XIV

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En cuanto llegué al departamento, un olor a comida casera inundo mis fosas nasales, caray hace mucho ese olor no se encontraba en casa, comúnmente me dedicaba a realizar cosas fáciles o comer comida rápida.

Seamos sinceros, cuando uno vive solo lo que menos hay son ganas de cocinar.

-¿Dulce?- Llamo esperando respuesta

-En la cocina- En cuanto entro a la cocina, la encuentro frente a la estufa con Danilo dormitando a sus pies- Hola- Me dirige una sonrisa y yo le devuelvo el saludo- Disculpa que me haya tomado el atrevimiento de cocinar, creí que regresarías hambriento

Me aclaro la garganta incómodo- Si, gracias- Me acerco a la estufa a ver que ha hecho, topándome con una deliciosa Pasta Alfredo

-Las cámaras han quedado listas ya- Dice con una sonrisa mientras apaga la cocina, se acerca lentamente a mí, colocando su mano en mi pecho- Y se encuentran grabando todo el día- En cuanto nuestros pechos se están tocando ella se impulsa y une sus labios con los míos, enrolla sus manos en mi nuca, rodeo sus caderas con mis manos y la alzo para que rodeé mis caderas con sus piernas

-Entonces ¿Estás lista para comenzar a trabajar?- Murmuro contra sus labios, la coloco sobre la isla de la cocina y me presiono contra ella, su olor a vainilla me hace suspirar, ella gime en respuesta, la veo asentir.

Saco su blusa sobre su cabeza, dejándola desnuda de la cintura para arriba, alguien había decidido ser traviesa hoy y no usar sostén, su respiración es agitada por lo que trago saliva nervioso, por un lado me siento incomodo por hacer esto justo cuando he dicho que quiero conocer a Katty a profundidad, pero por otro lado mi sangre bombea arduamente por esta mujer también.

Solo es trabajo, piensa en eso Marcus

Llevo mi boca a su hombro, ella lleva sus uñas de la mano izquierda a mi cabello, jalándolo suavemente, lamo el área de unión entre el cuello y su hombro, sacando un suspiro de su parte.

Preparo una línea en mi cabeza, y le sonrío tomando su cuello con una de mis manos, en este momento Marvin Jones se encontraba aquí

-Voy a follarte tan fuerte que hasta los vecinos del edificio de frente van a escucharte- Muerdo su labio inferior, para después dirigirme a su pecho, lo observo subir y bajar y extenderse un ligero sonrojo, con mi dedo índice hago círculos alrededor de su pezón y este se yergue de inmediato, la observo y le lanzo una sonrisa socarrona, lanzo mi boca de forma rápida a su pezón y juego con él con mi lengua, Dulce suelta ligeros gemidos y suspiros, deslizo mi mano por su esternón suavemente hasta llevarla a la orilla de la cinturilla de su short deportivo. Introduzco mi mano jugando con su pubis, la introduzco más dentro hasta encontrar su chorreante coño.

Suelta un ligero gemido en cuanto entra en contacto mi mano con su coño, llevo mi boca a su otro pezón y ella respinga un poco, con mi mano trabajo su chorreante coño, y ella suelta pequeños sonidos satisfactorios.

La corro un poco dejando sus piernas colgar un poco más, dándome más acceso a su coño, introduzco un dedo a su interior, empiezo un entrar y salir constante, su respiración es agitada, puedo ver su pulso brincar en su cuello.

Con mi mano enredo su cabello, lamo del centro de su pecho hasta su cuello, dándome acceso girando su rostro, tomo su mandíbula y la miro a los ojos- ¿Estás al borde no?- Muerdo su labio inferior y ella gime sonoramente, curvo mis dedos en su interior y ella respinga enterrando sus uñas en mi espalda.

Sus paredes internas se contraen alrededor de mis dedos, diciéndome lo mucho que lo está disfrutando, gatita traviesa.

Al pensar eso, es como si un balde de agua fría cayera sobre mi espalda, cualquier signo de excitación se ha ido de mi cuerpo, dije que sería diferente con Katia, realmente me interesa mucho, pero este es mi trabajo.

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