios del sexo-Conteste, sabía quién era gracias al identificador de llamadas, era Jacob mi representante

-Cuanta soberbia hay en tu cuerpo- Rompí a reír a carcajadas, siempre me decía lo mismo, le pregunté qué quería y respondió-La rectora de la universidad ha llamado para decirme que tienes una materia pendiente obligatoria.

Cerré los ojos, esperaba que la directora olvidara ese tema por mi maravillosa personalidad, pero comprobé que no-Si, Literatura.

-Hermano, solo te queda un semestre para salir de la universidad y podrías no graduarte con tu generación por esto-Escuchaba que estaba frustrado, yo también.